Afrodita. Sí, ese era su nombre y no tuvo la intención de preguntarle a sus padres por qué escogieron llamarla así.Joven, inocente y con el corazón lleno de sueños por terminar su carrera universitaria en New York, consigue un empleo que no le apetece, pero la paga le resulta interesante.Afrodita deberá limpiar los tres despachos de los millonarios trillizos Portman, hombres que manejan una de las agencias de modelos más importante de la gran ciudad.Ella será tan perfecta que dolerá...Entonces empezó a llover y veía con claridad las gotas que golpeaban contra el cristal de la ventana, dándome a entender que si salía fuera iba a empaparme hasta el nombre.No estaba de humor, tampoco deseaba hablar con nadie. Había reprobado el examen de "historia de la literatura I", quería morirme. Todas esas horas estudiando y sin dormir no sirvieron de nada. Incluso me plantee si realmente era bueno que haya elegido la carrera en que me anoté.—Cambia esa cara. Si lo intentas de nuevo todo saldr
CAPÍTULO 55—¿Puedo saber qué significa esto? —le enseño la pantalla del móvil en cuanto azota la puerta de su casillero y finalmente me ve, sobresaltándose.—Una invitación. —me responde Henry, sarcástico.—¿Y así sin más? ¿Sin preguntarme antes? No puedes hacer una fiesta en casa sin decírmelo antes, Henry—esta vez bajo la voz—. Hay cosas de valor e invitaste a toda la escuela ¿qué te pasa?—Travis y su grupo de amigos confirmaron—me guiña el ojo, apoyándose el libro que necesita para la próxima clase contra su pecho y lo veo irse.Me llevo una mano a la cara. Quiero matarlo, pero el simple hecho de que Travis vaya a mi casa me pone aún más nerviosa y todo lo que tengo que limpiar…—Tu hermano sigue estando sin novia ¿no? —Begil se posiciona a mi lado, se muerde exageradamente el labio inferior.—Begil, no es un buen momento—suspiro, caminando directo hacia mi casillero y ella me acompaña.—Nunca lo es cuando se trata de tu hermano, amargada—se rie, acompañándome.Tras llegar al cas
HENRY LINK.Ángel decoraba la sala inflando globos color pastel. Le gustaba ese tono, por eso escogí ese color para ella.Quizás, eso le haría bien.Últimamente la veía muy decaída, había bajado de peso y se marcaban los pómulos de su rostro cada día más.Sus ojos a veces estaban llorosos, mirando un punto fijo. Su cabello ya no estaba cuidadosamente peinado, le daba lo mismo y los tonos de su ropa no combinaban y meses atrás eso la alteraban. Supongo que se dio cuenta que la vida pasa por otro lado y que los caprichos son para mantenernos la mente ocupada.Éramos dos adolescentes de diecisiete años solos, sin familia y con sus padres muertos que estaban por dar una fiesta (o mejor dicho, era mi fiesta) para ponerle algo de alegría a nuestra vida.Me gustaba beber con amigos ¿por qué no hacerlo con toda la escuela y olvidarnos, al menos, por una noche, la tristeza?—He escondido las cosas de valor en la habitación de mamá y papá. Está con llave—me dice, tras inflar un globo y soltarlo
CAPÍTULO 57—Incluso no paran de subir fotos de la fiesta—añade Denis, inspeccionando su Instagram con seriedad—. El que no subió fotos hasta el momento es Travis.—Él no suele subir fotos con respecto a donde está.Entonces me doy cuenta de lo que se me ha escapado. Las tres chicas me miran como si tuvieran un signo gigantesco de pregunta en la cara.—Es que mi hermano es su amigo y me ha dicho que a él no le gusta subir lo que hace—les explico, con una sonrisita nerviosa en los labios.Creo que eso las ha dejado conforme porque vuelven a ponerse a cotorrear sobre lo importante de subir fotos a las redes y así, llegar a un gran alcance en ella.Se siguen metiendo a mi piscina a bombazos y la música y el alcohol pone feliz a todos. Sólo espero que no metan drogas a mi casa porque sería el colmo que cayera la policía.—Iremos a buscar algo para beber ¿quieres algo, Ángel? —me pregunta Denis.—¿Un daiquiri de frutilla?—A veces eres aburrida pero el daiquiri es rico y no puedo decir nad
—Tu bebida. No me hagas buscarte por toda la casa la próxima.La paciencia de Denis estaba en lo más bajo y me puso mala cara cuando me dio mi bebida que ya parecía estar temblada.—Gracias por no tirarla—le digo, sincera.Le doy un sorbo al daiquiri y siento lo delicioso que es. Dios, el que esté haciendo las bebidas es un maldito genio.—¿Dónde estabas? —me pregunta Denis, curiosa.—Acompañé a Travis al baño—al ver que estaba sorprendida, cambié la expresión de mis palabras—. Perdón, quise decir, guie a Travis al baño.Las chicas me quedan viendo como si hubiese dicho algo que valiera oro, lo único que hago yo es esconder mi rostro en la bebida que tengo en la mano y mirar a los idiotas ensuciar el agua de la piscina.—¿Travis te pidió que lo acompañaras al baño o que te guiara?“Oye ¿sabes dónde está el baño?¿Me acompañas? No sé dónde está”.Entonces comprendo que las chicas están haciendo que abra los ojos de una paliza. Las miro, con la boca entreabierta y los ojos aún más.—Emm
Baja del coche.Ya es muy tarde y lo sabe y es por eso que está nervioso. No quiere estarlo, ya es un adulto, tiene esa ventaja, pero no puede porque él sabe lo cabreado que va a estar cuando cruce esa muerta.Travis quiere estar en paz, pero sabe que con él en su vida no va a ser tan fácil. Por lo que, cuando cruza esa puerta, no lo ve y siente un gran alivio.Travis tiene dinero. Los negocios familiares no se hablan sobre la mesa y es por eso que nunca le pregunto a sus padres a qué se dedicaban es vagamente. A veces había días que se ausentaban y tenía la casa para él solo.Y había días que prefería estar solo porque no soportaba a ambos.Y lamentablemente, ese día no estaba solo porque cuando cruzo la puerta de su enorme casa, su padre Hardi lo estaba esperando fumándose un abano sentando en el sofá con las luces apagadas y solo con las luces del patio iluminando el interior de la sala.Era una silueta negra en su sofá, con el pequeño punto de fuego del abano y sabía exactamente q
ANGEL LINK.Fue masivo.Todos, absolutamente todos, estábamos con una gran resaca y al ser un día antes del examen, teníamos que presentarnos igual.Yo tenia la ventaja de haber estudiado días atrás y hacer puntos suspensivos el día de la fiesta. No sé si Henry corrió con la misma suerte o si al menos había estudiado para la suya. Estábamos en épocas de exámenes era normal sentirnos nerviosos y algunos se había ausentado. Me di cuenta por la cantidad de bancos vacíos.Pero como personas responsables que somos, Travis estaba sentado unas filas adelante y yo dos filas atrás junto a Beg, la cual, le pidieron sentarse en otro asiento por si queríamos copiarnos.Hermosa es mi profesora. Mierda.—Suerte a todos y espero que no vomiten porque me he enterado por otros cursos que ha habido una fiesta masiva—me mira a mí, y me sonríe tras menear la cabeza.Me ruborizo mientras leo las consignas del examen de literatura y tras sentir su mirada, levanto la cabeza y veo que Travis me está mirando
Bebía en el bar mientras la música anticuada tocaba de fondo y el bullicio de los hombres la aturdían por completo. Aquel lugar era un desastre.Había una manada de hombres sentados en una mesa ubicada en una esquina que no dejaban de cantar de forma espantosa.Se llevó el pico de la cerveza a los labios y bebió el contenido, cerrando con cierta seducción sus ojos ya que detectó que el hombre a dos asientos de ella la estaba observando. Largó un suspiro tras posar nuevamente la botella de vidrio sobre la barra y en cámara lenta miró en la dirección de aquel hombre.Lo observó un instante. Era lindo. Tenía ojos grises, una cara bonita y cabello castaño algo desaliñado pero no por eso le daba una apariencia fea. Ella le sonrió porque por supuesto, lo conocía desde hace ya tiempo.El hombre la miraba con seriedad, casi con odio disimulado. Ella, sin perder ese encanto natural que tenía y que atraía sin mover ni un solo dedo, lo observaba con deseo.El joven se acercó a ella y se sentó en