(Carla)Con las manos en el volante, busqué llegar lo más rápido que pudiera, mi alma suplicaba no ser encontrada. Porque sabía que sucedería, la muy desgraciada se desquitaría conmigo a la primera oportunidad que tuviera de derrotarme. Yo no perdería esta pelea. Solté una maldición al doblar en una esquina, estaba casi perdiendo el control del auto a causa de la desesperación. Lucio estaba inmóvil aferrado a su asiento, me pareció de lo más patético que ni siquiera se ofreciera a ayudarme. Pero así era él, no tenía nada más para darme más que lo que en su momento supo ofrecerme.Al llegar a la mansión de mi hermano casi arrolló todos los adornos de su bella entrada. Llevaba absolutamente todo mi maquillaje corrido, me aturdía y me sentía como una completa tonta. El me miró con su desprecio disfrazado de preocupación. En el espejo de la entrada observé mi propia imagen deplorable. Era tan horrible verme con mi ropa sucia y rota, la cual era de un diseñador distinguido. Los hombres de
(Clara)Me encontraba en la cama, mirando un programa de televisión sumamente entretenido. Estaba relajada, el médico me había suministrado los calmantes correspondientes para mis dolencias. Mis fracturas estaban sanando.Cerraba los ojos de a ratos, para descansar la vista. No pensaba en mi venganza, pero el deseo allí estaba. Inconsciente, pesado. Porque si volvía memoria hacia atrás, no paraba de ver ese arrogante rostro de Carla. Ella me hizo pasar un infierno y me lo pagaría sin lugar a dudas. En mis planes, estaba el hacer que sufriera lo mismo, al igual que Lucio.Una vocecita en mi cabeza comenzó a decirme otras cuestiones. Como, por ejemplo. ¿Por qué había regresado a confiar en Lucio cuando él me traicionó en el pasado?Simplemente no podía comprender el porqué de mi ingenuidad.El médico, cuando entró al cuarto, se dio cuenta de los pensamientos que habían comenzado a atormentarme.—¿Se encuentra bien, señorita? —preguntó él, con seriedad. Koddel le habría encomendado que m
(Jimmy)Ese momento era pura vida para mí, después de haber atravesado los confines de la muerte frente a mis ojos. Dos personas que se reencuentran después de haberse extrañado mucho, a pesar de que fuera un tiempo casi de una hora o menos, pueden sentir una conexión profunda y una alegría indescriptible. Es como si el tiempo se hubiera detenido y el mundo entero desapareciera mientras estábamos juntos en ese abrazo.Me aferré a Kimmu para no dejarla ir nunca más de mi lado. La cesta de flores cayó al suelo, bañando toda la frialdad de las baldosas con esos intensos colores. Es como si un rayo de sol hubiera iluminado nuestros corazones de penumbras y sombras erráticas, aportando esa calidez a nuestras almas con un amor cálido y radiante. Sus ojos brillaban con lágrimas de alegría mientras la abrazaba con fuerza, sintiendo cómo el amor fluía entre los dos.O los tres, porque mi hijo también la había extrañado mucho.—Mami, no vuelvas a irte… —dijo él, aferrándose a ella.Kimmu lo mir
(Koddel)Allí estaba ella, tenía los ojos antipáticos, porque sabía que yo había actuado demasiado mal. Escuchó toda la conversación, su mirada juzgante lo decía todo.—Creí que no era cierto. —sus lágrimas se mezclaban con la rabia. Tenía el sentimiento de la furia atravesado con la tristeza y el miedo a ser asesinada en este preciso momento. —¿Qué tienen en su contra…?No podía siquiera responderle, pero no soportaba que estuviera juzgándome de esa manera. Yo no toleraba tales críticas hacia mi persona, siempre hacía que todos hicieran lo que yo quería. Este era mi imperio y quien quisiera estar en el debía obedecerme. Ella estaba mirándome como si yo fuera un monstruo. Eso no lo podía tolerar, sentí la necesidad de jalar el gatillo en ese preciso instante.Era un ligero movimiento de mi dedo, lo único que necesitaba para que se callara para siempre y se llevara ese secreto a la tumba. Estaba a punto de hacerlo, de decidirme. Era vital que fuera ahora y no más tarde, cuando las sosp
(Clara)Mi cabeza estaba revuelta y me sentía algo apesadumbrada de solo estar despierta. Pero de algo estaba enteramente segura, yo no asistiría a esa condenada cena ni, aunque mi vida dependiera de ello. No estaba feliz de ver a Tom ni a Luna, tampoco a la grosera de Ashley.El doctor ingresó a mi cuarto con el rostro perplejo, como si hubiera visto a un fantasma. El venía de hablar con Jimmy.—¿Ha sucedido algo malo? —le pregunté con algo de dificultad.—No, tranquila, no se aflija señorita. —dijo él, con una mirada calmada. Comenzó a revisar mi sonda para ver si todo andaba en orden. —Los calmantes han hecho efecto, le recomiendo que descanse. No hay mucho que hacer ahora, hasta que su cuerpo sane.—Gracias, doctor. —agradecí con una débil sonrisa. —Siento que estoy nadando en clavos cuando el efecto se pasa. Pero no me gusta poseer tan poca lucidez, me confundo…—Trate entonces de no pensar demasiado o le dolerá la cabeza. Tranquila, pronto estará bien y sana como siempre. Es ust
(Koddel)Abrí la puerta para que mis invitados comenzaran a ingresar. Tomé los abrigos, como me habían enseñado que era lo correcto. Mi herida estaba abierta, necesitaba aclarar las cosas y esta era la noche.Vi que Jimmy se colocó a mi lado, aunque no se había vestido para la ocasión, se veía casi como un vagabundo, como era su costumbre. No me importo, quería que estuviéramos todos presentes. La joven también estuvo allí, con una chaqueta larga que le llegaba por debajo de las rodillas, estaba de la mano con mi hermano menor.Til, se había puesto un gorro de lana a pesar de que no hacia frío. Obviamente solo saludó a su abuelo, que fue uno de los primeros en ingresar.—Mi querido nieto. —dijo mi padre, con una alegría que no tenía nombre. El tenía bolsas de regalo en ambas manos, todos obsequios para su nieto.Mi padre era muy apegado a todos nosotros, el no tenía consciencia de lo que sucedía por mucho tiempo. Su memoria comenzaba a fallar y por ello, nos habría extrañado como si n
(Parte II Kodd)Al ver que Luna se levantaba de allí con tranquilidad, me di cuenta que la discusión seguiría. Al parecer Ashley no iba a dar el brazo a torcer. Observé a Kimmu, que seguía allí, con la mirada severa y comenzó a hablar cuando Ashley terminó de gritar.—Usted no puede decir nada sobre la vida de Jimmy, el es un adulto y puede manejarse como quiera. —dijo ella, con el vaso entre las manos, nerviosa.Mi hermano menor la miró asombrado, no se esperaba que alzara así la voz. Ashley prácticamente explotó de nuevo.—Tu no eres su novia. Deja de creer que tienes un lugar aquí. —dijo mi tía, con rigor. —Aquí solo manda la familia, la sangre de verdad. Tu eres una chiquilla sin gracia. Ninguna de las nuevas parejas se compara a Luna siquiera, ella es una mujer de verdad.—No es así. Tu no eres nadie aquí. —dijo Jimmy, con el valor que nunca había visto que poseyera. —Nos vamos, no quiero seguir hablando contigo. Puedes tomarte tú la medicación si quieres, porque yo no volveré a
(Carla)Me desperté al otro día con mi camisón fresco empapado en sudor. Había tenido terribles pesadillas, cosas inimaginables que no sabía porque estaban en mi cabeza. Supuse que era por haber estado con esas personas, en la cena. Los recuerdos de las torturas hacia Clara para mi eran imágenes brillantes en mi cabeza. Eran mis medallas de que le había ganado en las peleas, siendo un paso más para mí.Lucio despertó pronto, estaba en la otra habitación contigua y llegó a mi lado para recibirme. Me agradaba su compañía, aunque no lo admitiera en voz alta, era hábil con las manos cuando me hallaba aburrida. El me miró con lascivia, como de costumbre, era tentado por mis encantos constantemente, cada vez que me miraba lo veía en sus ojos.—Hoy te darán las instrucciones para el plan. —dijo Lucio, con los ojos brillantes.—Sí, ¿Por qué estás tan feliz? —pregunté con curiosidad, Lucio parecía muy interesado en todo este enredo.—Es que… —empezó a decir, pero se quedó en el camino en la to