"Ajá", sonrió Madeline. Pasó los dedos por los brillantes diamantes de imitación de su vestido. "Jeremy tiene muy buen ojo. Incluso sabe todas mis medidas".

"¿Qué has dicho?".

"¿Qué? ¿No conoces el lenguaje humano?". Meredith sonrió y se adelantó. El personal se apresuró a ayudarla con su vestido.

Parecía una reina cuando avanzó con elegancia hasta situarse frente a Meredith. "¿De verdad crees que este vestido te pertenece?".

"...". Meredith estaba tan enfadada que casi se le salen los ojos de las órbitas. "Vera Quinn, quítate ese vestido ahora mismo. Es un regalo de Jeremy para mí. Me lo voy a poner el día de mi boda. ¿Quién eres tú para llevar mi vestido de novia?".

Miró a Madeline con desprecio. Luego, se burló de repente.

"Vera, ¿por qué haces esto? Sé que te gusta Jeremy, pero es mi prometido. Además, nos casaremos en dos días, entonces seremos marido y mujer. Lo que estás haciendo ahora es exactamente lo que haría una amante, ¿sabes? ¡Eres un fracaso como fundadora y diseña