POV ARES.—¿Qué quieres decir con que le has perdido la pista a Carmona? —gruño a Norman.—Paso, la última ubicación que teníamos era que estaba blindado en una casa al norte.Golpeo el volante y tiro a un lado el móvil cortando la llamada.—¡Qué pendejos!Miro a Rick antes de bajar del auto y entrar al bar que manejamos.Podría aparecer a través del laberinto de mansión que nos da acceso a diferentes salidas.Una de estas, es el bar y una lavandería a dos calles más abajo.Sí. Cillian y yo nos hicimos de varias propiedades e implementamos pasillos secretos que poco hemos recorrido.La música es fuerte y el olor a bourbon llena el lugar.Me acerco a la barra y de inmediato, Liz, la chica de la barra, me sirve un Jack.—¿Mala noche?—De mierda —afirmo mientras me tomo mi shot.Dejo el vaso sobre la barra y ella no llena de nuevo.—Bueno, hola —una voz baja y ronca me llega desde atrás y volteo para encontrarme con Blair.La mujer trabaja de camarera en este lugar y hace un tiempo tuvim
Bostezo y me acerco hasta la recepción donde me dispongo a llenar el reporte de mi último paciente urgencias.Esta tarde estuve en el quirófano junto al doctor Sullivan.—¿Qué me dices si tú y yo vamos por un café?Hablando del rey de roma…Le doy una sonrisa afable mientras las enfermeras lo miran como si fuera una aparición.Evito rodar los ojos.Estoy por declinar la invitación cuando un hombre bañado en sangre ingresa a la sala.—Llévenlo al cubículo dos —ordeno a las que lo llevan a cuestas.Las enfermeras guaina las personas.Dejo a un lado el historial.—Supongo que el café quedara para después —dice con mala gana.—Disfruta tu descanso —espeto antes de alejarme.Entro al cubículo y el hombre balbucea.Me acerco y comienzo a revisar sus signos vitales mientras las enfermeras le ponen la vía.—¿Qué ocurrió? —inquiero a uno de los hombres que está algo ebrio.—Se estrelló con un tren de carga —réplica uno mientras se ríe.—¿Estoy hablando en serio?Me pongo unos guantes antes de
— ¿Tu prometida? —gruño mientras saco la ropa que le voy a prestar a Helena. —Doc. Cierro de un portazo el casillero. —Doc. tres pepinos, Ares —lo fulmino con la mirada —¿cómo se te ocurre? Solo te falto levantar la pata y echarme una meada frente Andrew. —¿Qué es lo que te molesta? —dice entre dientes —que el doctor ahora sabe que tiene que mantenerse a dos metros de ti. —Me dan ganas de hacerte una incisión. Resopla. —No tienes derecho a dejarme en ridículo frente a mi jefe —me detengo delante de él —entre Andrew y yo solo hay una relación de jefe y subordinada. Me detengo unos segundos. —No sé por qué te estoy diciendo esto. Empujo la ropa a su pecho. —Llévale esto a Helena por mí, yo tengo que atender al paciente que amablemente me has enviado esta noche. Con eso salgo no sin antes escucharle maldecir. Avanzo por el pasillo y a mitad de este me encuentro con Andrew. Hago una mueca. —Lamento lo de hace rato. —La primera regla no escrita entre colegas es no traer
Jeremy, fiel a su palabra, le da el alta médica a Caroline para la tranquilidad de sus padres. Por mi parte, luego del beso con Ares tengo la cabeza un tumulto de sentimientos en los que no quiero sumergirme ahora mismo. Una vez en el estacionamiento, Helena y Cillian con Caroline en brazos suben en la parte trasera de una de las camionetas y Ares toma el volante de otra. —Yo te llevo a casa, doc. Lo pienso unos segundos antes de recordar las palabras de Cillian y sin más rodeo la misma. Subo y pongo los ojos en blanco ante la mirada petulante. Solo quiero dormir y no quiero entrar en una batalla verbal con él. Me reclino en el asiento mientras emprendemos el camino hasta nuestros destinos. Hemos recorrido un kilómetro en un silencio cómodo cuando el móvil que está sobre el tablero suena. Ares responde y lo deja en alta voz antes de darme una mirada. —Tenemos un auto detrás y no es de los nuestros. Las palabras de Cillian son serias. Me enderezo en el asiento y miro haci
Le doy a Emma la dirección de mi casa al oeste de Beekman Place. Esta parece sorprendida, pero no dice mucho.De hecho, no dice nada.Está como si hubiera apagado sus emociones.Pero sé que en cualquier momento se va a derrumbar.Harrison me ha hecho decenas de llamadas. Las cuales he ignorado.El hombre cedió a la presión de la doc. y la dio libertad. Una que en este momento no es posible.—Detente en la siguiente casa —murmuro.Esta se detiene la casa adosada con estilo del siglo XIX.—¿Vives aquí?Ella me mira con algo incredulidad.—Vivimos en la mansión porque es más fácil movernos y dirigir nuestras operaciones —espeto —pero, en realidad, este es mi espacio.Señalo la casa del mismo estilo que está al lado.—Esa es de Helena y Cillian.Con cuidado de no lastimarme el brazo bajo del ranger rover y esta hace lo mismo.Subo los escalones hasta la puerta principal y abro para dejarla entrar.Con algo de cautela lo hace y reprimo una sonrisa a pesar de la situación. Cierro la puerta
La cálida sensación que siento al despertar es algo nuevo para mí. Quisiera quedarme de esta manera y olvidarme que el mundo a mi alrededor existe.Olvidar la noche de ayer que fue la peor experiencia de mi vida hasta ahora.Me siento tan fuera de mi mundo que no sé cómo continuar.Ares ha querido que lo vea como un acto de defensa personal. Pero realmente me siento como una mierda.—Abre los ojos, doc.El suave susurro de Ares, envía un escalofrío por mi cuerpo. Hago lo que dice y me encuentro a centímetros de su rostro.—¿No me digas que dormiste toda la noche así?Niega.—No. Pero es la posición más cómoda que encontré dadas las circunstancias.Asiento.—¿Cómo te sientes hoy?—Esa pregunta debo hacértela yo a ti.Sonríe un poco y sus ojos adormilados me estudias.—En realidad, me preocupas.—Bueno, no hay mucho que pueda hacer para no sentirme como me siento.Asiente.—Qué me dices si bajamos y preparamos el desayuno.—Tengo que ir al hospital…—Doc. —Ares me corta con un gesto
—Sabes en qué te estás metiendo, ¿cierto?Asiento a Helena.—No va a ser fácil, pero es lo que tengo que hacer —la miro unos segundos —no tengo nada que perder.—Solo tu vida —dice en tono seco.Hago una mueca.—Ayer arrebaté una.Ella asiente y no parece sorprendida.—Lo sé y lo lamento. Pero, ¿quieres que te diga algo? —continúa —lo que estás viviendo ahora, yo lo viví —abro los ojos un poco sorprendida —sé lo que es arrebatar una vida.—¿Tú…?Asiente.—No me siento orgullosa. Pero me defendí de alguien que quería herirme y luego…Mira la encimera unos segundos antes de levantar la vista.—Luego mate al hombre que ordeno el asesinato de mi madre y su esposo. Así que sé cómo te sientes.—¿Cómo lo superaste?—Para ser sincera, no lo he superado. Pero aprendí a vivir con eso y a no sentirme miserable.Mira a donde Cillian esta.—Él me ayudo de muchas maneras y aunque seas tosco y lo veas como un imbécil —se ríe entre dientes —puedo decirte que es muy diferente con Caroline y conmigo.M
Salir con Helena de compras es algo refrescante y al mismo tiempo aterrador.La mujer toma lo que se le atraviesa y en minutos, tenemos una montaña de opciones.—Esta noche será muy importante —comenta esta mientras mueve los percheros en busca de otra opción para variar.Por mi parte hago lo mismo.—Supongo que es el inicio de un nuevo capítulo —murmuro.Miro por encima de mi hombro para ver a dos hombres apostados en la puerta de entrada y un par más merodeando el perímetro.—Ya te acostumbrarás —espeta —tú y Ares deben dejar claro que son una unión sólida frente a todos. Eso no se te olvide.Frunzo el ceño.Ella me da una sonrisa ladeada.—Nunca, escucha bien, nunca dejes que los demás vean sus grietas.—¿Tú y Cillian…?—No. Nosotros estamos bien —sonríe —pero de vez en cuando podemos llegar a pelear.—Es normal.—Lo es, pero frente al resto, esas desavenencias no existen.—Está bien—digo algo chocada.—A ver —suspira —yo puedo reñirle, chillar y en ocasiones maldecir a mi marido.