Las horas pasan lento y la espera se hace eterna.Se supone que esto no pasaría.Se supone que él estaría conmigo por mucho tiempo.Pero, no. Ares se ha ido.Mis lágrimas ruedan por mis mejillas mientras el silencio sepulcral del salón en la mansión de Cillian amenaza con ahogarme.El mismo es irrumpido por una voz muy casi histérica.—¡Los quiero a todos muertos! —me estremezco cuando escucho el grito de Cillian.—No es el momento.—¡No me importa! Quiero a cada uno de los suyos muertos.—Eso es muy arriesgado.Jared intenta tranquilizarle.Pero es inútil.—León ha asesinado a mi hermano, ¡tú crees que me importa lo que eso no arriesgado!Ares, muerto.Esa simple verdad me desgarra el alma.Quería tener la oportunidad de demostrarle que merecía ser amado, que me tenía a mí para quererle, reñir, pero siempre hacerle saber que le amaba.Niego y me pongo de pie.—No creo que sea lo más prudente.—Acaso te estoy preguntando —replica Cillian con los ojos abiertos llenos de rabia.—No, per
Me mantengo en silencio observado como todos se mueven y buscan posibles soluciones.Hemos regresado a la mansión de Cillian, mientras sus hombres peinan el perímetro.Jared no me pierde de vista.Se siente avergonzado por lo que está sucediendo, mientras que Theo a su lado pone un poco de hielo en su rostro y el desconcierto baña sus facciones.Necesita salir de aquí. Pero todos están atentos.No puedo decirles lo del mensaje de Lía o podrían herir a Caroline.Lía me ha enviado el lugar donde me esperan.Así que debo actuar.Sé que, si Ares estuviera aquí, haría lo posible por salvar a su sobrina.Avanzo por el salón y Jared mantiene sus ojos en mí, hay hombres apostados en las puertas principales.Necesito salir de aquí sin ser vista.Me miro al espejo que está sobre la chimenea y el reflejo de mi rostro pálido y ojeras me devuelve la mirada.Me llevo la mano al colgante que ros me regalo en navidad y cierro los ojos.Respiro profundo e intento pensar en una solución.—La enviaré po
Una serie de emociones me embarga en este momento.Felicidad.Asombro.Enfado.Pero definitivamente, la decepción es la que gana la batalla.Sus ojos se encuentran con los míos y parpadeo alejando las lágrimas que quieren salir.He llorado días a alguien que no lo merece.Una persona que, como dijo Cillian, no confía en mí.La presión de Lía sobre mí me hace regresar al presente.—Tú estás muerto —espeta Lía con nerviosismo.—Digamos que soy el espectro que acabara contigo hoy.—No lo creo —ríe casi con histeria.Ares le da una mirada petulante.—Bien, entonces espero que disfrutes cuando le rebane el cuello —sisea.Empuja la hoja y hace un corte.Hago una mueca.—Yo creo que no se va a poder.Desde atrás escucho la voz de Theo.—Déjala ir.—Esposito adorado —se ríe dime algo —tendrías las bolas de enfrentarme a sabiendas de que conozco tu secreto.—Cállate —sisea este.Pero, puedo notar su nerviosismo.—Tu primo no te ha contado que nunca ha sido un esposo. Eso me facilito la estanci
POV ARES.—¡Hijo de perra!Hago una mueca ante el grito de Helena.Sus lágrimas ruedan mientras me golpea.—Lo siento.—No, ¡lo sientas porque te voy a arrancar la cabeza y mandarla a la tumba!Resoplo.—Idiota, te he llorado como una desgraciada.—Helena.Cillian interviene.—¡Cállate! —señala a mi hermano —esto no se hace.—Cillian no sabía nada hasta hace un par de días —murmuro.—Además, te expusiste ante esa demente.Secunda Cillian.—Esa demente tena a mi hija.—Debiste decirnos.—No había tiempo.Niego.Si no fuera por el rastreador en el colgante de Emma no sé qué habría sucedió.—Bien. Ahora está muerta y se arrepintió mil veces por lo que hizo —sonrió —Rick la hizo ver al diablo.—No sé de qué te ríes. No me tienes feliz.Resoplo.—De hecho, no solo a mí me tienes decepcionada tu decisión.Arquea la ceja, señala a un lado y veo la maleta.—No es cierto —murmuro.—O si, vaquero. Te han tumbado del caballo y tu rodeo ha terminado.La miro mal y ella sonríe con suficiencia.—Me
—¿Cuánto tiempo tendrás a Ares alejado? Miro a Jared desde detrás del escritorio. El mismo me ha dejado este lugar. Al parecer no le importa y, en cambio, parece satisfecho con esos. —No se dé que hablas, soy viuda, ¿recuerdas? Este resopla. —Estás siendo obstinada. —Lo sé, es una cualidad que creo herede de ti. Ríe un poco. —No cariño, eres obstinada y gruñona como lo era tu madre. Lo miro. —Crees que una dócil mujer iba a poder estar a mi lado —niega —no. Ella sabía plantarme cara —sus palabras tienen un tono de melancolía. —¿Nunca pensaste en volver a casarte? —Jamás. Mi Violeta fue y será la única mujer para mí. Entrecierro los ojos. —¿Nunca hubo nadie más? —Mujeres sin importancia —replica —mujeres que solo estaban para satisfacer una necesidad a cambio de una buena retribución. —No quiero saber más, gracias —lanza una carcajada. Se aclara la garganta. —Tú preguntaste. —Pero no quería tantos detalles. Asiente. —Entonces, si es así que has dado por terminado t
En este momento me siento como una de esas chicas a las que todo le sale mal y que hacen el papelón de su vida.Siento como me sonrojo ante la atenta mirada del hombre frente a mí.Él nos vio a Ares y a mí teniendo sexo.Lovoyacolgardelaspelotas.—Debo asumir que su memoria de caballero no le hará cometer una indiscreción.Hace como si lo estuviera pensando.—Realmente me pide eso luego de esa fantástica noche.Ahogo una exclamación y miro alrededor en busca de Jared y Theo.—A ver señor…—Jeffrey —me corta —no son necesarias las formalidades.Lo fulmino con la mirada.A este le doy un guantazo.—Deja de incomodar a mi esposa Jeffrey.La voz de Ares llega hasta nosotros y envía un escalofrío por mi cuerpo.—Vamos, solo estaba bromeando con ella. Pensé que le habías dicho que, lo que pasa en las vegas…—Piérdete.—Un gusto verte —se inclina un poco —no te preocupes que mis labios están sellados.Con eso se aleja.Alargo la mano, tomo la copa y la bebo de un tirón.—Solo estaba bromeand
—Te ves horrible.Me siento en la mesa del desayuno y miro a Theo.—Gracias, realmente aprecio los ánimos.Jared sabiamente guarda silencio.—Yo creo que deberías ir a ver a Ares y hablar.—Sería perder el tiempo —miro a Jared —sé que no va a querer verme y terminaríamos en una nueva batalla verbal.—¿Entonces qué piensas hacer?—¿Quieres la verdad?Sonríe con tristeza ante mi tono bajo.—Sería un detalle, cariño.—No sé. No sé cómo proseguir con Ares —suspiro —no sé si aún hay algo por lo que luchar.Me duele decirlo, pero es la realidad.—Emma.—Nos hemos hecho tanto daño en tan poco tiempo que no sé qué sigue.Uno de los escoltas se detiene en la entrada del comedor y se aclara la garganta.—Señor, hay alguien afuera que desea ver a su hija.La esperanza aflora un poco en mí, pero sé que Ares no se anunciaría.—¿Quién es?Jared se adelanta a preguntar.—Es el señor Cillian.Mi corazón late rápido con temor. Sé que no soy santo de su devoción y después de lo de anoche de seguro quie
POV ARES.Esto es una mierda.Cillian abre el sobre donde se encuentran los documentos, pero ninguno de los dos se atreve a leerlos.Siento que esto es una locura.Es algo, no imagine que haría.Es más difícil de lo que pensé.—Entonces, ¿van a quedarse mirándose mutuamente y ninguno va a leer la investigación?Una sonrisa tira de mis labios al escuchar a Helena.Ella se muere de la curiosidad.Cillian me mira y yo asiento.—Has los honores —espeto.No lo piensa dos veces y se acerca en dos zancadas para tomar el sobre.Se sienta en la silla junto a mí y saca la información.En silencio la lee y ni a Cillian ni a mí le pasa desapercibido las emociones en su rostro.—¿Helena?—Aquí dice que su padre falleció cuando Ares tenía solo un año años.Trago.—Su madre… ¡Jesús! —Susurra.—¿Qué dice? —la aúpa Cillian con un tono exasperado.Se aclara la garganta.—Su madre murió tres años después de dejarlos en el orfanato. Yo no tendría el valor de abandonar a Caroline —nos mira con lágrimas en