Oh, Dios santo.El dolor de cabeza me despierta de mi dulce sueño: eso y el inconfundible olor a coco y maracuyá. Me pongo de lado y frunzo el ceño cuando siento una pesadez en el pecho. Me obligo a abrir los ojos y hago una mueca de dolor por el brillo del sol que me da en la cara. Miro abajo a la cabeza de cabello castaño y sedoso y vuelvo a oler el aroma de coco y maracuyá. Es ella. Muevo la cabeza hacia un lado y estudio el rostro de la chica que está actualmente tendida sobre mi pecho. No nada está mal. Me he despertado con cosas peores. Sus labios son suaves y rosados, sus largas pestañas oscuras y sus cejas perfectamente perfiladas.¿Qué diablos pasó anoche? No puedo recordar nada. ¿Quién es esta chica? Remuevo su brazo de mi pecho con suavidad, desenredo nuestras piernas, y ella gime cuando me la quito de encima, y se acurruca en la almohada con un suspiro. Dejo que mis ojos recorran su cuerpo desnudo, medio envuelto en las sábanas mientras ella está tumbada boca arriba, con
“Tú… dijiste que no recordabas nada”, ella dice, apuntando su dedo a mi cara. Mire su dedo y vuelvo a mirarla y pongo los ojos en blanco.“No lo recuerdo. Pero el estado de la habitación cuando me desperté esta mañana era un claro indicio de una buena noche”. Me acerco un paso más a ella, y ella levanta la cabeza para mirarme. “Había un rastro de ropa desde la puerta hasta la cama, lo que significa que estábamos completamente perdidos en nuestra pasión para no importarnos el tipo de ninguno”, digo con naturalidad y le guiño un ojo. “Sin mencionar de que llevas mi característico aspecto de ‘recién cogida’”.Los ojos verdes de Shayla se abren de par en par, resopla y da un gran paso atrás para separarnos. Ella se pasa los dedos por el cabello, claramente frustrada.“Vaya. Ni siquiera pensaré en una respuesta para ese comentario”. Ella deja de pasearse y me mira de nuevo. “¿Qué vamos a hacer? ¿Es este matrimonio siquiera legal?”.“Me temo que sí”. Sus hombros se hunden y ella sacude l
Me despierto de un salto cuando escucho el sonido de mi alarma en la mesita de noche a mi lado. Me acerco y busco mi teléfono; con los ojos aún cerrados, consigo encontrarlo y posponer la alarma. Ahh, silencio. Justo cuando estoy a punto de volver a dormirme, recuerdo que es mi primer día en mi nuevo trabajo y salte de la cama emocionada. Son las siete y cuarenta y cinco, y tengo que estar allí a las nueve. Satisfecha de tener tiempo suficiente, me arrastro hasta el baño para ducharme y prepararme.Miro fijamente mi reflejo en el espejo mientras me cepillo los dientes. Los ojos color rojo por la falta de sueño y un fin de semana de consumo excesivo de alcohol me hacen parecer algo salido de la noche de los muertos vivientes. Después de una humeante ducha caliente y dos fuertes tazas de café, me sentía un poco mejor. Intentaba convencerme de que el revoloteo de mi estómago no eran nervios. ¿Por qué iba a estar nerviosa? Podría hacer este trabajo con los ojos cerrados. Uf, las mariposas
“¿Tú?”. Sacudo la cabeza y miro a Heather y de nuevo al hombre de unos 1,80 metros que está frente a mí. “No. No, mi jefe es un tipo mayor, tú…”.Cole asiente lentamente. “Debiste haber conocido a mi Padre. Tony Hoult. Él estuvo entrevistando por mí, mientras yo estaba fuera de la ciudad por negocios”.Mire fijamente a Cole y maldigo el destino que sigue jodiéndome. “Entonces, ¿eres mi jefe?”.Cole asiente y juguetea con los gemelos de sus mangas, con las cejas fruncidas. “Eso parece”.“Ustedes ya se han conocido…”.“Heather, déjanos solos”, él ordena, sus ojos nunca apartándose de los míos y Heather sale apresuradamente de la oficina, dejándonos solos.“Esto es una broma, ¿verdad? Porque esto no puede estar pasando”, murmuro, caminando de un lado a otro. “No puede ser”.Cole se frota la nuca, viéndome caminar frenéticamente, murmurando incoherencias para mí misma como una lunática. “Shayla, ¿por qué no nos sentamos?”, él me ofrece, y yo sacudo la cabeza.“No. No puedo sentarme
“Tristan, ya hemos tenido esta conversación. Ya estoy harto de tus costumbres de mujeriego. Si quieres que tu abuelo y yo te tomemos en serio y te pasemos nuestras acciones, tienes que demostrar que eres lo suficientemente responsable para dirigir una empresa multimillonaria. Pronto cumplirás treinta años, ya es tiempo de que sientes la cabeza. Te dejo divertirte y que tengas tus locuras de juventud para que te desahogues antes de sentar la cabeza”, me regaña mi padre mientras corta su filete miñón. “Hollie viene de una familia respetable que ha sido nuestros amigos más queridos durante generaciones. Es una joven hermosa y comparte la misma pasión por la arquitectura como tú. ¿Qué más se puede pedir en una compañera de vida?”, él añade, levantando sus ojos verdes para mirarme.Aprieto y suelto el puño bajo la mesa. Siento que mi fastidio aumenta más y más. “Bueno, para empezar, me gustaría sentirme atraído por mi futura esposa. También quiero casarme con alguien a quien ame, Papá. No
“¡Estás casado, idiota!”, él grita, levantando las manos al aire. “No puedes casarte con Hollie si ya estás casado. Lleva a Shayla con tu abuelo, preséntala como tu esposa, problema resuelto”.Oh. ¿Por qué no pensé en esto? Estoy casado.Frunzo el ceño. “¿Quieres decir que sigamos casados?”. Josh asiente, agrandando sus ojos azules. “Ella no estaría de acuerdo, ¿por qué querría seguir casada?”.Josh me lanza un cojín. “Por que eres Tristan Cole Hoult, por eso. Eres el soltero más codiciado del país, después de mí por cierto”, él dice en broma, y yo le tiro el cojín de vuelta.Pongo los ojos en blanco, exasperado. “Vete a la mierda, idiota”. Josh coge el cojín y apoya el codo en él, sonriendo. “A ella no le importa nada de eso. No es como el resto; mi fama y mi dinero no la impresionaron ni un poco”.“Qué buena chica. Solo dile la verdad, tal vez apeles a su buena naturaleza y ella se apiade de ti y acepte ayudarte. Y si no es suficiente, ofrécele una paga, un par de millones, como
¿Dios? ¿Qué diablos hice en mi vida pasada para que me castigues así?Mientras me quedo mirando al padre de Cole, totalmente avergonzada, él me devuelve la mirada, confundido. “¿Tu esposa?”, él repite, desviando la mirada hacia su hijo. “No entiendo”.Abro la boca para hablar, pero Cole interviene: “Estamos casados, qué no entiendes”. Lo miro y él se me acerca, y tengo el repentino deseo de darle un puñetazo en la garganta del chico.“Debería darles un momento a solas”, digo y me doy vuelta para salir de la oficina.“¡Quédate ahí, jovencita!”, él grita, y yo me sobresalto ante su repentino arrebato. Asiento con la cabeza en silencio, acercándome nuevamente a Cole. “Tristan, contraté a esta chica hace unos días para que fuera tu asistente. ¿Qué quieres decir con que están casados?”, él pregunta. Sus ojos verdes, idénticos a los de Cole, se pasean entre nosotros, esperando una respuesta. “¿Qué? ¿Se te olvidó que estás casada con el Director Ejecutivo de la empresa?”, él me pregunta,
“Gracias, Shayla. No tienes idea de lo mucho que esto significa para mí. De verdad”. Asiento con la cabeza y retiro mi mano.“Bueno, nadie debería ser obligado a casarse con alguien que no ama. Incluso los chicos ricos y mimados como tú deberían tener un final feliz”, me burlo, y él me da un codazo en el costado.“No soy un chico rico mimado”, se defiende fingiendo enojo, pero veo que la comisura de sus labios se curva. “Trabajo muy duro, está bien”, dice y se rie mientras lo fulmino con la mirada. “Está bien, trabajo duro”.“Lo qué tú digas, campeón. ¿Podemos hablar de lo que vamos a decirles a tus padres? Porque estoy un poco aterrada aquí”, le pregunto, y él asiente.“Solo tenemos que hacer que coincidan nuestras historias. Mis padres me conocen muy bien, sobre todo mi madre, así que si vamos a convencerlos de que estamos enamorados, tenemos que actuar como tal”. Sacudo la cabeza y levanto mi mano.“Espera, define ‘enamorados’ porque, si con eso quieres decir que me vas a meter