Pamela no dijo nada, ella ya se esperaba que él no la tratara bien después de haber pasado su primera noche juntos, ahora se quedará sola y le tocará lidiar con aquella practicante que a cada momento pregunta que a qué hora va a llegar el jefe.
— Ponte a hacer lo que te he indicado y deja de estar al pendiente de lo que mi marido hace o no hace, ese no es asunto tuyo. —Le regañó Pamela, después de tanta preguntadera por parte de la chica.
Pasaron dos días y Taylor no regresa, los suegros llegaron a visitar a Pamela y esta les comentó que está preocupada porque hace unos días él se marchó sin decir a donde y ahora no sabe nada sobre él porque ni sus llamadas le atiende.
— No te preocupes, querida nuera, mi hijo se encuentra bien y hoy me ha llamado para que tome su lugar en la empresa porque… él no regresará pronto de su viaje. —Le comunicó su suegro, el señor Brandon.
— ¿Cómo así? —Preguntó Pamela, casi yéndose para atrás por la noticia.
— Lo siento, mi niña, pero tu esposo se ha marchado y ha renunciado a la presidencia en la empresa. Ha dicho que no tiene una fecha de retorno, sin embargo, no nos ha querido hablar sobre sus motivos para huir así de repente.
¿Tú estás al tanto de ello? —Preguntó su suegra.
Pamela tuvo miedo de contarles a los señores que su hijo la compró para que fuera su esposa.
— Y ahora, ¿Qué va a pasar conmigo?
Quiso saber Pamela, pues, su esposo se ha marchado y ha decidido abandonarla prácticamente porque ni siquiera le ha dado esperanza de que seguirán juntos.
Sus suegros son muy atentos y la adoran, le pidieron que siga trabajando y que en su momento se sabrá lo que ocurrirá con su matrimonio, el cual ellos saben que fingieron amarse y ahora ha quedado demostrado que todo fue una mentira.
Los señores se marcharon y ella se quedó llorando en su cama, abrazó la almohada de su esposo y se regañó a sí misma por haberse enamorado de esa calaña que solo la hizo feliz una noche y luego se marchó sin antes dar una explicación.
Dos meses han pasado y Taylor aún no se ha comunicado con Pamela, ella les dijo a sus suegros que quiere renunciar a su trabajo e irse para otro lugar en donde nada le recuerde que está casada, sin embargo, ellos le dijeron que no lo hiciera porque se sentía bien tenerla de cerca en su familia, aunque el idiota la haya abandonado.
El padre de Taylor es quien ha tomado nuevamente las riendas de su imperio, aunque ya es un viejo que se siente aburrido de los números, sin embargo, tiene a su lado como mano derecha a la mejor contable que pueda existir, Pamela.
Ella es una asistente que en poco tiempo ha aprendido demasiado y le facilita mucho el trabajo a su suegro, ahora la mayor parte de responsabilidades recaen sobre su persona, y sus cuñados están muy satisfechos con ello.
Algo que puso furiosa a Pamela fue cuando la practicante le comentó que había hablado por teléfono con Taylor y que él le había ofrecido un puesto de trabajo en esa empresa para cuando él vuelva, ella esté allí esperándolo.
Sí, es una completa descarada que no tiene consideración por los demás, y peor por una mujer que ha sido dejada a su suerte. Finalmente, y con esa confesión, Pamela se deshizo del currículo de la chica y por tal razón nunca se comunicaron con ella para confirmarle su trabajo.
— Querida, he traído torta de chocolate para que comamos mientras tenemos una plática de mujer a mujer. —Dijo su suegra, colocando dos bandejas en el escritorio de Pamela, haciendo que ella se ponga nerviosa porque ya sospecha sobre lo que ella le preguntará, el contrato.
— Qué rico, me encanta la torta de chocolate, aunque, solo la he comido pocas veces porque nunca he tenido dinero de sobra. Gracias por compartir conmigo algo que me fascina, mmm, esta torta se ve muy deliciosa. —Agradeció Pamela, sin embargo, al acercarse el primer trozo a la boca, sintió una cosa horrible y corrió al baño y vomitó. Su suegra sonrió satisfecha y la acompañó.
— Querida nuera, hablaré con mi esposo para que te dé el día libre y podamos ir al médico, no me agrada verte enferma. —Propuso la señora Valquiria, fingiendo la enorme felicidad que siente en este momento por algo que ha descubierto en la basura y que, seguro, Pamela se lo intenta ocultar.
— Estoy bien, señora, no es para ver al médico, el desayuno lo comí tarde y eso me ha afectado. —Mintió Pamela, en el momento que su suegra se ofreció a llevarla a una clínica.
Con la negatividad de Pamela, volvieron a la oficina y la señora le ayudó a llegar a la silla para que se siente y se le pase la reacción, dijo que se deshará de las bandejas para que ella no vuelva a sentir asco, pero hay algo que la tiene inquieta y es por eso que le pidió permiso a Pamela para ir al baño.
— Lo siento, querida, creo que al verte vomitar me han dado ganas a mí también. —Mintió, logrando que Pamela se sienta tan avergonzada que mejor se inclinó sobre el escritorio para esconder su rostro.
La señora Valquiria recogió la prueba de embarazo que vio en el basurero cuando entró a preguntar si estaba bien, le tomó una fotografía y se la envió a su esposo. Para mayor seguridad también la guardó en el bolsillo de su pantalón y salió del baño ocultándola. Le dijo a su nuera que su asco ha pasado y que la dejará sola para que siga trabajando.
— Voy a estar en la oficina de mi esposo, si me necesitas no dudes en llamar.
— Estaré bien, señora, ya lo verá. —Le respondió Pamela.
La señora salió sin decir más, con gran emoción la recibió su esposo en la oficina, él ya ha visto la imagen que le envió y están muy felices por esas dos rayitas que se marcan muy bien en la prueba de embarazo.
— Esta es la causa por la cual las caderas de mi nuera están más anchas y su rostro pálido, te dije que ella está embarazada y por eso traje la torta de chocolate para comprobar mis sospechas. —Comentó la señora Valquiria.
— ¡Un nieto está a punto de llegar y lo tenemos que celebrar! —Exclamaron los abuelos en una sola voz.
Pamela se encuentra nerviosa, no encuentra a manera correcta de decirles a sus suegros que está embarazada. Ha intentado varias veces más llamarle a su esposo para darle la noticia a él primero, pero es lo mismo, no obtiene respuesta. Ella ya se ha resignado a que él no vuelva por ella, total desde su inicio la odió y solo ha sido un contrato, su afecto fingido.— Pamela, necesito que me acompañes a un viaje en el extranjero. —Le informó su suegro, mediante una llamada a su celular.— ¡Qué! —Exclamó ella, con preocupación.— ¿Qué pasa? Por qué te sorprendes, eres mi mano derecha y necesito que vayas conmigo.— Lamento reaccionar así, señor. Lo que sucede es que… eh, yo no estoy bien del estómago y volar me hará mucho mal.— Oh, no te preocupes por eso, querida. En el camino al aeropuerto compraremos unas pastillas para controlar las náuseas y asunto arreglado.Pamela no tiene otra opción, tendrá que aceptar viajar con su suegro y jefe, ella no quiere comentar sobe su embarazo y deberá
Pamela se siente humillada y no desea volver a saber nada de la familia Morotova, su suegro la trajo hasta Taylor bajo engaños, eso no se lo perdonará al señor y ahora mucho menos quiere saber de su esposo traidor. Pero en parte agradece que todo haya sucedido así, pues ella pudo ver con sus propios ojos y comprobar de primera mano que él no la necesita en su vida, ni siquiera como un contrato.Él ya tiene su reemplazo, una dama muy hermosa que no se compara a su baja estatura y cabello negro alborotado, esa es la razón por la cual ni siquiera se ha molestado en comunicarse con ella desde aquella mañana que la dejó en casa después de una noche apasionada.Taylor sacó su teléfono para enviar un correo electrónico a un lugar en donde lo esperan dentro de dos horas, justo en ese momento entró una llamada de su amigo que es médico y al responder se llevó la noticia de su vida, casi se desmaya cuando la escuchó y su mente tardó un poco en procesarla, pero al final valió la pena y agradeció
Taylor llevó junto con él a su esposa, al verlo entrar de la mano de una bella chica a la clínica todos se quedaron sorprendidos, y mucho más cuando él la presentó como su esposa. Llegó tarde a su cita médica, pero eso no ha sido un inconveniente para que le brinden atención médica, saben que tiene dinero y es capaz de comprar ese hospital con tal de que lo atiendan este mismo día.— Qué raro, aquí los médicos te saludan como si ya te conocieran. —Comentó Pamela.— Pronto sabrás el motivo, es probable que la noticia te deje un sabor amargo por el impacto, o quizá, ni siquiera te importe por lo que yo estoy atravesando. —Habló Taylor, con tranquilidad.— Cómo te atreves a decir eso, creo que tus mareos se deben a una debilidad que estás desarrollando.— Es probable que sea así, o puede ser que sea algo peor. En fin, no te preocupes, recuerda que tú no tienes una buena impresión de mi persona porque desde que te conocí te he tratado de la patada, es muy entendible y aceptable si decides
Taylor está contento con el apoyo que su esposa le está brindando, él ya le pidió que no se lo haga saber a la familia hasta que ya todo haya pasado. Sin embargo, Pamela no está de acuerdo con esa decisión y le ha dicho que en cualquier momento él mismo tendrá que hacerlo para que ellos estén al tanto de su estado de salud y por ende preparados para cualquier resultado.— Pamela, ¿te sientes cómoda aquí en el hotel, o quieres que compre una casa para hospedarnos durante el tiempo que estemos aquí? ―Preguntó Taylor, ahora está dispuesto a hacer lo que sea con tal de que ella se sienta la reina de su vida.― No tengo problema al estar en este hotel, toma tú la decisión y yo estaré de acuerdo con lo que decidas. ―Le responde Pamela, sintiéndose orgullosa del cambio que ha logrado hacer en su esposo, que antes se comportaba como un patán y ahora es todo un amor.Pamela prefiere estar en una casa en la cual pueda cocinar deliciosos bocadillos para su esposo, ella ama preparar inventos culi
Dentro de un día se le hará el procedimiento a Taylor, junto a Pamela ya están preparando una maleta porque desde hoy deberá de estar interno en la clínica para cumplir con las veinticuatro horas que se recomiendan de no ingerir alimentos.A Taylor le preocupa el hecho de morir en el intento de salvarse, sin embargo, ahora le consuela saber que su hijo quedará en buenas manos con su familia, además, las empresas que él ha estado administrando seguirán funcionando de lo mejor.― Amor, no olvides que esto lo estoy haciendo por ti y nuestro hijo. Has sido tan buena conmigo que no me has abandonado desde que te enteraste de mi enfermedad.― Todo saldrá bien, cariño, volverás a casa con tu familia y seguirás siendo el mismo de antes.― Volveremos, te recuerdo que tú también eres parte de mi familia y la única que ha estado en mis malos momentos, aunque yo no lo merezca. Además, ya no seré el mismo, ahora seré una mejor persona por ustedes.Pamela asintió con su rostro emocionado, sin embar
Los padres de Taylor llegaron unas horas después de que Pamela les avisó que su hijo estaba siendo intervenido quirúrgicamente. Ellos tenían la plena seguridad de que encontrarían a su nuera muy destrozada.Sin embargo, se sintieron tristes y decepcionados al ver que ella no estaba. Pero luego pensaron que se había ido a descansar al hotel, entonces la dejaron pasar.― Familiares del paciente Taylor Morotova, ¿se encuentran aquí? ―Preguntó una enfermera, justo después de que los señores llegaron.― Sí, dígame, señorita. ―Respondió la madre de Taylor, al mismo tiempo lo hizo Sandy.― ¿Y tú, quién eres y por qué te haces pasar como familiar de mi hijo? ―Reclamó la señora Valquiria con molestia y sorpresa.― Soy su mujer. ―Respondió con altanería Sandy, como si ella fuese la más importante en la vida de Taylor.― ¡Cómo! ―Exclamaron al mismo tiempo los señores Morotova, llenos de sorpresa, confusión y furia.― Señores, estoy aquí para darles noticias sobre el paciente ―Les interrumpió la
En otro lugar del mundo, Pamela y su prima tienen una tarde de charla y es hasta entonces que ella se ha abierto a contarle el verdadero motivo por el cual decidió huir de su esposo.― ¿Qué harías si te encuentras con tu esposo y te quiere quitar al bebé? ―Pregunta la prima de Pamela.― Si en estos meses no me ha buscado, ¿tú crees que tengo la posibilidad de un día encontrármelo por accidente?, no, no lo creo, así es que por esa parte no me preocupo.Responde Pamela, ella se siente decepcionada cada vez que recuerda a su esposo y le pide a Dios que el bebé no se parezca al padre sino a ella.Sin embargo, tres semanas después sucedió lo que ella tanto temía. El bebé nació y es idéntico a su padre, Taylor ha marcado muy bien su pinta de hombre guapo y eso a Pamela le desespera porque tendrá que ver prácticamente todos los días a su esposo en el rostro de su hijo.…Un mes después, Sandy también dio a luz a una hermosa niña, la familia demuestra alegría por la llegada de la nueva integr
Sí, después de cuatro años, los esposos se han reencontrado y ahora se están viendo directo a los ojos y se han quedado sin palabras.Cada uno en su mundo de pensamientos, con la diferencia de que a uno se le nota en sus fosas nasales que resopla de molestia y la otra tiembla de miedo. Lo cierto es que en ambos ha vuelto a florecer aquel amor que un día sintieron por el otro y que creyeron haberlo olvidado con el tiempo.― ¿En qué le puedo ayudar a la niña, señor? ―Preguntó muy profesionalmente, cortando toda aquella tensión que se ha formado dentro del consultorio.― Eh, sí, bueno, ella es mi hija y tiene un historial de neumonía. Ahora se siente cansada y estoy muy preocupado. ¿Es posible que la puedas atender? ―Quiso saber, temiendo que ella no lo quiera hacer por ser su hija.― Claro que sí, señor, para eso estoy aquí, para ayudar a todos los niños.― ¿Por qué me dejaste, Pamela? ―Cuestionó de repente.― Estoy en mi centro de trabajo, por favor no me interrumpa hablando de asunto