Seis años atrás.
- Vamos Andra. Estás increíble. De hecho, deberías vestir más a menudo así. Luces espectacular. Tú tienes buen cuerpo. Deja de ocultarlo.
Mi amiga Laura me apresura. Al final, me convenció de ir a la fiesta de Sofía. Estoy usando un vestido negro sin brillo ni tirantes ceñido a mi cuerpo y tacones rojos. Mis labios son rojos igual.
Yo no tenía muchas ganas de venir. Pero si me quedaba en mi casa explotaría de tanto pensar en él.Han pasado varias semanas desde la última vez que lo ví. Ahora soy toda una celebridad en mi Universidad. Todas mis compañeras no hacen más que preguntarme cómo rayos conseguí captar la atención de un hombre así. No sé qué responderles,ni yo misma sé.
Él se fue sin despedirse. Yo no hice nada malo¿Le habré parecido u
Abro mis ojos de golpe y me incorporo en la cama.Respiro con dificultad. Estoy sudada.Todo vuelve a mi mente.Yo atendiendo un cliente.ÉlSus hombres, la Iglesia. Mi hijo.ÉlDisparos. Gente muerta.Mi hijo. Mi hijo. Mi hijo.No puedo dejar de pensar en mi bebé. En cómo o dónde estará. No puedo evitar llorar. Gritar y volver a gritar con frustración.Vuelvo a llorar. Vuelvo a gritar.-¡Lo odio!¡Maldito te odio!¡ Te voy a matar! ¡Lo juro!Grito en medio de la habitación vacía. Limpio mis lágrimas. Vuelvo a llorar pensando en mi bebé. Me vuelvo a limpiar las lágrimas. Grito.Miro a mi alrededor.La habitación es enorme. Es del tamaño de mi apartamento. Estoy sobre una cama queensize Toledo con dosel blanco. Todo es blanco. Abro las ventanas. Son enormes. Puedo ver los árboles, la vegetación. Puedo ver montañas a lo lejos. El aire puro inunda el lugar. Mueven mi cabello. Están enrejadas p
Seis años atrás.Sexo, fiestas, bares, mojitos, wishky, cigarrillos, ron, tabaco, música.Felicidad. Rosas.Sexo,sexo, sexo y más sexo.Hoteles, playas. Sol, luna, mar.Rosas¿Ya mencioné sexo? ¿Si?...¿Qué tal el mejor sexo de tu vida? Ese que te hace ser multiorgásmica y ni tú sabías que esa palabra existía.¿Qué tal ese sexo que te hace humedecer sábanas enteras? Y no solamente por sudor. Que te hace agarrar las sábanas de una cama y sin darte cuenta estás sobre el colchón nada más. Que cuando te das cuenta las almohadas están en el suelo. La lámpara de noche está rota igual en el suelo y no cerraste la puerta con seguro.Que te hace perder la respiración, que llega un instante en el que no sientes tus malditas piernas. Sientes que de un momento a otro te dará un paro cardíaco de tanto que tu corazón bombea sangre.Que te hace olvidar que estás en el baño de un bar, en la parte trasera de un auto. Que estás en la playa d
Estamos en algo así como un consultorio. Hay varios botiquines de primeros auxilios. Puedo ver una cama para realizar cirugías.Puedo ver todo lo necesario para curar heridas por arma blanca. Balas y quemaduras. Incluso, envenenamiento.Yo estoy sentada sobre una cama de hierro fría.Él está curando mis pies. No siento nada. No siento dolor. Pero su simple tacto me escose el alma.No pensé volver a verlo nunca más. Pensé que él había salido de mi vida para siempre. Pensé que él era como otros turistas que llegan a mi país. Enamoran a una muchacha, les muestran un mundo nuevo. Les muestran lo que el dinero es capaz de ofrecer,les muestran los placeres de la vida y luego... Simplemente desaparecen. Desaparecen de tu vida para siempre. Vuelven a su país de origen junto a sus esposas e hijos y a tí, a tí te olvidan. Quedas en su mente sólo cómo el mejor sexo de su vida.Porque yo lo sé.Yo fui el mejor sexo de su vida. Él lo sabe también.
Tres años atrás.Dicen que mientras más alto te elevan, más dura es la caída.Bueno.La mía fue estrepitosa.La negación.Estuve tres meses enteros sin salir de su departamento. Mi primo, Laura, Sofía, mi madrina. Incluso mi ex vinieron a verme. Me pedían que saliera de ahí. Que volviera a mi casa. Pero yo no podía. No podía sólo dejarlo ir.Necesitaba explicaciones. Necesitaba un porqué. Por qué se fue así sin más. Sin un adiós para siempre. Sin un beso de despedida. Nada. Sin una última vez.Nada.Lo busqué por Facebook, Instagram incluso Twitter.Nada.Habían un millón de Oscar Medina. Pero ninguno era él. Traté de buscar por Carlos. El nombre que había escuchado, pero sin su apellido era buscar una aguja en un pajar.Traté de hablar con un trabajador del aeropuerto, para saber si había algún Oscar Medina en los pasajeros con destino a Colombia en la fecha de su desaparición. Pero él me dijo que la información del
Él le está apuntando una vez más a un hombre delante de mis ojos. Todos lo miran en silencio. Gimena llora pegada a la pared mirando la escena. Yo estoy a unos dos asientos de la misma. El hombre llora con desesperación.- Carlos, por favor cuñado...- ¡Cuñado mis cojones! ¡Te dije que quería mi merca lejos de las áreasescolares y de las universidades!¡Te dije que el barrio no se ensucia Fredo!¡Te lo dije!- Si, si cuñado lo sé pero...-¿Pero qué Fredo?¿Pero qué? ¡Tenías unas de las mejores zonas!¡Las zonas de los gringos y turistas!¡Pero no!¡Fredo siempre quiere más!Siento que le quita el seguro a su arma. Siento que va a correr sangre. Mi corazón bombea con mayor fuerza. Gimena no para de llorar. La mujer mayor está en silencio mirando la escena. La pareja de el hombre calvo y la mujer embarazada hablan entre ellos muy serios, él le dice algo a ella y ella asienta con su cabeza en silencio. Nadie va a hacer nada. Él lo matará,no puedo,no puedo ve
16 horas antes de La Boda.-Estoy llegando del gym. Nos vemos esta noche Giana. Tengo que trabajar en El Club.- Bueno de acuerdo. Recuerda que necesito tu vestido negro para mañana. Tengo una cita con un cantante de Reggeatón.Sonrío. Ella tenía cada tres noches una cita con un hombre distinto.- No te preocupes, pasa por aquí, yo te lo presto.- ¿Andra?Estaba por colgar. Vuelvo a poner en mi oído mi móvil.-¿Si?Ella se queda un instante en silencio. Siento su respiración.- Él tiene un amigo. Tiene dinero y es muy atractivo. Trabaja directamente con el embajador de Francia. Vio una foto tuya, le gustas. No sé, podrías venir con nosotros.Siento una vez más ese salto en el estómago. Aún no estoy lista para dejar entrar un hombre en mi vida, aún no. He puesto de mi parte. Luego de varios años presentando los mismos síntomas, cada vez que un hombre se me acercaba tenía ganas de vomitar fui a ver a un especialista. Una psic
Ahora mismo pienso a mil por hora. Esa gonorrea me está jodiendo más de lo que esperaba. Él pagará por todo lo que me ha hecho. Él pagará por cada vida perdida en esta maldita guerra.Llego al lugar. Mis hombres están fuera del laboratorio. En su momento fue el más grande. Luego realizaron un Hospital Infantil cerca y lo mandé a cerrar. No quiero niños inocentes en medio de mi negocio. Está en llamas, debo ser rápido, la policía debe estar al llegar.- Dime.Le digo a uno de mis hombres. Es el encargado de controlar las pandillas de la zona. Las mantiene bajo control, al igual que me brinda protección desde el escalón más bajo de esta pirámide: Las calles.- Él llegó con un promedio de treinta hombres. Tenían una bomba casera. La escondieron dentro y la estallaron.Respiro varias veces en silencio mirando el suelo.- ¿Muertos?- Unos veinte. Fueron más las pérdidas de merca...- No estoy hablando de eso, la plata me sobra los hombres n
Seis años atrás.¡Carlos!¡Carlos amor!¡Carlos!Me duele la cabeza. No puedo abrir mis ojos. Siento que alguien me llama a lo lejos. Todo me da vueltas.Suspiro.Siento unas manos sobre mi pecho. Abro mis ojos lentamente. Puedo ver el techo de mi habitación. Me duelen los ojos. Volteo a ver la mesa de noche. Veo las líneas, los billetes de a cien y las botellas de aguardiente vacías.No debí ayer consumir tanta coca, tengo mucha sed, siento mi cuerpo más pesado. Trato de levantarme de la cama. Unos cuerpos no me lo permiten. Miro mi cama, mi pecho, mi cuerpo desnudo.Carajo. Lo había olvidado.Tengo sobre mí a tres mujeres. Anoche cerré un acuerdo de metanfetaminas con Mía, la mexicana. Celebramos juntos nuestro trato. Bueno, ella, yo...y dos putas.¡Carlos!Miro mi puerta.¡Nojoda! Lissabela.- Mía.-Mmmm...- Mía. Necesito que despiertes.-¿Qué pasa?¿Quieres más? Eres incansable¿Verdad?Mía ha