Más tarde, esa misma noche, estaba tumbado en la cama, sin poder dormir. Sentí un pequeño rayo de esperanza de que empezara a recordar. Tal vez eso signifique que su memoria está volviendo poco a poco.

Eran más de las tres de la mañana cuando por fin me dormí, pero me desperté de un salto al oír un grito ahogado en la habitación de al lado. Me quito las sábanas y salgo corriendo del dormitorio para ir a la habitación de Cole que está al lado.

Me apresuro a entrar en la habitación y enciendo la lámpara junto a su cama. Cole tiene los ojos cerrados y sacude la cabeza con fuerza, susurrando "No" una y otra vez. Está teniendo una pesadilla. Me subo a la cama junto a él y le toco la cara, con perlas de sudor frío rodando por su rostro.

"Cole. Oye, está bien, cariño, despierta", le digo, sacudiéndolo un poco. "Cole". Me sobresalto cuando de repente se levanta con un jadeo, jadeando, tratando de recuperar el aliento. Sus ojos recorren la habitación, desorientados. "Estás bien. Es solo una