Él me mira: “Quiero saber cuál es tu problema”.“¿Quieres saber cuál es mi problema? Quiero saber por qué me mentiste”, le pregunto, y Cole frunce el ceño, confundido.“¿Cuándo te mentí? ¿Sobre qué?”.“La verdadera razón por la que pretendes estar 'felizmente casado' conmigo. No se trata de querer las acciones de tu padre y tus abuelos, ¿verdad? Es sobre Sophie. Sigues dolido porque te dejó, así que me utilizas para recuperarla porque sigues enamorado de ella”. Cole parpadea y sacude la cabeza.“Shayla, ¿de qué diablos estás hablando? ¿Utilizarte? Yo nunca haría eso. ¿De dónde sacas todo esto?”.Aparto la vista de su mirada y me muerdo el interior de la mejilla para mantener las lágrimas a raya. No voy a llorar. “No te quedes ahí mintiéndome en la cara. Los escuché discutiendo en tu oficina antes”.Cole suspira y cierra los ojos: “Dios. Shayla, escucha…”.“Lo hice, Cole. Escuché a tu ex hablar sin parar de que soy una inútil don nadie a la que no mirarías dos veces. Pero sabes q
“¿Qué diablos está pasando?”.Eso era todo lo que podía pensar mientras estaba en ese callejón oscuro viendo a Shayla irse furiosa. ¿Ella acababa de decir que se sentía insignificante cuando estaba conmigo? Nunca hice nada para que se sintiera insignificante. Mi lado racional me dice que la deje ir y le dé tiempo, pero el otro se rehúsa a dejarla ir. Miro fijamente su espalda y sacudo la cabeza antes de ir tras ella.Cuando ella desapareció antes, me preocupé que algo anduviera mal, porque no es propio de ella marcharse sin decir nada. Incluso los mensajes de texto que ella me envió eran fríos y directos. Solo puedo imaginar lo que debió haber pensado al escuchar esa conversación con Sophie, pero ella realmente lo entendió todo mal. Una pequeña parte de mí esperaba obtener una reacción de Sophie cuando se enteró de que estaba casado, y así fue. La amé con todo mi corazón, y me destruyó cuando ella se fue y me dejó. No hice esto para recuperarla o para superarla. Simplemente fue en es
“Oh, mi error, no vi ningún anillo”, él declara. Asiento con la cabeza y levanto su mano, miro el anillo de diamantes en su dedo y lo miro a él.“Difícil no verlo, amigo”, siseo, poniendo un poco de énfasis en ‘amigo’ “Vete”, gruño, y veo como él levanta las manos y se aleja. En cuanto se va, le doy la vuelta a Shayla y la miro. Sus habituales ojos verdes claros se oscurecen en el momento en que nuestras miradas se cruzan.Ella estaba molesta.Así que aquí estoy, a la una de la madrugada, persiguiéndola por la calle. La agarro de la mano antes de que se vaya demasiado lejos y la atraigo hacia mí. “Shayla, ¿podrías entrar al coche para hablar?”.Ella suspira y mira al suelo. “No hay nada que hablar. Vete a casa, Cole”. Ella intenta quitarse la mano de encima y me mira cuando aprieto mi agarre, sin soltarla.“Vamos a hablar de esto y vas a escucharme. Entra en el coche”, le replico, y nos miramos fijamente. “Por favor”.Shayla finalmente cede: “Está bien”. Nos dirigimos al coche. L
Alguna vez han tenido esa sensación como sí estuvieras asfixiándote lentamente, como si alguien tuviera sus manos alrededor de tus pulmones y te sacara todo el aire: es la única forma en que podría explicar la forma en que me sentía en ese mismo momento cuando le pregunté a Cole si seguía enamorado de Sophie y no me respondió. Sentí que todo el oxígeno abandonaba mis pulmones. Cuando me di vuelta y lo miré, obtuve mi respuesta. Él todavía estaba enamorado de ella, aunque no pudiera admitirlo. Tenía que salir de ese coche. Necesitaba desesperadamente el aire y me aterraba que él viera las lágrimas que luchaba por mantener a raya.Mientras camino por el paseo marítimo. Me repito a mí misma que estoy siendo estúpida; es solo un acuerdo; fue un juego desde el principio. No tengo ningún derecho a enojarme con él. Él puede amar a quien quiera. No me debe nada. Por lo que a él respecta, está cumpliendo su parte del trato; ahora yo tengo que cumplir la mía. Sean cuales sean estos sentimientos
Me encojo de hombros y levanto el pulgar y el dedo índice. “Quizás un poco”.Él se ríe. “Entonces, sí, te extraño”. Sonrío, y él estira la mano y me toca suavemente el costado con el dedo. Cuando no le aparto la mano de un manotazo como está acostumbrado, dejándose caer la mano a su lado, con el ceño un poco fruncido. Él suspira un momento después y se pasa los dedos por el cabello. “Estoy muy agotado, y tú siempre eres muy buena distrayéndome, así que pensé que podríamos hacer algo”.Frunzo el ceño: “¿Hacer qué?”.“Algo divertido”, él sugiere con una encogida de hombros, y me muerdo el labio. Últimamente lo he estado evitando, quizás hacer algo divertido juntos podría ser bueno para los dos.“Eh, claro. ¿Qué tienes pensado?”, pregunto mientras nos dirigimos a su coche. Cole me guiña un ojo y me sonríe con picardía.“Ya verás”. Asiento con la cabeza y nos subimos al coche. Hablamos un poco durante el trayecto hacia el lugar al que me lleva. “Oh, por cierto, no te enojes, pero tene
Lo miro y me muerdo el labio. “Si gano, terminamos el acuerdo a finales de este mes”. Cole echa la cabeza para atrás y se ríe.“Por qué sabía que dirías eso”, él dice con arrogancia, y yo alzo una ceja, desafiándolo.“Está bien, trato hecho. Si ganas, puedes terminar el acuerdo antes de tiempo”. Él se relame los labios con una sonrisa infantil.“De acuerdo, ¿y tus condiciones?”.Cole se frota la mandíbula, sus ojos se fijan en los míos durante un largo rato. “Si gano, podré besarte siempre que quiera durante toda una semana”.Lo miro fijamente y él me devuelve la mirada. Sacudo la cabeza. “Cole, no”.“¿Por qué no?”, me pregunta, sonriendo con atrevimiento. “Estoy aceptando que termines nuestro acuerdo antes de lo acordado, y lo único que pido es un beso”.Me burlo y sacudo la cabeza. “No, estás buscando problemas. Y no estás pidiendo un beso, estás pidiendo una semana de besos”. Resoplo, y él se encoge de hombros.“Es un intercambio justo, en mi opinión. Sin embargo, si eres de
‘Vamos… vamos. Por favor, déjame ganar’.Shayla y yo nos quedamos quietos viendo cómo la bola da vueltas y vueltas antes de caer. Nos inclinamos y miramos el número antes de mirarnos el uno al otro. “¡Sí!”, exclamo, levantando el palo por encima de mi cabeza. Shayla se queda mirando el número durante un largo rato antes de mirarme a mí. Me acerco a ella, le agarro la barbilla y le inclino la cabeza hacia arriba. “Prepara esos labios, cariño, estos labios son míos durante toda la semana”, le digo mirando sus ojos verdes, y ella aleja su cabeza, enojada.“Cole, vamos, no puedes estar hablando en serio”, ella dice, cruzando los brazos sobre el pecho. Me rio y asiento la cabeza, animado.“Oh, pero sí lo estoy. Si las cosas fueran al revés y tú ganaras, me habrías hecho terminar el acuerdo, ¿no es así?”, le pregunto, sonriendo con suficiencia. Ella pone los ojos en blanco y suspira.“Está bien, pero sin lengua”.Frunzo el ceño. “No. No, es demasiado tarde para negociar. Hicimos un trat
“Si te apetece follarme el hoyuelo con la lengua, adelante, cariño”, la molesto, y ella se ríe, golpeando mi brazo. Pasamos el resto del trayecto bromeando sobre varias cosas y cantando al ritmo de la música. Eran poco más de las nueve de la noche cuando llegamos al lugar que sugirió Shayla. Estaba lleno de gente, todos comiendo mientras caminaban, con música de fondo y luces parpadeantes. Era un entorno agradable. Era acogedor. Shayla y yo nos abrimos paso entre la multitud de gente. Enlazo mis dedos con los suyos y sonrío cuando ella no se aparta. Me arrastra hasta uno de los carritos. “Lo que suelo hacer cuando vengo aquí es pedir pequeñas porciones de comida de diferentes carritos porque hay demasiadas opciones como para elegir solo una. ¿Quieres hacer eso?”, ella me pregunta, mirándome y yo sonrío asintiendo.“Claro, hagámoslo”, respondo, y ella me lleva a un carrito de comida española.“¡Hola, guapa!”. El tipo del carrito la saluda al verla. Shayla se ríe cuando él toma su mano