Sigo escuchando las palabras de Josh repetidamente. ¿Por qué me molesta tanto esto? No debería importarme, es solo un juego estúpido, y en ciento cincuenta y un días estaré libre de él.

Te está empezando a gustar. Sacudo esa molesta vocecita en mi cabeza, que trata de convencerme de que tengo sentimientos por él porque no los tengo. Es solo un flechazo, eso es todo. Él es un hombre extremadamente guapo, y lo veo semidesnudo todo el tiempo; vivimos juntos, es natural para mí desarrollar un enamoramiento inocente por él. Solo necesito mantenerlo así y no dejar que se convierta en nada más.

Sí, ese es el plan. Tengo que mantenerlo profesional.

Con eso en mente, regreso a la oficina y me doy cuenta de que Cole aún no ha regresado. Gimo cuando siento ese pequeño pinchazo en mi corazón. Compré un batido para mí y también le compré uno para Cole porque sé que le encanta. Incluso les pedí que escribieran ‘Galán’, el apodo con el que lo llamo. Lo coloco sobre su escritorio y vuelvo al mío, o