ANGEL LINK.Fue masivo.Todos, absolutamente todos, estábamos con una gran resaca y al ser un día antes del examen, teníamos que presentarnos igual.Yo tenia la ventaja de haber estudiado días atrás y hacer puntos suspensivos el día de la fiesta. No sé si Henry corrió con la misma suerte o si al menos había estudiado para la suya. Estábamos en épocas de exámenes era normal sentirnos nerviosos y algunos se había ausentado. Me di cuenta por la cantidad de bancos vacíos.Pero como personas responsables que somos, Travis estaba sentado unas filas adelante y yo dos filas atrás junto a Beg, la cual, le pidieron sentarse en otro asiento por si queríamos copiarnos.Hermosa es mi profesora. Mierda.—Suerte a todos y espero que no vomiten porque me he enterado por otros cursos que ha habido una fiesta masiva—me mira a mí, y me sonríe tras menear la cabeza.Me ruborizo mientras leo las consignas del examen de literatura y tras sentir su mirada, levanto la cabeza y veo que Travis me está mirando
Bebía en el bar mientras la música anticuada tocaba de fondo y el bullicio de los hombres la aturdían por completo. Aquel lugar era un desastre.Había una manada de hombres sentados en una mesa ubicada en una esquina que no dejaban de cantar de forma espantosa.Se llevó el pico de la cerveza a los labios y bebió el contenido, cerrando con cierta seducción sus ojos ya que detectó que el hombre a dos asientos de ella la estaba observando. Largó un suspiro tras posar nuevamente la botella de vidrio sobre la barra y en cámara lenta miró en la dirección de aquel hombre.Lo observó un instante. Era lindo. Tenía ojos grises, una cara bonita y cabello castaño algo desaliñado pero no por eso le daba una apariencia fea. Ella le sonrió porque por supuesto, lo conocía desde hace ya tiempo.El hombre la miraba con seriedad, casi con odio disimulado. Ella, sin perder ese encanto natural que tenía y que atraía sin mover ni un solo dedo, lo observaba con deseo.El joven se acercó a ella y se sentó en
CAPÍTULO 61.Toma su jugo de naranja y mira a mi hermano. Henry está ajeno a lo que ella intenta hacer; captar su atención.No sé si Beg viene a verme a mí o a mi hermano. No lo sé con claridad, pero mi paciencia se está colmando un poco.—Bueno, creo que ya se ha hablado todo lo que se tenia que hablar—concluyo—. La semana que viene Beg se encargara de las entrevistas porque ella es muy dura con la gente y necesitamos a alguien sin filtro.Henry y ella se miran con el ceño fruncido y vuelven su atención hacia mí.—Pero Travis tiene la vacante disponible así que una de las habitaciones ya está lista para él.—¿Qué? —dicen los dos al unísono.—Travis está teniendo problemas en su casa y…—Y tú serás mamá Ganso para protegerlo—Henry enarca una ceja—. No lo sé.—No tiene nada de malo que viva con nosotros. La casa es muy grande, quizás no nos crucemos en todo el día—añado.—¿Él se ha acercado a ti para pedírtelo? —me pregunta Beg, le brillan los ojos y sé lo entusiasmada que está con ell
Pasaron tres días y todo resultó extraño.Era verlos en la escuela y también en mi casa, dando vueltas, metiéndose a la piscina, utilizando el gimnasio y viéndolos estudiar en mi sala. No es que se sentía extraño malo, se sentía extraño bueno, porque no estábamos solos, pero si sentíamos con Henry que nuestra vida había dado un giro importante.—¿Cómo estás? —me le acerco a Henry, el cual está cocinando algo para todos.Beg lo está ayudando, pero se fue un segundo al baño y aproveche que estaba solo como para preguntarle.—No lo sé, ya no soporto a Spencer y Michael me mira demasiado, creo que quiere golpearme—parece irritado—¿Y tú?—Nadie ha venido a molestarme—le confieso—. Tranquilo, debe ser idea tuya, los chicos están en su mundo.—Me siento el padre de todos, me gustaría disfrutar esto pero…siento que hay cuentas por pagar y lo único que esperemos es que esto funcione o nos quedamos en la calle, Ángel.—Funcionará y si ninguno respeta la regla, se cancela el contrato y vendrá ot
Beg se pasea por la habitación de Henry, cuidadosa y observándola a través de la oscuridad. La única luz que ingresa por la ventana es la de la luna, la cual está en lo alto y está lo suficientemente luminosa como para no tropezar con los muebles.A la joven le cuesta un poco acostumbrarse a la oscuridad, pero poco a poco logra visualizar lo que oculta la habitación de Henry.Traza una línea al caminar con uno de sus dedos en uno de los muebles que Henry posee; su escritorio.El chico la ve, embobado por sus pantalones cortos, lo largo de sus piernas y como aquel top se le ajusta bien al cuerpo, apretando sus pechos y realzando su escote.Mira las pecas de sus hombros. Como si cabello colorado está pegado contra su espalda.Se aclara la garganta tras darse cuenta que está mirando de más.—No creo que debas estar aquí, Beg—dice Henry, con la voz entrecortada.La joven se da la vuelta, para hacerle frente y le sonríe como si hubiese soltado un comentario que lo ameritara. Ambos se miran
HENRY LINK.Henry contempla a Be, la cual duerme desnuda en su cama. Tiene un brazo estirado y metido por debajo de la almohada mientras su cabeza también reposa en ella.El chico se ha encendido un cigarrillo. Tiene una de las ventanas abiertas y deja que el humo se escape por allí.Podría fumar tranquilamente con todo cerrado pero…le ha quedado aquella sensación de que sus padres pudieran regañarlo.Por supuesto que nunca supieron que fumaba…pero ahora eso lo hace dudar por lo observador que era su padre.Volvió los ojos hacia el cuerpo de Beg que se mezclaba con sus sabanas. Cubria lo justo y necesario, pero no dejaba de ser mucha piel para él.Henry había perdido la virginidad con la mejor amiga de su hermana y tenia ganas de abofetearse porque de todas las mujeres que había en el instituto, tuvo que ser con ella.Inhala el humo, sintiéndose horrible y decide vestirse para ir a buscar algo que beber en la cocina.Una vez puesto unos pantalones cortos y una sudadera, se marcha de
Travis lo único que hace es llegar a su habitación y encerrarse en ella, pero no sabia que alguien lo estaba siguiendo. Pocos minutos después de que cerró la puerta, alguien tocó.—Por favor, no quiero hablar con nadie—escruta, mirándose en el espejo de cuerpo entero que Ángel le obsequió.Sus ojos no sólo estaban inyectados de sangre por los puñetazos que le propinó su padre, sino, porque había estado llorando luego del inevitable regalo que le dio su progenitor.No se consideraba un mal chico, ni tampoco tuvo reacción de defenderse porque cuando se trataba de Hardi…simplemente su cuerpo se paralizaba.—Soy Denis. Abre—la chica gira el picaporte del otro lado y no puede abrir la puerta ya que él la ha trabado.—Denis, hoy no—resopla el chico.—Sabes que soy la única que deduce lo que ha ocurrido. Abre—exige con calma.Denis a veces suele ser una chica que no se da por vencida, y no entiende el NO.Travis se dirigió la puerta, la destrabó y ella ingreso con lentitud como si no supier
HENRY LINK.—¿Vas a evitarme? Porque recuerda que vivimos juntos.Henry está acomodando los libros de su padre en su biblioteca privada cuando Beg se asoma en el marco de la puerta.El joven le sonríe.Tiene un aspecto agotado pero aún así sigue limpiando las pertenencias de su difunto padre.Beg lo mira, embobada. Lleva el pelo corto, unos pantalones del mismo modo y un polo celeste de cuello. Le gusta como también le quedan las sandalias.Tiene un atuendo de verano que Beg a veces no entiende cómo es que no tiene frio.—No te estoy ignorando Beg, sólo me estoy ocupando de la casa—le responde.Beg da dos pasos hacia él y no se atreve a dar el tercero porque no sabe exactamente de qué humor está. Tiene una sonrisa que podría decirle que está de buen humor, pero no le cree del todo.Quizás lo hace por compromiso.—Vives ocupándote de la casa ¿cuándo será el día que te ocupes de ti mismo? —suelta la joven, en un tono coqueto.Henry pasa la franela seca sobre la portada de los libros de l