Esa noche Pamela no quería dormir al lado de su esposo, no se siente capaz de estar junto a él y no desear sus besos y caricias. Quiso ir a la habitación del pequeño Esteban, pero justo en el momento en el que ella abrió la puerta se dio cuenta de que la chica atrevida estaba merodeando por el pasillo que da a sus habitaciones.Sus celos fueron tan grandes y posesivos que la dominaron por completo, dio un paso atrás, cerró la puerta con cuidado y regresó a la cama con su esposo que está leyendo un libro.Ella no va a permitir que una oportunista le quite al hombre que adora, no señor, ella no le volverá a dejar el camino libre a otra como lo hizo en el pasado con Sandy.― ¿Qué ha pasado querida?, estaba a punto de llamar a Linda para que me preparara una taza de té y me la trajera. ¿No te importa, verdad?― ¡Qué! Tú te atreves a hacer eso y juro que los mato a ambos.Iré yo misma a traer lo que necesitas, no es necesario que le hables a ese bicho de alcantarilla que se anda merodeando
Mientras el esposo hace lo posible para enviar a su esposa a la habitación, esta se empeña en quedarse junto a él hasta el amanecer. Situación que está poniendo de malhumor a Taylor, ya que quiere definitivamente cerrar ese ciclo de su relación, así como ella se lo pidió y está dándose palabras de aliento en su interior para solicitar a su abogado el acta de divorcio y entregarlo a Pamela, así finalmente su relación se acabará más no el amor por su hijo.Sin embargo, ahora ella misma es la que le suplica que no la ignore y hace lo posible para que él le preste atención después de haberle dicho e insinuado que no quiere tener nada que se trate de amor.― El cielo está muy bonito esta noche, me encanta ver a las estrellas y más cuando los aviones viajan de noche y se puede apreciar la luz que les persigue. ―Comentó Pamela con su mirada directa al espacio.― Ujum. ―Fue la respuesta que recibió por parte del frío hombre.― Mira, una estrella fugaz, pidamos un deseo, dicen que estos se cum
Fue tremendo susto el que se llevaron los padres del pequeño Esteban cuando este les habló y luego desapareció. La pareja estaba desesperada, en medio de la noche salieron a buscarlo y por suerte lo encontraron en la habitación de ellos mismos. El pequeño había llegado en su búsqueda y pronto se quedó dormido, por tal razón no les volvió a responder.― Juro que al despertar lo castigaré, estas bromas no se le hacen a una madre que pasa en constante miedo de que algo malo le suceda a él. ―Se quejó la madre llena de angustia y molestia.― Ya deja de llorar amor mío, lo importante es que nuestro hijo está bien y no le ha pasado nada de lo que temíamos. ―Le consuela su esposo.― Me preocupé, pensé que tu amante nos había encontrado y se lo había llevado.― Eso no pasará, ella no sabe de la existencia de este lugar, jamás cometí el error de mostrarle mis bienes privados.Ven, recostemos unas horas, pues ya nuestro hijo nos ha quitado la calentura que nos traíamos por comernos. ―Bromeó Tayl
Diez años más tarde...La familia Morotova - González ha crecido un poco más en el transcurso de los años. Ahora ya no solo es Esteban el único hijo del matrimonio.Se han sumado dos niñas más, ellas son las princesas más consentidas del planeta y las personas a las que su hermano mayor cela con locura, aunque solo tengan ocho y seis años de edad.El sueño de Esteban es convertirse en oficial de las Fuerzas Armadas en el futuro. Él dice que no le agrada el asunto de los negocios y que no está dispuesto a ser el CEO de las empresas que su padre posee.Los padres de Taylor ya no están con ellos, hace dos años perdieron la vida en un accidente de tránsito en el sur de la ciudad. Ese fue un duro golpe para todos, sus nietos lloraron mucho su muerte y hasta el sol de hoy los siguen recordando y extrañando.Pamela sigue siendo la directora de su propio hospital y la Pediatra más solicitada de todo el país, aunque su esposo Taylor le pide que se retire y descanse, sin embargo, ella se empeña
Luego de haber tenido la discusión con el hombre que pretendía llevarse por la fuerza a la joven, Esteban la llevó al lavabo para que se refrescase un poco el rostro y limpiara las lágrimas que estaban brotando de sus lindos ojos.―Gracias por ayudarme, temía que me hicieras a un lado y él tomara ventaja contra mí. ―agradeció, sintiéndose avergonzada pero contenta.―¿Quién es ese tipo y por qué te trata de esa forma?―Él fue mi pareja por un tiempo, hace unos días decidí separarme de él porque…Ella susurra y guarda silencio.―Dime, ¿por qué lo habéis dejado?―Ya no soportaba sus maltratos hacia mí, pero él no lo acepta y pretende que vuelva a casa y hacer como si nunca ha pasado nada.Confesó Dania, jugando nerviosamente con los dedos de su mano.―Menudo imbécil con el que te metiste, niña tonta.―No me juzgues tan fácil, yo no estuve con él por mi cuenta. Mi madrastra me vendió y desde entonces he vivido a su lado.―Lo siento mucho, ahora veo que tienes una vida muy complicada.―Yo,
Lo que Esteban temía sucedió, Dania se levantó muy temprano y casi se va de golpe al suelo cuando observó la cantidad de hombres haciendo ejercicio en la cancha.Ella corrió a encerrarse a la habitación sin siquiera entender o preguntar qué es lo que está sucediendo.―Permiso para hablar mi capitán. ―dijo uno de los soldados.―Adelante recluta. ―respondió Esteban.Y es que aunque estén fuera de las instalaciones del batallón, ellos siempre deben hablarle con respeto a su oficial.―Una chica se asomó por la ventana y al observarnos se ha retirado.―¡Entendido! ―Permiso para retirarme, oficial.―Regrese a su puesto de entrenamiento.Sin importarle dejar abandonado a su equipo, Esteban corrió hacia la casa en busca de la chica, quiso abrir la puerta de la habitación; sin embargo, ahora ella se ha encerrado bajo llave.―Dania, por favor, abre la puerta y hablemos. Sé que ya has salido y nos has visto, ahora necesito explicarte.―Dónde está tu esposa, me dijiste que ella llegaría
El corazón de Dania late acelerado, y, es posible que hasta el causante de ello lo sienta sobre el pecho.―Y ahora, ¿qué opinas sobre mí? ―preguntó Esteban, sin alejarse de ella.―Este... yo... ah, la comida se ha quemado por tu culpa. ―dice la chica y corre.―¡Dania!―Auch, se quemó por completo, por favor vete y deja que vuelva a cocinar, de lo contrario no habrá desayuno para nadie.Ella habla sin saber lo que dice, pues, la estufa ni siquiera está encendida y ella aduce que la comida se le ha echado a perder. Está nerviosa y su voz la delata, sus manos tiemblan, todo su cuerpo tiembla y sus labios aún siguen adormecidos por el largo beso que han recibido.―Dejaré que te recompongas unos minutos, te espero en la sala para que me digas de qué se trata ese asunto tan importante.Por favor no tardes en llegar, en una hora saldré con mi comando y no quiero dejar pendientes por resolver.―No vayas, te lo suplico, no vayas si no quieres salir lastimado.―De qué hablas.―Perdón, alcancé a
Después de haber protagonizado una lamentable escena frente a muchas personas, ahora Dania se siente muy avergonzada.El médico les dijo que no hay de qué preocuparse, lo que les quiso decir anteriormente fue que lamentablemente su jefe no los quería ver a ellos sino que a la chica llamada Dania. Eso fue lo que ella malinterpretó y se puso a llorar como loca porque creyó lo peor de la historia; que había perdido la vida, su salvador.―Haber iniciado diciendo eso. ―Susurró ella con su mirada puesta en el suelo.―Hemos trasladado al señor Morotova a una sala de recuperación, puede ir a verle si está en condiciones. ―Le dijo a Dania.Ella secó sus lágrimas y se marchó sin voltear a ver a nadie. Mientras atrás queda el comando, cada uno sonriendo en su interior, ellos están contentos porque su oficial se ha enamorado y tal vez así ya no sea tan estricto con ellos.―Hola. ¿Puedo pasar? ―Claro que sí, te estaba esperando.―¿Cómo te sientes?―Estoy bien, ahora que has venido me encu