Sonrío y me muerdo el labio. Inclino la cabeza hacia atrás y le miro con una sonrisa traviesa.

"¿Eso era una exigencia o una petición?".

Los ojos de Cole se entrecierran un poco antes de sonreír: "Me parece bien cualquiera de las dos cosas, siempre que bailes conmigo". Sonríe mientras yo le sonrío. "¿Cómo te llamas?"

"Shayla. ¿Y tú?", pregunto, y él me mira a los ojos y sonríe, mostrando sus hoyuelos exactamente igual que aquella noche.

Mi corazón empieza a latir como un loco en mi pecho.

"Cole". Responde relamiéndose los labios, con los ojos entrecerrados mientras estudia mi cara. "¿Qué te parece si te invito a cenar esta semana?".

Me giro para mirarle y niego con la cabeza. "¿Cena? No". Cole frunce un poco el ceño y yo me río. "No hago cenas. Lo mío son las aventuras. Prefiero hacer algo más divertido en el que podamos interactuar y conocernos más en lugar de sentarnos en un restaurante a charlar." Le explico, y Cole asiente en señal de comprensión.

"¿Por ejemplo?"

Me encojo