Capítulo 98

No sé cuánto tiempo pasa hasta que despierto.

Me quedo acostada mirando el techo de la habitación y todos los recuerdos de lo sucedido esta mañana me invaden.

Parpadeo cuando nuevas lágrimas me asaltan.

Y, odio un poco más al nefasto hombre con el que me toco casarme.

Miro mi mano que vende a causa del dolor y me siento en la cama.

Miro alrededor peor no hay rastros de Ares, así que me pongo de pie y me meto al baño rápidamente y me alivio.

Cuando me detengo frente al lavado no puedo dejar de mirarlas marcas de mi cuello y mi mano envuelta.

Tengo un aspecto horrible a causa del llanto.

La vergüenza me embarga cuando recuerdo que Helena me vio en ese estado.

Me lavo rápidamente las manos y me voy al armario donde me pongo algo más cómodo.

Opto por un vestido suelto de algodón manga larga en color celeste, me calzo unas bailarinas y me ato el cabello en una trenza.

Salgo cuando llaman a la puerta.

Por un momento pienso que es Ares, pero él no tocaría la puerta.

En cambio, Helena entra c
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