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Llegaron los invitados

Camine hasta el dormitorio, sin ganas de nada, lo unico que daba vueltas en mi mente era la imagen de mi mejor amiga en la cama con mi novio, aun no podia entender en que momento paso todo esto, como mi vida pudo cambair tanto en solo unas horas. Como me gustaria volver e tiempo atras, hacer todo de una manera diferente, no ser tan confiada, quisiera que todo esto fuese un mal sueño, pero no lo es, estoy en una casa que no es la mia, en un lugar que no conozco, dejando todo por lo que un dia luché, por todo lo que me sacrifiqué y que de un momento a otro, ya no estaba mas.

Al entrar, vi a Lea abriendo las cajas y seleccionando todo por color, separando todas las prendas y poniendolas en su lugar, me acerqué y colaboré, necesitaba pensar en otra cosa, distraerme. Cuando terinamos, la invite a recorrer la casa, de alguna manera ella me hacia sentir a gusto y juntas recorrimos este enorme lugar, un espacio con el que aun no estoy familiarizada en la cual jamás imagine vivir, esto nunca fue lo que queria.

— es muy afortunada señora. Tiene a un esposo que la conciente, se nota que la adora, tiene una hermosa casa. Muchos quisieran estar en su lugar

Solo la escuché, no pude contarle nada, aunque por dentro deseaba gritar a todo pulmon que todo era falso, pero apenas la conocía y debía fingir felicidad ante todos.

— Así es Lea, muy afortunada, como no te imaginas. — trate de no sonar ironica, pero de lo unico que habia sido afortunada era de tener a la peor amiga del mundo, de tener el peor novio, afortunada de perderlo todo en un día.

Después de caminar por unas horas por el gran jardín decido entrar e ir a ducharme, me sentia muy cansada y solo queria dormir y despertar de este mal sueño

Entré directo al dormitorio que debia compartir con el y me metí directo al baño sacando cada una de las prendas metiéndola en el cesto de ropa y quedando desnuda, di el agua para empapar mi cuerpo y luego de un momento la corté para enjabonarme, estaba pasando la esponja por mis piernas cuando de pronto escucho la puerta que se abre y cierra, sin tiempo de poder taparme en segundos tenia frente a mi a Luka.

Estaba desnuda y el también, mi vista lo recorrió en milésimas de segundos y sin poder reaccionar, no sabía que hacer, no tenia una toalla cerca para taparme y el tampoco hacia nada, solo se quedó ahi parado

— Por favor sal de aquí Luka. — estaba histérica — ¡ya vete!

— Yo... yo lo siento, no sabia que estaba ocupado, aun no me acostumbro a estar con otra persona, lo siento

— ¡Bueno ya! deja de disculparte y solo sal de aquí. — lo interrumpí nerviosa.

— cl... claro — tartamudeó y cerró no sin antes mirarme por completo nuevamente.

me enjuage rapidamente y sali buscando en los cajones una toalla, me envolví y salí, el estaba sentado, vestido perfectamente, al ver que estaba ahí, se paro y me miró

— Siento interrumpir tu ducha, como te dije no sabia que estaba ocupado

— ¿Sientes interrumpir mi ducha? Solo eso Luka, el vapor no te dió un indicio de que estaba ocupado

— No lo pense, y Si, solo me disculpo por eso, porque de verte desnuda no me arrepentiré jamás. — Oh, oh m****a, no supe que responder y siguió hablándome

como si nada  — mis padres llegan en una hora, será una cena con vestido de noche. Me gustaría que te pusieras esto, así combina con mi pañuelo, te quedará bien

— claro, no tengo problema con eso. — Fue lo único que pude decir, su respuesta aun me tenía en las nubes. Cuando se fue pude respirar tranquila, busque en el lado del closet una ropa interior adecuada y comence a vestirme.

Al ponerme el vestido me di cuenta que no podía usar brasier, asique me lo saqué, era un vestido rojo cereza, sin espalda y largo, Busque unos tacones de terciopelo y seque mi pelo ondulando las puntas, con una pinza lo sostuve a un lado. Sobre la cama al lado de donde estaba el vestido había una pequeña caja con unos pendientes de oro blanco y un anillo con un pequeño detalle, me los puse y estaba lista.

Golpearon la puerta y al dar la indicación que podía pasar entro Lea

— señora, su maquilladora llegó.

— Pero ya estoy vestida, además no necesito tanto maquillaje, es solo una cena familiar

— El señor dijo que era muy necesario — me miro casi disculpandose, y sabia que ella solo seguia ordenes

— Esta bien, que pase — conteste sin mucho animo.

Entró una señora a la cual salude amable y me maquilló, le pedí algo muy natural ya que no acostumbraba a hacer esto. Me enseñó un poco algunas técnicas las cuales me ayudarían para mas adelante, lo cual le agradeci, yo nunca me maquillaba, con suerte un poco de rimel y brillo labial, y al mirarme al espejo casi no me reconocí. Me despedi de ella y me mire una ultima vez en el espejo, de pronto soy conciente que alguien me mira, doy la vuelta y Luka estaba afirmado en la pared mirandome, caminó para acercarse y se quedó parado mirándome por un buen rato

— ¿tengo algo mal? me pongo otra cosa si quieres

— Claro que no... Estas perfecta para la ocasión —  dijo en un tono mas bajo pero que alcancé a escuchar — están por llegar. Solo debes estar tranquila y lo mas natural posible.

— necesitaré tu ayuda, harán preguntas que quizás no sepa responder, no conozco absolutamente nada de ti aparte de tu nombre, esto no saldrá bien, estoy muy nerviosa

— tranquila, estaré a tu lado, se como tratar perfectamente a mis padres.

Estiró su mano y la tomé, se sentía muy extraño. Caminamos hasta llegar al comedor que estaba perfectamente ordenado de acuerdo a la ocasión.

Llegaron a los minutos, el era un señor mayor, cabello blanco sus ojos azules como los de Luka. A su lado una mujer muy joven, con un vestido pronunciado, rubia igual que ellos y a su otro lado una mujer mayor al igual que el, su cabello tenia tonalidades grises y blancas, vestida perfectamente, muy elegante.

El salió a su encuentro saludándolos formalmente y luego lo seguí, tomó mi mano y me presentó

— Padre y madre — se dirigió a la señora mayor y a el — ella es Amalia, mi bella esposa.

— Amor Mis padres Luis Trimonte y Úrsula Montalvo y ella es la novia de mi padre Kyle Ristrevoli.

Me saludaron amablemente, Melissa nos observaba desde el otro lado lo cual me tenia muy nerviosa.

Pasamos al comedor y nuestras asistentes dieron la orden de traer la cena

— Asique eres de Alemania — preguntó Kyle

— así es

— No tienes el acento. — dijo en un tono muy seco

— lo se, mis padres eran españoles, me vine a Alemania cuando tenia 16 años.

— Y ellos Amalia.—  dejé de comer, no quería contestar ni hablar de ese tema — donde estan ahora

— Kyle, es un tema que mi mujer no desea hablar, espero entiendas que eso es algo personal. — creo que se dio cuenta que me puse muy tensa al oír de ellos y me ayudó.

— No crei que una simple pregunta pueda ser tan personal

— es un tema que prefiere no hablar por el momento Kyle — contesto Luka nuevamente — ¿entiendes?

— Claro, lo entiendo. — ella no me simpatizaba en lo mas minimo

Me tomó la mano como si me conociera de toda la vida y le agradecí que me ayudara, era un tema un poco doloroso para mi y prefería no hablarlo aun.

La cena estuvo agradable y cada que preguntaban por nosotros el respondía por mi y yo solo le seguía la corriente

— Hijo mío, — habló su madre — ella es muy hermosa y espero su matrimonio dure por muchísimos años mas.

— que así sea madre. — todos levantamos las copas y brindamos

— Prepararé todo y enviaré a la organizadora para que ustedes elijan los tonos, decoración, vajilla, etc. Espero no te moleste mi ayuda querida

— No se preocupe, mientras mas ayuda mejor

— Puedes tutearme querida, eres parte de la familia ahora.

Pasadas las 11 de la noche se fueron a sus dormitorios que prepararon exclusivamente para ellos, me despedí de Lea quien también se fue al segundo piso junto a Melissa quien por lo visto no se veía nada feliz. Y por ultimo nos fuimos nosotros, me sentía muy nerviosa esto de fingir no era lo mío

— lo hiciste bien Amalia, ya puedes respirar tranquila

— Estaba nerviosa, creo que se dieron cuenta, esto no es lo mio

— no se notó, tranquila, Por ahora vamos a Dormir que mañana debemos levantarnos temprano.

— Estoy acostumbrada a madrugar

— pero hoy estas cansada y mañana desearas quedarte acostada, fue un viaje largo

Me fui al closet y busqué algún pijama, a través del espejo pude ver cuando se desnudó y solo quedó en bóxer y caminó al lado mío, fije mi mirada en el cajón y decidí ponerme el que mas me tapaba, una camisola de seda por arriba de la rodilla, la tomé y me fui al baño.

Al salir ya estaba acostado, tenia sus brazos cruzados por debajo de su cabeza, me acomode lo mas lejos posible mirando el techo

— Buenas noches Amalia.

— Buenas noches Luka.

Realmente estaba muy cansada y no se en que momento me dormí,  pero desperté abrazada a el sin darme cuenta, mi cabeza estaba afirmada entre su cuello y pecho, la suya estaba afirmada en la mía, quería moverme pero si lo hacia de seguro despertaba y eso era lo que menos quería.

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