Grecia despertó con Logan aprisionando sus manos, mientras su poll@ vibró en su interior. Ella recibió sus labios y saboreó esa mañana tan lasciva con solo su deseo de que no terminara. Correrse fue fácil y ver a su esposo satisfecho con eso le gustó, sabiendo que solo lo instó a seguir bombeando en su entrepierna, con la finalidad de acabar con su cordura. Curvó su espalda y lo vió perdido en su tatuaje, mientras los besos candentes no faltaron, dándole esa oportunidad de olvidar el desayuno y llegar al baño donde follar les hizo tomar más tiempo en ese sitio. No podía estar sin los labios de su esposo y este pareció en la misma situación. Un día donde solo comer y estar sobre el otro era la finalidad de ambos. Se movieron de un sitio a otro de la misma manera. Olvidando teléfonos ya que el fin de semana no pensaban preocuparse por trabajo. Durmieron como jamás pensaron hacerlo de nuevo, llegando el domingo y ellos de la misma forma. Logan se olvidó de su molestias y Grecia de c
Denzel volvió a asomar la cabeza por la puerta cuando fue abierta. Pero Grecia no apareció por ninguna lado, se veía vacío, a lo que optó por detener un chica que entró pidiéndole revisar si alguien la descripción de la persona que cuidaba seguía adentro. __ No, el baño está vacío. - le dijo la chica cuando salió. - Pero está en reparación, quizá no entró a este sino al de allá. Con su dedo apuntó al del otro extremo, pero Denzel sabía que la había visto entrar a ese y no salió desde casi quince minutos desde que entró. Sin darle importancia a las advertencias de que hombres no tenían permitido entrar en la puerta, revisando cada una de las puertas, sin dar con ella. No habían puertas alternas. Se subió sobre la caja metálica que había pegado bajo la rejilla en la pared y se dió cuenta que este daba al callejón. Lo movió y este cedió fácilmente, una persona podría pasar fácilmente por ese sitio, dedujo. __ ¡Maldici0n! - apretó los dientes saliendo de ese sitio apresurado, buscand
Grecia despertó gracias al ruido de un vehículo saliendo de la propiedad, con un morro demasiado ruidoso que la hizo respingar. Tenía el rostro bañado en sudor. La cabeza le dolió más de lo que lo hizo alguna vez, pero decirse que podía masajear la zona era algo ridículo. No pudo, sus muñecas estaban unidas con una soga que le estaba cortando el flujo de la sangre. No sabía cómo ha Ia llegado a ese sitio desconocido para ella. Parecía una casa de campo. Tal vez en un sitio...En realidad nada de lo que veía en ese lugar se le hizo conocido. Todo estaba amueblado por alguien amante al orden y la limpieza, no era Logan porque la colonia en el aire no era suya. Además él no le haría eso.Su cabeza comenzó a doler, entonces todo le llegó de golpe a su mente, la cual le puso a doler la cabeza. Estaba en un restaurante para encontrarse con Logan. Fue ahí, se sintió mal por alguna razón y fue al baño donde...__ Mauricio. - exclamó buscándolo, pero no lobio por ningun lado. Sacudió la s
__ Una visita sorpresa de mi ex cuñado, que sorpresas da la vida. - rió Omar al ver a Logan en sus casa. - Extrañas nuestra compañía ahora, supongo. __ Deja tus comentarios idiotas para luego, dile a tu padre que necesito hablar con él. - recalcó el visitante. __ Él no se encuentra. - se cruzó de brazos. - ¿Es por Grecia? __ Lo sabes - captó el comentario de inmediato. - ¿Como lo sabes? La idea de desestabilizar su mente y causarle dolor así fuese solo para verlo impulsivamente, no le funcionó. Quiso corroborar esa idea de que fuera real lo que se dijo de él por mucho tiempo. Necesitaba ver que le afectaría en cualquier caso. __ ¿Tú que crees? - atinó a contestar con una sugerente respuesta que podría dar pie a una pelea entre dos sujetos que estaban a nada de lanzarse sobre el otro. Uno por medirse a su fuerza y habilidad, el otro por esa mirada de saber algo que él no. Aunque en pocos segundos, Logan se dio cuenta de la jugada que este estaba haciendo. __ No lo sabes. - dijo
Mauricio escuchó lo que le dijeron por medio de la llamada que cortó, culminando con una enorme sonrisa que no disimuló. Los tenía. Su venganza contra quienes dañaron a su adorada Louise estaba yendo por un buen camino. Nada mejor que saber que podía acabar con quienes propiciaron todo contra ella. No podía pensar en nada más que no fuera la emoción de perderse en el dolor y la extraña, pero satisfactoria liberación que eso podría darle. Dejó el teléfono apagado a un lado con la misma sonrisa que Grecia pudo apreciar cuando se giró hacia ella. Sabía que malas noticias era lo único que podía esperar de ello, por lo que le fue inevitable ese escalofrío que le recorrió la espalda. __ ¿Sabes que es lo mejor de una mañana como esta? - rió al verse con la delantera sobre quienes una vez lo vieron como un inferior. - Las cosas pueden cambiar de un momento a otro y las situaciones o amenazas, descartarse por completo. - retomó su confianza ante lo que había logrado. - Ahora solo te queda
Grecia escuchó como la pala y un pico fueron usados por Omar durante varias horas, mientras cavó un agujero afuera de la cabaña. La sangre aún estaba en el suelo a poca distancia de ella, por lo que no quiso verlo más, supo que los Gilbert eran gente totalmente desbalanceada mentalmente. Ninguno era de fiar, pues Omar pareció no tener ni un poco de remordimiento por lo que hizo. No le dolió en absoluto haber asesinado a su hermano y le causó menos impresión verla a ella en manos del difunto Mauricio. Tenía que haber una forma de soltarse. No podía rendirse. Seguramente Logan no tardaría en dar con ella, si Omar lo hizo, de seguro su esposo estaría cerca también. Mientras tanto, para el hombre con grilletes en sus manos se le hizo eterna su estadía en un sitio tan repugnante, en lugar de ir con Grecia. Sabía que estaba cerca de encontrarla. De otra forma no se esforzarían tanto en retrasarlo. En cuanto un zumbido llegó a sus oídos, sus hombres se removieron y él se alertó cuando
El filo de la navaja en manos de Omar cortó las sogas en las muñecas de Grecia. Ella tuvo el impulso de correr tan pronto como sintió libres sus manos y sus pies, pero el hombre frente a ella estuvo pendiente de cada uno de sus movimientos, esperando que al menos hiciera el intento. Ansiaba hacerle daño. Verla luchando, peleando con desesperación o tan solo ser la mujer que le hizo una aclaración con amenaza incluida. Lo deseó tanto, como jamás algo lo puso a querer suplicar para obtenerlo. Grecia debía decidir si darle lo que quería o correr tan lejos de él como fuese posible. Sin embargo, cayó en cuenta que para Omar eso también era algo fascinante. Tiró de sus manos y ese mareo repentino de cuando estuvo de pie, luego de muchas horas en la misma posición la afectó, pero Omar rodeó su cintura para evitar su caída. Ella se sostuvo de su saco, alzando la vista por un momento. __ ¿Necesitas algo, preciosa? - levantó su barbilla con sus dedos. Ella movió la cabeza en señal de afirma
Cada destello se lanzó con furia, cada vez que el gatillo se accionó una bala abandonó las armas defendiendo sus vidas sobre la muerte de aquellos que caían ante el enfrentamiento que estaba en pleno apogeo en el lugar. Max no descuidó su espalda, cambiando cargador para elevar la cabeza y disparar nuevamente. Grecia cubrió la suya con sus manos para que el vidrio roto no la lastimara. Pues la serie de balazos pasaban por su cabeza y no tenía una sola idea de cómo salir se ahí sin que la acribillaran en el proceso. Los hombres de Omar sabían que solo eran dos, pero pensar que eran unos simples sujetos era su primer error. Tanto Logan como Max eran hábiles y de nada les sirvió ser más que ellos, si no lograron darle a ninguno, mientras estos ya habían derribado a cuatro. Mientras Logan derribó a uno más de los sujetos, se dispuso a ver cuantas balas quedaban dentro del cargador. Dándose cuenta de a quien tenía a unos cuantos metros. Omar también lo observó y como si el pacto de aca