Recorremos el camino en un denso silencio y no me sorprende cuando entramos a un suburbio de clase alta.Quien crea que las ratas se esconden en las alcantarillas está muy errado en esta vida.La camioneta se detiene frente a una hermosa fachada y es cuando me doy cuenta de que una segunda camioneta se detiene detrás.Ares baja junto al resto de los hombres que cubren el perímetro para evitar algún contratiempo.—Baja, doc. —niego.— ¿Que me garantiza que no corro el mismo peligro que en aquella casa?—Te lo garantizo yo, que te he salvado el culo.—¿Tienes que ser tan bruto?Pone los ojos en blanco.Hace una especie de reverencia.—Osa, la doc. hacerme el honor de bajar de su carruaje.Lo fulmino con la mirada.—Imbécil —espeto y bajo.En cambio, él me da una sonrisa sarcástica antes de guiñarme.Con la cabeza en alto paso a su lado y me encamino al interior sin saber que me espera dentro.Una vez dentro, me quedo sin aliento unos segundos mientras absorbo todo lo que veo.El lugar t
Mis pies no se mueven lo suficientemente rápido mientras avanzo por el pasillo, aún puedo escuchar la serie de maldiciones a mi espalda.No están ni tibios, si piensan que me voy a casar con Ares.—Prefiero someterme a una esternotomía —farfullo.Me detengo en seco cuando me topo con Helena que está sentada en uno de los sofás y me mira con una sonrisa sabedora.—Sabía que saldrías de esa oficina apenas mi querido esposo abriera la boca.—Tu esposo es un imbécil.Se pone de pie.—Tiene el tacto de un cactus—se ríe. —Pero no podría amarlo menos.—¿De verdad aceptas la clase de vida que llevas ahora? —inquiero sin poder detenerme a pensar.Ladea la cabeza y me estudia con atención.Suspira.—Ven conmigo.—Gracias, pero prefiero salir de aquí.Hace una mueca.—Lo siento, Emma. Pero no puedes irte de aquí.Frunzo el ceño.—No lo hago por ellos, lo hago por tu seguridad —se acerca— Afuera hay personas que quieren acabar contigo.—Eso es una mierda —niego —No sé quién carajos son, no me int
Las horas pasan de manera lenta y siento que en cualquier momento me voy a volver loca.Una vez Ares dejo la habitación, intente salir solo para ser detenida por un hombre que custodia la puerta.La misma se abre y me pongo alerta cuando el hombre que dice ser mi padre aparece.—Nos vamos.—¿Perdón?—Estamos yendo a casa.—Mi casa es donde vivo con mi madre, ¿dónde está?—Sienna.—Emma —lo corto —me llamo Emma —respiro profundo —no voy a moverme de aquí hasta que no vea que mi madre está bien.—Lo está. La he enviado de regreso a su casa.—Si eso es así, sabes que no está a salvo.Este suspira de forma exasperada.—No tengo tiempo que perder. Necesito cerciorarme que estás protegida antes de que podamos avanzar con los planes.—A usted puede importarle poco mi madre.—Deja de referirte de esa forma a ella —afirma entre dientes.Arqueo la ceja y pongo las manos en las caderas mientras lo enfrento.—Aunque le dé sarpullido en el culo, lo es —espeto en tono serio —esa mujer es la única m
Al bajar en la estación lo hago no sin antes asegurarme que no hay alguien siguiéndome.No tardó en llegar al conjunto residencial donde vivo.Subo al elevador ignorando a algunos residentes que me miran con curiosidad y es cuando recuerdo que aún llevo puesto el uniforme del hospital. Cuando llego al sexto piso siento que mi corazón está a punto de salirse por la boca.Al detenerme frente la puerta del departamento respiro tratando de recobrar el aliento y abro lentamente.—¿Mamá? —Llamo cundo entro al departamento solitario.Avanzo con cautela por el lugar y tomo el pasillo hasta la habitación solo para encontrarla destruida y mi peor pesadilla hecha realidad.—¡Mamá!En el piso de la habitación yace mi madre apenas consciente mientras se sostiene el estómago y la sangre se filtra entre sus dedos.Llego hasta ella que está inconsciente.Busco su pulso.—¡No!Me pongo sobre mis rodillas y comienzo a hacer compresiones sobre su pecho intentando reanimarla.Paro y comienzo una nueva s
POV ARES. Ayer cuando llegué a casa luego de hacer una ronda por el muelle y los almacenes me encontré con la sorpresa de que Jared se había llevado a la Doc. Sin embargo, el imbécil dejo que se escapara y llamo pidiendo mi ayuda para dar con ella. ¿De verdad es tan inepto? Sabía que ella iría en búsqueda de su lugar seguro. Y, tengo que admitir, me sorprendió lo rápido que la gente de Carmona. Ese hijo de puta, asesino a la madre de Emma, es una declaración de guerra a toda regla. Tomo asiento frente a mi hermano en el salón y espero bajo su impasible mirada. —Sabes lo que hiciste —espeta en tono plano. —Hice varias cosas —replico en tono despreocupado—me deshice de un inútil que estaba retrasando nuestro próximo embarque —no dice nada —fui en busca de la Doc. la cual no debí dejar para empezar. —Amenazaste de muerte a Jared —dice y veo como sus fosas nasales se expanden. —¿Qué querías? Ese bastardo le puso un dedo encima a Emma. —Es nuestro aliado. —Me importa un culo si
—Lamento tu perdida, Emma.—Gracias —murmuro mientras mi jefe del servicio de neurocirugía del hospital.El doctor Sullivan.El hombre es atento y hemos congeniado muy bien durante mi corto tiempo en el hospital.Ha sido una mañana muy difícil y agotadora, donde Helena ha sido de apoyo y eso debo agradecerlo. Bueno, Ares también ha estado aquí y ahora mismo no mira con buenos ojos a mi jefe.Sus palabras de más temprano no dejan de darme vueltas en la cabeza.Confía en mí, doc.Mi vida se ha convertido en un lío en menos de cuarenta y ocho.Por un lado, esta Jared, que no termina de convencerme, y del otro está Ares, que es peligroso para mí. El hombre tiene la capacidad de envolverme, es su entorno con solo una mirada y eso no es bueno.Por eso me fui hace dos años.—¿Quieres irte, doc.?Parpadeo y me doy cuenta de que Ares se ha colado a mi lado y me rodea con su brazo dando una declaración a todos los presentes.No sé, si darle un puntapié o solo ignorar el hecho.Opto por lo segun
Por precaución me vendo la mano que aún me duele y está inflamada. Eso solo demuestra que no todo lo que vemos en las películas es cierto. Una vez me siento mejor recojo las pocas pertenencias que tengo conmigo y dejo la habitación de la mansión. Al llegar al salón me encuentro con Cillian y Jared que se callan al verme. Miro Al primero. —Me gustaría regresar a mi departamento —espeto. Este no sabe qué decir y mira Jared. —¿Podemos hablar? El hombre da un paso al frente. —La verdad, es que no sé qué podríamos hablar usted y yo, no después de lo que hizo. —Por favor —dice en voz baja. —Estaré en mi oficina por si necesitan algo —se adelanta Cillian. Con eso nos deja a solas. Resignada a mi suerte, avanzo hasta uno de los sofás, dejo mi bolso y tomo asiento. —Diga lo que tenga que decir. Veo su rostro algo demacrado y la culpa es evidente. —Decir que lo siento no es suficiente. —No lo es —susurro —su disculpa no va a devolverme a mi madre. Asiente. —De verdad, no pens
POV ARES.—¿Qué quieres decir con que le has perdido la pista a Carmona? —gruño a Norman.—Paso, la última ubicación que teníamos era que estaba blindado en una casa al norte.Golpeo el volante y tiro a un lado el móvil cortando la llamada.—¡Qué pendejos!Miro a Rick antes de bajar del auto y entrar al bar que manejamos.Podría aparecer a través del laberinto de mansión que nos da acceso a diferentes salidas.Una de estas, es el bar y una lavandería a dos calles más abajo.Sí. Cillian y yo nos hicimos de varias propiedades e implementamos pasillos secretos que poco hemos recorrido.La música es fuerte y el olor a bourbon llena el lugar.Me acerco a la barra y de inmediato, Liz, la chica de la barra, me sirve un Jack.—¿Mala noche?—De mierda —afirmo mientras me tomo mi shot.Dejo el vaso sobre la barra y ella no llena de nuevo.—Bueno, hola —una voz baja y ronca me llega desde atrás y volteo para encontrarme con Blair.La mujer trabaja de camarera en este lugar y hace un tiempo tuvim