Inicio / Romántica / Esposa por Contrato / Engañada Por mi Mejor Amiga
Engañada Por mi Mejor Amiga

Viajamos al atardecer, me acompañó en todo momento junto a su guardaespaldas, no pregunté nada sobre el, no me interesaba saberlo aun, porque por mi cabeza solo pasaba la posible traicion de mi amiga, porque aun no podia creer ni entender porque me haria algo asi, siempre hemos sido inseparables, muy unidas, no podia creer aun todo esto

Metí como pude las cosas en mi maleta y salimos de allí rapidamente, no sin antes tomar la carta entre mis manos apretándola con toda la rabia que tenia en esos momentos, pero guardando una pequeña esperanza de que todo esto fuera un mal entendido, y que acabaria al llegar a casa

— Amalia — iba sentado frente a mi, su pelo era tan negro y sus ojos cafés, sus labios eran una larga línea fina y su voz ya no era dulce como en el paseo — No sé que pasa en tu vida ni me interesa, simplemente quiero que cumplas a cabalidad tus responsabilidades, ahora eres mi mujer y apenas lleguemos a Inglaterra nos casaremos en la iglesia. Necesito que leas el anexo de nuestro contrato

Mi vista estaba puesta en el, pero no le prestaba atención a sus palabras, mi mente solo pensaba en ellos, en como llegamos a esto, que pasó para que ellos me hicieran algo como esto, como me habian traicionado asi.

— ¡ Amalia! — Salté ante su grito ensordecedor — pone atención cuando te hablo, ¿entiendes? — asentí y mire mis manos entrelazadas, solo tenía ganas de llorar y desaparecer. — Responde cuando te hablo, pregunte si entiendes lo que te he dicho

— Claro que entiendo, no soy estupida

— Entonces ten la decencia de prestarme atención, necesito que leas el contrato y el anexo, cumple con tus responsabilidades o habrá problemas y créeme que no los quiero, ya bastantes tengo, Después de esto nos iremos a Inglaterra, si accedí a acompañarte es para que aclares tus problemas o lo que sea que tengas y dejes ya tu pasado a un lado, se suponia que habias leido todo lo que conllevaba nuestro matrimonio asi no estariamos perdiendo el tiempo en ir devuelta a tu casa

— ¿Por qué tenemos que irnos? ¿ Porque tengo que alejarme de mis cosas, mi casa, mi empresa.?

— Tu lo decidiste asi, aceptaste las condiciones

— ¿Cómo no te das cuenta que yo no elegí nada de esto? ¡Yo no queria casarme, no contigo, todo esto es un error!

— nadie puede elegir por ti, a mi simplemente me interesa nuestro matrimonio, lo demás no es de mi incumbencia, es mas, no sé para que te molestas en volver si conmigo tendrás lo que tu desees.

— Lo que tenia lo gane con mi esfuerzo, luche por años para conseguir lo que tengo en  cambio tu al parecer compras todo con poder y dinero, yo no soy asi

— El poder y el dinero lo son todo, deberías aprender eso Amalia y tu vida seria mas facil.

Desde hoy aprendí muchas cosas, llegamos en un rato a mi ciudad y nos fuimos directo hasta la dirección que les indiqué, saque las llaves de mi cartera y entré en su compañía, por fin en mi hogar, todo estaba tal cual lo habia dejado, estaba todo en silencio excepto por un sonido, como una especie de golpes contra la pared, caminé hasta llegar de donde provenía, era mi dormitorio, mi corazon palpitaba a mil por hora, pero me armé de valor y Abrí con cuidado... lo que mis ojos veían jamás se borraría de mi memoria.

Oriana estaba moviéndose sobre mi novio, el tocaba sus senos y golpeaba sus nalgas, sentí la presencia de el tras de mi, no caí porque sus brazos fuertes me sostuvieron, mis ojos se llenaron de lagrimas y respiraba hondo para no derramar ninguna

El sonido que se escuchaba era el respaldo chocando contra la pared, no se percataron de nosotros y tampoco tuve el valor de hablarles hasta que su mirada se encontró con la mía, solo ahí se detuvo y la tiró a un lado

— Ama... Amalia, pero que haces aquí

Oriana dio la vuelta y se bajo de la cama con toda la tranquilidad del mundo a buscar algo para taparse, todo lo contrario de Mariano quien corrió para buscar su calzoncillo y ponérselo.

— Amiga mía, Porque volviste, creí que estabas feliz

— ¿ Amiga? — dije con mucha rabia. — ¡¡¿ Amiga??!!,  Una amiga no hace lo que tu me hiciste a mi, una amiga no traiciona de la manera mas baja como tu lo hiciste conmigo.

— Amalia, cálmate. — me habló nervioso tratando de acercarse a mi

— Tu no me hables, Como pudiste Oriana, necesito una explicación.

— no tenemos que explicarte nada Amalia, me engañaste todo este tiempo, jamás me amaste, en cambio Oriana si me dijo la verdad, cuales eran tus planes, no me quedaría sin nada, también ayudé con tu casa y empresa, merecía algo de todo eso

— ¿De que hablas Mariano?

— ¡Hay ya Amalia!, deja de hacerte la víctima, le mostré todos tus mensajes a Mariano, donde me pedías que no le contara nada sobre tu novio y que pretendías casarte.

— No entiendo, ¿de que mensajes hablas, que novio?

— ¿De esto o me lo vas a negar?

Mariano me pasó su teléfono, y pude ver muchos screenshots con conversaciones entre Oriana y yo, conversaciones que jamás sostuve pero que están enviadas desde mi W******p, mi numero, mi teléfono. Ahora entiendo todo, la única que tiene acceso a todo, mi celular, correo, cuenta bancaria, a todo era ella y Tomas. Lo planearon todo.

— ¿Te quedas callada? ¿No dirás nada?, planeaste casarte con un multimillonario ¿para que? No te bastó con lo que yo te daba. Pues a mi tampoco me bastó, asique decidí quedarme con la casa que con esfuerzo construimos.

— ¿Mi casa, mi empresa, mi novio? — le pregunto a Oriana ignorando completamente a Mariano.

— Tu me cediste todo Amalia, no seas mentirosa, solo ayudé a Mariano a quedarse con lo que le pertenece nada mas.

— sabes perfectamente que no miento y te juro que la verdad saldrá a la luz, en cuanto a ti Mariano te creía mas inteligente, pero veo que eres igual que todos, un imbécil.

— Vete Amalia, anda y vive tu vida, decidiste casarte con el, pues se feliz

— eres una zorra

— la zorra mentirosa eres tu Oriana y algun dia el tiempo me dará la razón

iba a ir por ella, pero alguien me sostenía, no podía dejar de mirarla con tanto odio, lo que me hizo Mariano no se compara con su traición, quien es tu mejor amiga, la única.

— Ya ándate y déjanos en paz, Me cambiaste Amalia, ahora asume las consecuencias de tus propias desiciones

— Si, Te cambié por alguien mucho mejor, — mentí, ni siquiera lo conocía. — con los cojones bien puestos y mucho mas hombre que tu.

Di la vuelta y tomé su mano, era muy grande y fuerte, sostuvo la mía y sin mirar atrás salí de ese lugar.

Al irnos pasamos por fuera de mi empresa, ahora se llamaba « tentaciones ». Decidí dejar todo aquí, pasamos a un hogar y regale toda mi ropa y solo me fui con lo puesto, no quería nada de mi pasado.

Algún día iba a volver a reclamar lo que es mío, esto no se quedaría así.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo