Después del almuerzo regresamos a la agencia, la actitud de Marlon cuando se levantó de la mesa por supuesto no fue del agrado del señor Robinson, Gabriel quiso disculparse, en nombre de Marlon diciendo que él no se sentía bien, que estaba teniendo problemas con el estómago, el señor Robinson comentó que seguramente es por el cambio de clima al cual se han sometido durante sus giras. Pero conociendo a Marlon, sé que su retiro de la mesa no fue por el estómago, fue por el brindis del señor Robinson y por lo poco que conozco al señor Robinson, sé que no le gustó la manera como Marlon se retiró del almuerzo. El señor Robinson se fue un poco temprano de la agencia, me dijo que iba a acompañar a Magda a seleccionar el diseño de su torta de bodas. Ya habían seleccionado la fecha, se casaban una semana después del evento de La Semana de la Moda. Milángela a la hora de la salida de todos los empleados también se fue, tiene que salir a hacer unas compras con la seño
Estoy en una camilla de un hospital, la señora Isabella está sentada a mi lado. —Hija ¿cómo te sientes? —Estoy bien, ¿ya me puedo ir? —El doctor dijo que esperaras unas horas y después nos vamos. —No puedo esperar mucho, ya mañana es el desfile, todavía tengo cosas que organizar. —Tranquilízate, así cómo estás tan estresada no puedes trabajar, espera unas dos horitas y luego nos vamos. —Señora Isabella, ¿usted lo sabía? —Sí. —¿Y por qué se calló? —Primero no me correspondía a mí revelarte ese secreto, segundo llegamos a la conclusión que era mejor para ti que te enteraras después del desfile, cuando estuvieses más calmada. —Estoy confundida, aturdida, no entiendo, mi mamá cuando me tuvo a mí, vivía en los Ángeles, ella me aseguró que mi papá estaba muerto, ¿de donde salió esto que el señor Robinson es mi padre? —Yo creo que deberías hablar con él. —No, yo no tengo nada que hablar con ese señor, si es verdad lo que dicen
La invitación a la boda está en la cómoda de mi habitación, no quiero abrirla, todavía las dudas me atormentan, ¿será que voy? Por Milángela me entero que Marlon y Gabriel aún no se habían ido, el señor Robinson los invitó a su boda, Gabriel le comentó a Milángela que Marlon habló con el señor Robinson y ahora los dos se la llevaban muy bien. El señor Robinson habló con la agencia de Roma y les concedieron una semana más en Milán. Gabriel se enamoró de Milángela, le dijo que por ella estaba dispuesto a quedarse en Roma, eso me alegra mucho, mi amiga se merece a alguien que la quiera y Gabriel ha demostrado que está muy enamorado de ella, a pesar del poco tiempo que tienen conociéndose, pero es lo de menos, hay personas que se conocen de toda una vida y cuando deciden vivir juntos la relación se termina, mientras existen otras parejas que no tienen mucho tiempo conociéndose, deciden formalizar la relación, lo hacen y su relación se vuelve eterna. Milángela si va par
Marlon me vio en el preciso momento que Alexánder me tomaba en sus brazos y yo me recostaba en su pecho para llorar, me refugié en esos brazos porque me siento agotada, el señor Robinson tiene razón tengo que tomarme un respiro. Los brazos de Alexánder me acogieron en el momento justo, necesito descargar todas mis penas a través de mi llanto, pero eso no lo va a entender Marlon, por su expresión, quizás dedujo otra cosa, pero estoy cansada, no quiero seguir luchando en contra de la corriente, que piense lo que él quiera, total muy pronto se marchará a su país, allí lo está esperando su familia, su esposa, su hijo o sus hijos y yo me quedo aquí con mi niño, pero ya no más llanto, ya no más recuerdos,no sé cómo, pero voy a buscar la manera de olvidarlo, está es mi vida y tengo que vivirla. —¿Te sientes mejor? —Sí, gracias, necesitaba esto. —Te entiendo, a veces es bueno llorar, las lágrimas en ocasiones nos limpian, nos refrescan, no creas yo también he llorad
La claridad del nuevo día me despierta, mi cuerpo está casi debajo del cuerpo de Marlon, me quedo mirando su rostro, cómo no amarlo, si Marlon es el hombre más hermoso que mis ojos hayan conocido, aún dormido tiene un encanto especial, al igual que su hijo, cuando está dormido se sonríe, me quedo un rato contemplando ese rostro, luego trato de salirme de ese abrazo, lo hago con mucho cuidado para que no despierte. Luego en puntillas salgo de la terraza, ya Milángela y Gabriel están tomando café. —¿Todavía está dormido? —Sí, yo tengo que irme, le prometí a Marlon David, que hoy lo llevaría a la playa. —Te acompaño Fernanda, yo también voy contigo a la playa. —Sí quieres quédate con Gabriel, no hay problema yo puedo ir sola con el niño, la señora Isabella no puede ir. —No señor, yo no me pierdo ese día de playa con mi sobrino. —Me gustaría acompañarlas, pero no quiero dejar a Marlon solo, cuando despierte, lo dejo y las alcanzo en la playa. —
La cara de Gabriel palideció. —¿Cómo obtuviste eso? —No lo hice adrede el niño tenía el pelo enredado y para desenredarlo se me ocurrió cortarle ese mechón. —¿Qué piensas hacer con eso? —Al principio nada, pero ahora se me está ocurriendo llevarlo a un laboratorio, esto puede comprobar que Marlon David es hijo mío. —Sabes que si Fernanda se entera, no te lo va a perdonar. —Amigo lo sé, lo que quiero es demostrar que Marlon David es mi hijo. —Y si Fernanda está diciendo la verdad y no es tu hijo. —Ave de mal agüero, ¡cállate! Claro que es mi hijo, no es necesario que tome está muestra para saber que es mi sangre. —Entonces ¿por qué lo haces? —Para que los demás sepan quién es el papá de Marlon David, y para que no me lo siga negando. —Bueno haz lo que tú creas conveniente. Así lo hice , al siguiente día me levanto bien temprano y me voy a un laboratorio, allí me toman nuestras y dejo las que llevé del niño, la enfermera
Estado Civil: Madre Soltera.Cap 99: La trampa. Me doy un baño para calmar mi estado de nervios, después me voy a la cocina y me tomo un café, la señora Isabella llega en ese momento con el niño, al verme inmediatamente se da cuenta que algo me pasa, se sirve una taza de café y se sienta a mi lado. —¿Ahora qué pasa?, si quieres me puedes contar. —Le cuento todo lo que pasó con Marlon y el resultado de los exámenes. —Te das cuenta que todo esto se hubiese evitado, si tú le hubieses confesado que él era el padre de Davicito, hija los lazos de sangre no se disuelven tan fácilmente, ese muchacho desde que vio a su hijo, se creó una conexión muy especial entre los dos y eso no me lo dijo nadie, eso lo presencié yo, no había razón para que tú se lo negaras, tarde o temprano eso iba a pasar. —¿Ahora cómo hago para remediarlo? —Bueno tienes que hablar con él. —Yo no voy a volver con él, usted sabe que eso no puede ser. —No estoy hablando de eso, me refiero
Despierto en los brazos de Marlon, lo veo a mi lado con una sonrisa dibujada en sus labios, su rostro tiene una expresión de tranquilidad, de paz, me quedo mirando esos ojos cerrados, esos labios semi abiertos, ese perfil que tantas veces soñé, ahora lo tengo aquí nuevamente, pegado a mí, con sus brazos haciendo un cerco alrededor de mí como para que no me alejé de él. Abre sus ojos lentamente y me dice. —No es un sueño, estás aquí conmigo. Sus brazos los aprieta un poco más alrededor de mí. —Buenos días mi amor. —Buenos días. En eso me doy cuenta que pasamos toda la noche juntos y no fuimos a la conferencia. —¡Dios Santo! Marlon no asistimos a la conferencia. —No hay tal conferencia, anoche llamé a tu papá y me dijo que la conferencia fue algo que se le ocurrió para alejarnos de Milán, quería que estuviésemos solos, lejos de todo para que pudiésemos hablar. —Mi papá, siempre pendiente de mí. —Así es y pensar que tuve celos de él.