La noticia de la muerte de Jason y de Camille, impactó en toda la ciudad. Los escombros de la casa destruida, recorrió cada canal de noticias. Bennett miraba perplejo como pasaban las imágenes, mostrando las ruinas de la casa que su hijo había construido con tanto amor para su familia. Su nieto, el más apegado a él, yacía debajo de la casa que lo vio crecer.A su lado, el resto de la familia miraba lo mismo que él, sin poder creer que el hombre poderoso en el que se había convertido Jason, había caído sin defenderse de sus atacantes. Todos los casquillos que quedaron en el jardín, evidenciaban, que los disparos habían sido desde el exterior de la casa.—Abuelo, no te hace bien ver esas imágenes, porque mejor no van a tu habitación, necesitas descansar —Jeremy veía la fatiga en el rostro de su abuelo, durante dos días, se había mantenido frente a la televisión por horas.—Quiero ver como sacan a mi nieto con vida de ese lugar —le dijo Bennett, negándose a abandonar la saleta donde esta
—¿Cómo ya les dije?, nosotros haremos la investigación y ustedes nos brindarán soldados. La cantidad suficiente, para que no quede ni uno de ellos.Jeremy miró a los ojos de cada hombre en la habitación. Quería ver las reacciones que tendría cada uno en su rostro por su pedido. Los más cercanos al Sindicato, sabían, de sobra, que, el miedo que le tenían los rivales a Las Cobras, hacía que no tuvieran que luchar. Los negocios fraudulentos los ganaban solo por el nombre. Él esperaba, que abandonaran la comodidad en la que estaban envueltos y se unieran a la guerra que se iba a desatar.Pensó que se negarían cuando los vio mirarse entre ellos con los ceños fruncidos, luego se quedó confundido cuando sonrieron y le pidieron a alguien entrar.—¿Qué sucede? —preguntó moviéndose en la silla.—Hay algo… o, mejor dicho, alguien que queremos que veas —le respondió Wade y le señaló la puerta que permanecía cerrada.Esperó unos segundos sin entender que querían que viera. ¿De qué material estaba
—Estoy seguro, temo que mi abuelo cuente a esas mismas personas que me atacaron, que sobreviví. No podré sorprenderlos como quiero. —Jason odiaba engañarlos, principalmente a su abuelo, pero para él era la mejor decisión.—Bien, será como deseas. Mientras menos personas lo sepan, mejor —Wade se acercó a Jason y con una mano le agarró un brazo—. Las Cobras están listas para la venganza, solo tienes que decirnos cuando lo estés tú.Jason le devolvió el gesto mientras le daba las gracias. Que estuvieran con él en un problema personal que no involucraba de forma directa a Las Cobras, le daba mucho más valor a la ayuda. Ahora sentía más fuerte el compromiso para con ellos. Con retribución, prometió darle el patrimonio, integro, de las dos familias que iban a desaparecer.—A los muchachos les va a encantar escuchar eso. No esperaban nada a cambio, pero es bueno que los recompenses —Wade le apretó el brazo una última vez antes de abandonar la habitación.Nada más quedarse a solas, Jason y Wi
ActualidadJason había terminado de vestirse y estaba revisando sus armas, cuando tocaron a la puerta. Pensó que era Wade para informarle que todos los soldados estaban listos para irse a la guerra. Cuando Camille abrió y se hizo a un lado para dejar pasar a la persona que estaba del otro lado en el pasillo, se sorprendió de ver a su abuelo apoyado en un bastón.—No le hagas reclamos a tu hermano, sabes que en muchas ocasiones encuentro la verdad cuando me ocultan alguna información, ¿puedo pasar? —Bennett seguía en el pasillo, ni siquiera se puso debajo del marco de la puerta.Con una inclinación de cabeza, Jason lo invitó a entrar. No estaba seguro del objetivo de Bennett con su visita, su último encuentro no había terminado bien.Los dos hombres se miraron a los ojos en silencio. Retándose con la mirada. Esperando que el otro hablara primero.Camille sentía la tensión en el aire, era casi palpable. Su corazón se aceleró por la espera de ver qué sucedería a continuación. Sin embargo
Dos horas después, Jason esperaba a dos calles de la mansión de la familia Thrasher, la confirmación de Wade donde le decía que ya estaba listo para irrumpir en la casa de la familia Marston. La señal llegó cinco minutos después. Mientras Wade y sus hombres volaban por los aires la puerta principal e ingresaban dentro de la casa, Jason hacía lo mismo abriendo la cerradura.Una sonrisa irónica se dibujó en sus labios cuando vio la sorpresa grabada en los rostros de los tres miembros familiares que compartían una taza de café en el salón. Luego, el miedo remplazó la sorpresa, haciendo que se les secara la boca y tuvieran problemas para tragar. Segundos después llegaron las ganas de salir huyendo y escapar.—Tú estás muerto —Marcia seguían sin creer que estuviera allí, no lograba procesar que hubieran fallado en su intento de muerte y lo tuvieran allí, como un ángel negro listo para tomar venganza.—Para tu mala suerte, estoy bien vivo, con la salud suficiente para llegar a los cien años
—Tú estás vivo, la impostora también, el mocoso enfermo tampoco ha muerto. Así que no, mi padre no me dio lo que deseaba, como dice mi madre, no merece nada de nosotras.La respuesta era muy cruel, incluso para él, siendo quien era, nunca le deseó la muerte a ninguno de sus familiares. La insensibilidad de las dos, lo dejaba helado. Sin embargo, tuvo que reír cuando le preguntaron cuando las dejaría ir.—No van a ir a ninguna parte, se quedará ahí donde están.—Yo necesito mis medicamentos, no puedes dejarme aquí por más tiempo —protestó Marcia.—¿Recuerdas que el hijo de Camille necesitaba una cirugía de urgencia y tú te negaste a pagarle el dinero que le prometiste por hacerse pasar por tu hija?, pues, imagina que era Darrin y yo soy Marcia Thrasher, no tendrás nada de mi parte.—¡Voy a morir! —exclamó indignada.—Es la idea —le dijo Jason con ironía—. Estaremos aquí el tiempo que haga falta. Pero morirás en agonía.En ese instante, Marcia compendió que era su fin, pero no quería ac
Una semana después Camille caminaba nerviosa hacia la consulta del médico. Ese día le confirmarían si había funcionado el tratamiento posterior. Después de más de dos meses de postoperatorio, que incluyó sesiones de radiación, fisioterapia y revisiones, la resonancia magnética que le realizaron mostrarían si estaba libre del tumor o había vuelto a salir. —El resultado será positivo a nuestro favor, ese resultado será negativo —Jason le dio ánimo, mientras caminaba a su lado. —Sé que así será, pero no puedo evitar sentir miedo —había pasado tanto con su hijo por culpa de esa enfermedad, pero era inevitable sentir aprensión por el resultado. Cuando llegaron a la oficina del galeno, los nervios aumentaron. El corazón comenzó a latir apresurado y llegando a sentir taquicardia. Las manos le sudaban al momento de sentarse frente al escritorio. —Doctor, necesito que sé franco, no se vaya por las ramas, no saber la verdad, me hará más bien que mal —pidió Camille viendo que el hombre se m
Meses después Mientras Camille acomodaba la ropa de bebé en la habitación destinada para su hija en la casa que Jason construyó para ellos, rompió la fuente. Cuando sintió el líquido correr por sus piernas, se asustó pensando que era sangre por un aborto. Suspiró aliviada cuando se dio cuenta de que era líquido amniótico. Con mucha calma, como le enseñaron en las clases del curso prenatal, se dirigió al baño, se dio una ducha caliente, buscó el bolso con las ropas de bebé y cuando tenía listo todo, llamó a Jason. Él, sin embargo, olvidó todas las clases, hacía las cosas apresuradas, como si la bebé se fuera a salir de solo mirar a Camille. En su nerviosismo tomó la moto para llevarla al hospital, se dio cuenta de la locura cuando ella comenzó a reír. Cuando subieron al vehículo correcto, las mejillas De Jason estaban sonrojadas. Sentía un poco de vergüenza, él no era ni siquiera una persona torpe. —Toma las cosas con calma, no hace mucho comenzaron las contracciones —le dijo ella