Sandy está furiosa, Taylor le ha dado una orden y sabe que la tiene que cumplir lo antes posible porque él no está bromeando. Ella le suplicó que no la alejara de él, incluso puso como escudo a su hija, sin embargo, la respuesta que recibió de Taylor no le agradó y su mundo se derrumbó.― Haremos una prueba de paternidad, si tu hija es mi hija, recibirá ayuda económica, de lo contrario verás que haces con tu vida.― ¡Cómo puedes decirme eso! Hemos sido felices durante estos años y solo fue que apareciera esa mujer y tú cambias de repente. ―Se queja Sandy, no aceptando la idea de hacerle la prueba de paternidad. ¿Será que no le conviene?Taylor le reclamó por haber inventado los mensajes que le mostró a Pamela, todas esas conversaciones eran falsas y ese fue el detonante para que Pamela decidiera huir. Sin embargo, Sandy niega todas las palabras vertidas por Pamela e intenta tergiversar todo.Ese mismo día los padres de Taylor se enteraron de que su hijo está hospitalizado y entonces s
Taylor hizo que su padre confesara el motivo por el cual considera inocente a Sandy, él cree que ellos son amantes y ha estado engañando a la señora Valquiria. Sin embargo, su padre sonrió y les dijo que lo hace porque no quiere que se levante y se lastime por andar detrás de una mujer, además desde antes de que Taylor se lo pidiera él ya había dado la orden para que la buscaran.Días después― Taylor es necesario que te vayas a tu país, ya llevas un buen tiempo aquí y sabes que entre el trabajo y mi hijo a mí no me queda espacio para cuidar de ti. ―Reclama Pamela.― No es necesario que tú lo hagas, yo puedo solo o la niñera me ayuda a alcanzar la comida. Bueno, en algunos casos nomás es que necesito de ti. ―Se defendió entre sonrisas.― Sí, por eso te lo digo, ya no soporto estar llevándote al baño y ayudarte a … A desnudarte cuando ese no es mi trabajo.― ¿Por qué no? Eres mi esposa y te agradeceré siempre de que estés para mí, o será que sientes ganas de que hagamos algo cuando me
Tal y como Pamela se lo pidió, Taylor no amaneció en casa la mañana siguiente y ella se sintió un poco triste porque ya se estaba adaptando a su presencia. No digamos el pequeño Esteban, este al solo despertar corrió a la habitación de su padre a buscarlo para jugar. El bebé no sabe que Taylor es su papá, él lo llama como su amigo de juegos y eso le duele a Taylor porque anhela que él sepa, que cuenta con su apoyo incondicional.― Señora Pamela, el señor no ha bajado a desayunar. ―Le informó la chica que le ayuda a cuidar de su hijo y también ya se estaba acostumbrando a que en cada comida él les acompañara en la mesa, aunque Pamela estuviera en su trabajo.― Él ya se ha marchado. ―Respondió secamente Pamela, pues quizá le molesta que se haya ido tan pronto como ella se lo ordenó.― Qué mal, el señor es muy buena onda. ―Comentó la chica, haciendo un puchero.― ¿Qué dices? Por qué preguntas tanto por ese hombre, ¿acaso te gusta?Pamela está indignada y sorprendida de que esa chica se l
Los señores Morotova se niegan a creer que su hijo Taylor haya raptado al pequeño Esteban. Ellos alegan que es un error y que pudo haber sido alguien más que le quiere hacer daño a Pamela.― Quizá algún amante suyo está molesto porque ahora su esposo ha aparecido y quiera tomar acciones al sentirse engañado. ―Comenta el señor Brandon Morotova.― Entonces, ¿cómo justifica el hecho de que Taylor no le atienda las llamadas?Claro, el flamante idiota debe de ir en camino a saber para donde con mi bebé y ustedes defendiendo sus fechorías. ―Reclama con desesperación.Los padres de Taylor, al nomás enterarse de la desaparición de su nieto, han tomado vuelo de inmediato para la casa de Pamela, les acompaña un grupo de hombres miembros de su seguridad para comenzar con la búsqueda del pequeño si este no aparece en el lapso de unas horas.― No te preocupes, mi nieto volverá a ti y si es así como tú lo dices, yo mismo me encargaré de darle su merecido al idiota de Taylor. ―Prometió el señor Bran
Taylor asegura que ya tiene una idea de quién es la mujer que le ha estado ventilando información privada de su pequeña familia, sin embargo, Pamela dice que eso es imposible.― Dime, ¿de quién sospechas? Quiero saber si coincidimos con nuestros pensamientos. ―Indaga la chica.― Sin temor a equivocarme, la niñera es la única persona sospechosa que se me viene a la mente. Ella es la que pasa más tiempo en casa y con nuestro hijo, supongo que nadie más entra allí, ¿verdad?― Yo soy una mujer muy celosa de la intimidad de mi casa y mi hijo, si yo no me encuentro nadie puede entrar y eso lo tiene claro la niñera. Es por eso que debes descartar esa opción, además, la chica estaba muy asustada cuando se llevaron a mi hijo y no creo que siendo sus compinches la hayan molestado.― Es lo que te digo, ella nos vendió y tú le sigues creyendo el cuento de las amenazas. ―Insiste Taylor.― Estás loco Taylor, ahora no hayas a quien culpar después de haber intentado robarte a mi bebé, a lo más preci
Pamela se siente fatal, su hijo al que siempre ha cuidado desde su vientre, ahora llora por Taylor, es como si la sangre supiera que él es su padre. Ella hubiese deseado que Taylor nunca los haya encontrado, estarían llevando su vida de manera normal como lo era antes.Tristán, el hermano de Taylor, se quedó junto a Pamela durante la noche. La consoló diciendo que por ahora no le prohíba la visita del niño a su padre y que él tiene derecho a saber la verdad para que pueda estar tranquilo.― ¿Cómo quieres que de buena manera le diga a mi hijo que ese hombre al que él considera su amigo, es su padre? ―Rezonga la joven ― Él está pequeño y no entenderá nada, más bien lo que vamos a lograr es que se quede confundido.― Cuñada…― No estoy de acuerdo, esa es una decisión muy mía y no quiero que ninguno de ustedes se meta en ella. Además, ¿por qué me sigues llamando cuñada? Tu hermano y yo ya no somos nada, lo entiendes.― Está bien que no quieras nada con mi hermano, pero te recuerdo que nos
A petición de Taylor, el pequeño Esteban se quedó haciéndole compañía mientras la madre entra a cubrir su turno en la misma clínica.― No te atrevas a huir y llevarte a mi hijo nuevamente. ―Le advirtió la joven antes de marcharse y confiar su hijo al padre de él.― Vamos cariño, sigues insistiendo en que yo soy el culpable. ―Se queja su todavía esposo.― Papá, mi mamá ha estado muy triste en casa y ahora la veo sonreír de nuevo. Creo que ella se alegra de verte y por eso sonríe. ―Comenta el pequeño a los pocos segundos de que su madre saliera de la habitación.― ¿Papá? ¡Me habéis dicho papá! ―Reaccionó con gran emoción el joven Taylor.― Sí, le he dicho a mi madre que me gustaría que seas mi papá.― ¿De verdad? ¿Y ella qué te respondió? ―Preguntó con inquietud al sentirse desesperado como si fuera un adolescente.― Que no puedo llamarte papá, porque solo somos amigos y tú te puedes molestar y me dirás que no soy tu hijo. Pero es que tú me agradas mucho y me gustaría tener un papá como
Taylor sigue frecuentando la casa de su pequeña familia, ahora prácticamente no quiere salir de ella para no estar separados. El pequeño Esteban tomó con mucha emoción la noticia de que el hombre que se ha portado tan bien con él sea su verdadero padre y ahora ambos le suplican a Pamela para que se vayan a vivir juntos, sin embargo, ella aún se niega, aunque se prometió así misma colaborar por el bien de su hijo.― Cariño, sigo desconfiando de esa niñera, no me da buena impresión y temo que nuestro hijo esté en peligro. ―Repitió Taylor.― Por favor, Taylor, deberías de verla de otra forma. Ella es muy atenta con nuestro hijo, se nota que le tiene mucho aprecio y eso es lo que a mí me importa.― Pues lo siento, pero no me convence, la mantendré vigilada y verás que tengo toda la razón.― Eso significa que no te irás pronto a tu país ¿Qué está pasando con tus empresas?― He renunciado a ellas, ahora mi hermano es quien se está haciendo cargo de los negocios.¿Recuerdas el motivo por el