Pronto haré matarón💕 promesa🔥😶🌫️🙊
Después de colgar la llamada, Satarah se levantó de inmediato de la cama saliendo de la habitación.Sus pasos temblorosos la guiaron hasta las escaleras con una esperanza renovada inhaló profundamente para calmar su ímpetu desquiciante dirigiéndose a la salida.Recordó todas las veces que había anhelado poder encontrar a su hija. Alguna pista sobre ella. Su nombre... nada había sido posible. Como si su padre hubiera borrado su existencia hasta ahora.Gian debía haber encontrado algo importante y esa respuesta estaba por descubrirla.Primero tenía que atravesar el jardín pero cuando escuchó la bocina del auto de Gian se echó a correr como una loca hasta la puerta donde habían varios hombres de Dimitry los cuales enseguida se pusieron alerta al verla.—Abran la puerta.—No podemos hacer eso, señora...—Abran. La. Puerta —dijo de manera amenazante mirándolos como si estuviera a punto de matarlos a todos con sus propias manos.—Nadie extraño puede entrar a la casa, son órdenes.—Vale. Nadi
MEDIA HORA ANTES—¿La tiene allí en su casa?—Al parecer sí. Todo parece normal, él la adoptó legalmente aunque no sé cómo demonios se lo permitieron si no está casado.Dimitry se pasó una mano por el cabello antes de suspirar irritado.—No me gusta. Es mucha casualidad que la haya adoptado específicamente a ella. Necesito traerla a casa, pero tenemos que actuar con cautela por si acaso Seleznev quiere usarla como escudo humano. Tenemos que protegerla.Después de suspirar tratando de dejar ir la ansiedad miró a Valerik pensando sus próximos movimientos.—Para atacarlo necesitamos reunir la msyor cantidad posible de hombres, nuestras armas son las mejores del mercado pero necesitamos los mejores tiradores. Además debes asegurarte del número exacto de los hombres con los que cuenta Seleznev, no quiero sorpresas. Tenemos que saber a quienes nos estamos enfrentando y la seguridad de Ava es lo más importante.Dimitry empezó a trazar un plan mental. Después de que supieran cuántos hombres t
—Fuego, ¡Prendieron fuego el lugar y nos dejaron encerrados aquí! —gimió Satarah aún en los brazos de su esposo.El ambiente de tristeza cambió por un momento a uno de inquietud y rabia.Dimitry la dejó apoyarse sobre sus pies para que comenzaran a recorrer la pequeña oficina intentando encontrar otra salida.Dimitry sacó su arma y disparó a la cerradura cerrada pero esa no cedió.La habían reforzado específicamente para que no pudieran huir.Su mente corría rápido con la necesidad de sacar a Satarah del lugar mientras la escuchaba toser al otro lado de la habitación. —¡Por aquí hay una ventana! —escuchó el grito de Gian.El humo cada vez se hacía más fuerte mientras que el fuego lamía las paredes arrazándolo todo en cuestión de segundos.La desesperación por salvar a Satarah lo hizo tomarla de la muñeca con brusquedad haciéndola correr hasta el baño donde estaba Gian.Antes de girarse a ver la ventana se quitó la camisa antes de abrir el grifo del lavamanos y mojarla.—Sostenla sobre
SIETE AÑOS ATRÁSTarah miró a su alrededor incómoda.La música retumbaba sumamente fuerte golpeando sus oídos.No debería estar festejando Halloween pero ahí estaba.Lya prácticamente la había obligado a ir con ella ya que el centro de la ciudad se activaba para celebrarlo y su mejor amiga también iría así que ambas la convencieron.Lya terminó arreglándola.Su distraz no era nada terrorífico sino sexy, justo como algo que usaría Natalya.Sus pechos se alzaban con el corsé y cuando se había visto al espejo se sentía increíblemente caliente.—¿Ya podemos volver a casa? Siento como si todos estuvieran mirándome las tetas.Lya resopló una risa y negó con la cabeza.—¡No seas aburrida! Si te saqué de ese encierro fue para divertirte, llegaremos temprano, no te preocupes. Satarah asintió sin creerlo demasiado pero aún así siguió a su hermana.Natalya y ella podían ser gemelas pero no se parecían en nada a la hora de actuar. Tarah observó con admiración como su hermana compenetraba con tod
Tarah sintió que cada parte de su cuerpo se erizaba con su cercanía y en medio del brumoso miedo había también lujuria rasgando su autocontrol.Jamás se había sentido de ese modo.Su cuerpo estaba atrapado debajo del suyo masculino, Satarah empujó su pecho pero era demasiado pesado para poder moverlo.—Tú...Sus palabras fueron cortadas por el atrevido toque inesperado de él entre sus piernas. Su manose había colado en la abertura de sus piernas sin pedir permiso como si ella le perteneciera.Sus labios se encontraron con los suyos en un beso dominante y brutal que sacudió cada uno de sus huesos llenándola de un éxtasis inesperado que la puso a temblar. Como si se viera hipnotizada por él, le devolvió el beso con la misma urgencia con la que ese desconocido la besaba.Si en algún otro momento le hubieran dicho que estaba en aquella situación con un hombre desconocido se reiría pero ahora que sus cuerpos se estaban rozando de esa manera, Satarah impulsivamente estaba dejándose acarici
—¿Está bien, señora? —preguntó Ana cuando Satarah entró a la casa.La palidez en su tez era evidente pero se esforzó por mostrarle una sonrisa a la mujer mayor.—Sí, estoy bien. Gracias por preguntar.—¿Dónde está mi hijo? ¿Por qué no está contigo? Ella se detuvo en seco al ver a Yelena.La mujer la recorrió de arriba abajo para después fruncir el ceño.—¿Y quién te trajo, descarada? Ese no era el auto de mi hijo ni de ninguno de los hombres de Dimitry.Satarah entornó los ojos antes de bufar por lo bajo.—Me trajo mi mejor amigo, cuando desperté Dimitry no estaba en el hospital.Ella la miró fijamente como si estuviera pensando algo que la desconcertaba. Aunque Tarah esperaba que se alegrara y se burlara en partes iguales de ella al saberlo.—¿Él no estaba allí?—¿Acaso es una sorpresa para usted? ¿Por qué le interesaría a Dimitry quedarse si no le importo? Usted misma lo dijo el otro día, matrimonio por contrato ¿Lo recuerda? Alguien como yo no le interesa en lo más mínimo a su hij
Tarah se sentó frente al mesón en la cocina mientras veía divertida cómo Rashel narraba cómo iba a hacer el merengue para el pie de Dimitry según las indicaciones que ella misma le había dado, ajena a la mirada oscura de su esposo.Dimitry las había estado viendo a ambas embelesado por el sonido compartido de las risas femeninas.Siempre había adorado a su hermana aunque él no supiera demostrar sus sentimientos, pero que hiciera reír a Satarah en ese momento lo hacía adorarla mucho más.Sabía que ahora mismo Tarah debía tener una tormenta en su cabeza y que tarde o temprano tendrían que abordar todas las inquietudes que tenían ambos pero el recuerdo de Satarah destruida llorando aún estaba fresco en su memoria.No quería volver a verla de esa manera y él se aseguraría de hacer todo lo que estuviera en sus manos por salvarla del abismo donde sabía que estaba metida.Más aún por el caos de ese día. Ojalá pudiera meterse a su cabeza y borrarlo.—¿Qué haces ahí? ¡Ayúdame! —chilló Rashel a
Cuidadosamente Dimitry la cargó en sus brazos sintiendo el calor de su cuerpo contra el suyo, cuando llegó a su habitación la envolvió en las sábanas mirando su rostro sereno como si no hubiera puesto su mundo en caos desde siempre, más ahora cuando no era capaz de enfrentar la verdad.La sensación de traición que sentía en su pecho se desdibujaba con la del amor hacia Satarah, la devoción por ella que no podía compartir porque no sabía cómo hacerlo, convirtiéndose en una tormenta implacable que no sabía cómo demonios afrontar.Esperaba que ella se lo dijera, estaba dándole tiempo sabiendo por todo lo que había pasado últimamente, entendía lo cansada que estaba y aunque no hubieran tenido demasiado tiempo para hablar él estaba desesperándose por hacerlo.Sabía que en cualquier momento le exigiría que se lo dijera, aunque necesitaba que Satarah diera el primer paso, que confiara en él de una vez por todas. Incluso Ricci lo había sabido antes que él, aunque lo había sospechado.Pero tam