Sentía su respiración muy cerca, él bajó las tiras de mi blusa dejándome en sostén, luego se detuvo, sé que para él esto no debe ser tan fácil. Terminé de quitarme mis pantalones cortos, «Agradezco enormemente, haberme puesto el conjunto combinado» Lo mire y sus labios estaban mojados, sus pupilas se habían dilatado. —¿Vamos a nadar, no? — caminé hasta llegar al borde de la piscina y me lancé al agua, necesitaba apagar el calor que mi cuerpo comenzaba a sentir.LLegué al fondo de está piscina, mi cuerpo de inmediato se acoplo al agua, cuando logré salir a la superficie, él seguía allí parado, esta vez sin pantalones, «Concentrate Hanna» —¿Qué sucedió? al abogado le dió miedo perder… —grité. Él sonrió y se lanzó. Nos pusimos a nadar, de un lado a otro. Él por momentos, me llevaba al borde de la piscina para besarme, tomábamos un trago de su excelente cóctel y continuamos, no sé exactamente cuanto tiempo llevamos acá, el sol ha comenzado a caer, por más que quiera pensar que está su
Separó sus labios de los míos luego de besarme con devoción...—¿Cómo qué cosas prefieres hacer? —Clava su mirada en mí, de una forma que me hace estremecer completamente.—Eso no viene al caso hoy Hanna. —Claro que sí. Sabes lo que me gusta, loqueando y quiero saber lo mismo, quieres saber cuál es tu pasatiempo favorito, quiero saber exactamente qué es lo que te hace diferente. Quiero conocerte Pablo Sáenz, puedes decirme que te aseguro que soy una tumba, y nada de lo que me digas saldrá de mi boca. ¿A ver qué es lo que tanto te gusta hacer, qué hace tus días mejores? —Me acerqué a él, con la copa en mis manos. De pronto retando, o de pronto saliéndome de mi zona de confort. —Me gusta tener sexo Hanna. Me gusta admirar el cuerpo de la mujer, me gusta sentirla y disfrutar cada segundo cuando se entrega a mí. —Apreté mis piernas mientras él hablaba—. Me gusta disfrutar del tiempo al lado de una mujer. ¿Estoy sin palabras? No lo sé, ¿Estoy excitada? Tal vez, a un punto bastante grand
HannaAbrí mis ojos y él no estaba a mi lado, los frote mientras me despertaba mejor. Mire mi teléfono que estaba apagado desde ayer y tengo llamadas perdidas de mi amiga Luisa, le marqué y escuché como ella reía por allá. —Me enteré que te perdiste ¿Dime como va todo? —Miro hacia atrás y Pablo no estaba allí. —Estoy perdida, estoy enamorada de él. —Escucho su grito agudo, haciendo que retire mi teléfono de la oreja. —Lo sabía, es que quien no. Él es un adonis, serías muy ciega en no darte cuenta. —Sonrió y tapó mi cuerpo para levantarme. Camino hasta llegar a la cocina y lo veo nadando en la piscina. Busco una blusa para ponerme y me siento sobre la alfombra.—¿Hablaste con Roy? —toqué mi cuello, me daba incomodidad hablar de eso—. Se enteró de todo y no quiso escucharme. —Sí, eso me llamó y estaba entre furioso y triste, por eso te estaba llamando. Mira, no dejes que eso ocupe tu felicidad. Mejor, date esa oportunidad con Pablo y ya. ¿Vas a aparecer hoy o tal vez mañana? quie
Hanna Subo a mi habitación, mi cabeza va echando fuego. Loren está segura que puede separarnos y lo más triste es que es mi familia, que yo sí la considero como mi hermana. Hubiese sido grandioso que ella pensara lo mismo todo sería tan diferente. Tomo mis cosas para poder empezar a ensayar, amo que mi tía pueda ser feliz, y más con el señor Domingo, él es un buen hombre, tal y como lo son sus hijos. Quedan dos días para que lancemos la obra de teatro, ya podemos descansar un poco con tanta presión del profesor, el semestre también está por acabar y comenzaremos con las vacaciones de fin de año, me hace ilusión pasar navidad junto con Pablo, eso jamás lo vi llegar, tener una relación con él y disfrutar todo lo que él. Me acosté y no pude ni siquiera concentrarme, pensar que Roy está enojado conmigo y no quiere escucharme no me deja tan siquiera concentrarme. Tome mis cosas y las puse en un bolso, no puedo permitir que él siga así conmigo, nuestra amistad debe ser primordial. Baje l
HannaNos quedamos lo que quedaba del día, allí acostados, Roy no me dio la fecha exacta en la que se iba a ir, lo único es que tengo claro que se irá pronto. Nos quedamos platicando hasta tarde solo quería disfrutar con él.—¿Y ya te dijeron a dónde te vas a ir? —él negó. —Me dieron dos opciones: A New York, o a los Ángeles. La verdad me da igual, voy a estar lejos de ustedes, de mi familia. —Te iremos a visitar, iremos cada fin de semana y nos quedaremos ahí en las vacaciones. Mira piensa que puede ser por una temporada, tu papá debe estar enfadado contigo y por eso hace las cosas, confía en que eso puede ser por enojo y tú vas a poder seguir haciendo tu vida de la mejor manera. —Sí Hanna. Por ahora debemos ser fuertes ante lo que venga. Pusimos luces, y nos acomodamos para tener una noche de karaoke. Siempre he pensado que debemos disfrutar los minutos y los segundos de la vida de la mejor manera. Estos dos días antes de la obra, tuve que prepararme con ropa y maquillaje pa
HannaCelebrabamos lo que quedaba de la noche, fuimos hasta un restaurante bar en la zona rosa de la ciudad. Allí la música resonaba por todo el lugar, nos fuimos los tres al centro de la pista, movimos nuestras cabezas y manos en sintonía mientras las luces cambian aleatoriamente, cierro mis ojos para dejar que las vibraciones recorran mi cuerpo. Pedimos una ronda de cerveza, nos movemos en círculos, amo pasar tiempo con mis amigos. Al mirar la hora, decidimos irnos, nos quedamos a dormir en casa de Roy. Me desperté cuando ya había pasado más de medio día, baje las escaleras y escuché una discusión proveniente desde el despacho, me acerqué lentamente y vi como Roy estaba allí con su papá. Me asomé para alcanzar a ver y a escuchar, el señor Domingo le reclamaba a Roy lo que estaba diciendo. Me incliné para escuchar más y la puerta se abrió haciéndome caer al suelo. Los dos me miran y pasa colores por como estoy. —¿Se te ofrece algo Hanna? —El señor Domingo me habla con burla. —Est
HannaSalí de esta casa lamentando que las cosas estuvieran así, pensé que mi vida no traería altibajos, sin embargo, cuando algo sale bien, otra cosa sale mal. Voy camino a la casa de Pablo, quiero verlo y recibir un abrazo suyo, creo que eso es lo único que me hará sentir un poquito mejor. No tardó mucho en llegar, la verdad es que ellos viven muy cerca, entré con la llave que me dio, la casa estaba vacía, deje mis cosas y pase mis manos por una foto que tenía en un portaretratos. Fui hasta la cocina para prepararle algo, le quería tener una sorpresa, quería que nuestra relación estuviera bien. No soy muy buena cocinando, excepto postres, así que tuve que ver unos buenos tutoriales. Mire la hora y puede que esté por llegar. Limpie, y organice en una mesa con unas velas que encontré, lo deje lo más presentable posible. Cuando sentí que movían la perilla, me escondí, él entró y al ver la luz de la cocina encendida tomó un bate que tenía en la puerta para poder golpear al invasor.
Hanna Nos fuimos a terminar de comer, para luego sentarnos con una manta en el balcón, Pablo se puso a contarme sobre las estrellas, constelaciones y demás cosas, al parecer le gusta mucho el tema. Hablaba con tanta emoción, la verdad yo solo veía puntos brillantes en el cielo. El sueño se iba haciendo presente, él pasaba su mano por mi espalda haciendo pequeños círculos. Era tanta la comodidad que sentía con él, que creo que fue una buena decisión haber aceptado toda esta locura desde el principio. Me removí cuando sentí frío, mire y estaba en su cama, él estaba sentado frente al portátil. Mire la hora y debía ir a la casa, necesitaba cambiarme para poder comprarle unas cosas a Roy, no quiero que se vaya sin que pueda darle algo para que se acuerde de nosotras. Me puse de pie y le di un beso en su frente. —Debo irme, necesito hacer algunas cosas —Él asiente. —¿Está noche también me darás una sorpresa? —Entre cierra los ojos. —No, está noche no es para ti. Voy a despedir a tu he