Los señores Morotova se niegan a creer que su hijo Taylor haya raptado al pequeño Esteban. Ellos alegan que es un error y que pudo haber sido alguien más que le quiere hacer daño a Pamela.― Quizá algún amante suyo está molesto porque ahora su esposo ha aparecido y quiera tomar acciones al sentirse engañado. ―Comenta el señor Brandon Morotova.― Entonces, ¿cómo justifica el hecho de que Taylor no le atienda las llamadas?Claro, el flamante idiota debe de ir en camino a saber para donde con mi bebé y ustedes defendiendo sus fechorías. ―Reclama con desesperación.Los padres de Taylor, al nomás enterarse de la desaparición de su nieto, han tomado vuelo de inmediato para la casa de Pamela, les acompaña un grupo de hombres miembros de su seguridad para comenzar con la búsqueda del pequeño si este no aparece en el lapso de unas horas.― No te preocupes, mi nieto volverá a ti y si es así como tú lo dices, yo mismo me encargaré de darle su merecido al idiota de Taylor. ―Prometió el señor Bran
Taylor asegura que ya tiene una idea de quién es la mujer que le ha estado ventilando información privada de su pequeña familia, sin embargo, Pamela dice que eso es imposible.― Dime, ¿de quién sospechas? Quiero saber si coincidimos con nuestros pensamientos. ―Indaga la chica.― Sin temor a equivocarme, la niñera es la única persona sospechosa que se me viene a la mente. Ella es la que pasa más tiempo en casa y con nuestro hijo, supongo que nadie más entra allí, ¿verdad?― Yo soy una mujer muy celosa de la intimidad de mi casa y mi hijo, si yo no me encuentro nadie puede entrar y eso lo tiene claro la niñera. Es por eso que debes descartar esa opción, además, la chica estaba muy asustada cuando se llevaron a mi hijo y no creo que siendo sus compinches la hayan molestado.― Es lo que te digo, ella nos vendió y tú le sigues creyendo el cuento de las amenazas. ―Insiste Taylor.― Estás loco Taylor, ahora no hayas a quien culpar después de haber intentado robarte a mi bebé, a lo más preci
Pamela se siente fatal, su hijo al que siempre ha cuidado desde su vientre, ahora llora por Taylor, es como si la sangre supiera que él es su padre. Ella hubiese deseado que Taylor nunca los haya encontrado, estarían llevando su vida de manera normal como lo era antes.Tristán, el hermano de Taylor, se quedó junto a Pamela durante la noche. La consoló diciendo que por ahora no le prohíba la visita del niño a su padre y que él tiene derecho a saber la verdad para que pueda estar tranquilo.― ¿Cómo quieres que de buena manera le diga a mi hijo que ese hombre al que él considera su amigo, es su padre? ―Rezonga la joven ― Él está pequeño y no entenderá nada, más bien lo que vamos a lograr es que se quede confundido.― Cuñada…― No estoy de acuerdo, esa es una decisión muy mía y no quiero que ninguno de ustedes se meta en ella. Además, ¿por qué me sigues llamando cuñada? Tu hermano y yo ya no somos nada, lo entiendes.― Está bien que no quieras nada con mi hermano, pero te recuerdo que nos
A petición de Taylor, el pequeño Esteban se quedó haciéndole compañía mientras la madre entra a cubrir su turno en la misma clínica.― No te atrevas a huir y llevarte a mi hijo nuevamente. ―Le advirtió la joven antes de marcharse y confiar su hijo al padre de él.― Vamos cariño, sigues insistiendo en que yo soy el culpable. ―Se queja su todavía esposo.― Papá, mi mamá ha estado muy triste en casa y ahora la veo sonreír de nuevo. Creo que ella se alegra de verte y por eso sonríe. ―Comenta el pequeño a los pocos segundos de que su madre saliera de la habitación.― ¿Papá? ¡Me habéis dicho papá! ―Reaccionó con gran emoción el joven Taylor.― Sí, le he dicho a mi madre que me gustaría que seas mi papá.― ¿De verdad? ¿Y ella qué te respondió? ―Preguntó con inquietud al sentirse desesperado como si fuera un adolescente.― Que no puedo llamarte papá, porque solo somos amigos y tú te puedes molestar y me dirás que no soy tu hijo. Pero es que tú me agradas mucho y me gustaría tener un papá como
Taylor sigue frecuentando la casa de su pequeña familia, ahora prácticamente no quiere salir de ella para no estar separados. El pequeño Esteban tomó con mucha emoción la noticia de que el hombre que se ha portado tan bien con él sea su verdadero padre y ahora ambos le suplican a Pamela para que se vayan a vivir juntos, sin embargo, ella aún se niega, aunque se prometió así misma colaborar por el bien de su hijo.― Cariño, sigo desconfiando de esa niñera, no me da buena impresión y temo que nuestro hijo esté en peligro. ―Repitió Taylor.― Por favor, Taylor, deberías de verla de otra forma. Ella es muy atenta con nuestro hijo, se nota que le tiene mucho aprecio y eso es lo que a mí me importa.― Pues lo siento, pero no me convence, la mantendré vigilada y verás que tengo toda la razón.― Eso significa que no te irás pronto a tu país ¿Qué está pasando con tus empresas?― He renunciado a ellas, ahora mi hermano es quien se está haciendo cargo de los negocios.¿Recuerdas el motivo por el
El auto sigue avanzando con normalidad, sin embargo, pamela no está tranquila en el interior de este y ha estado a punto de intervenir en la llamada, sino fuera por Taylor que la ha detenido, quizá ya estuviese metida en un gran lío por el hecho de no saber tener paciencia.― ¿Qué significa eso, Taylor? ―Interrogó la chica cuando la llamada se terminó.― Lo siento cariño, no encontré otra manera de hacerte ver la realidad. ―Explicó, encogiéndose de hombros.― Pero… esa es la voz de la niñera.― Sí, es la niñera que habló con Sandy. Antes de salir de viaje yo le dije a la chica que iríamos a ese lugar, que ella le mencionó a Sandy, yo ya suponía que entre ellas había comunicación y lo hemos comprobado ¿Ahora eres consciente del peligro que todos corremos si esa chica sigue cuidando de nuestro hijo?― Hablas de peligro cuando ya les has indicado a esa psicópata cuál es nuestro destino. Además, ¿cómo has hecho para escuchar su llamada?― Tuve que interceptar la línea telefónica de la niñ
Esa noche Pamela no quería dormir al lado de su esposo, no se siente capaz de estar junto a él y no desear sus besos y caricias. Quiso ir a la habitación del pequeño Esteban, pero justo en el momento en el que ella abrió la puerta se dio cuenta de que la chica atrevida estaba merodeando por el pasillo que da a sus habitaciones.Sus celos fueron tan grandes y posesivos que la dominaron por completo, dio un paso atrás, cerró la puerta con cuidado y regresó a la cama con su esposo que está leyendo un libro.Ella no va a permitir que una oportunista le quite al hombre que adora, no señor, ella no le volverá a dejar el camino libre a otra como lo hizo en el pasado con Sandy.― ¿Qué ha pasado querida?, estaba a punto de llamar a Linda para que me preparara una taza de té y me la trajera. ¿No te importa, verdad?― ¡Qué! Tú te atreves a hacer eso y juro que los mato a ambos.Iré yo misma a traer lo que necesitas, no es necesario que le hables a ese bicho de alcantarilla que se anda merodeando
Mientras el esposo hace lo posible para enviar a su esposa a la habitación, esta se empeña en quedarse junto a él hasta el amanecer. Situación que está poniendo de malhumor a Taylor, ya que quiere definitivamente cerrar ese ciclo de su relación, así como ella se lo pidió y está dándose palabras de aliento en su interior para solicitar a su abogado el acta de divorcio y entregarlo a Pamela, así finalmente su relación se acabará más no el amor por su hijo.Sin embargo, ahora ella misma es la que le suplica que no la ignore y hace lo posible para que él le preste atención después de haberle dicho e insinuado que no quiere tener nada que se trate de amor.― El cielo está muy bonito esta noche, me encanta ver a las estrellas y más cuando los aviones viajan de noche y se puede apreciar la luz que les persigue. ―Comentó Pamela con su mirada directa al espacio.― Ujum. ―Fue la respuesta que recibió por parte del frío hombre.― Mira, una estrella fugaz, pidamos un deseo, dicen que estos se cum