Cuando el maestro de ceremonias terminó de decir eso, Meredith se sonrojó. Miró a Jeremy con nostalgia.

'¡Jeremy, apúrate y di que sí!’.

'¡He estado esperando tanto tiempo este día!'.

El corazón de Meredith se aceleró. Sentía que iba a llegar a la cúspide de su vida.

Además, se dio cuenta de que Jeremy le sonreía cálidamente. Había una suavidad en sus ojos que nunca había visto antes.

Meredith estaba segura de que todo saldría bien.

Sin embargo, en ese momento, el teléfono de alguien empezó a sonar.

Rompió el ambiente, haciendo que Meredith no se sintiera feliz. Sin embargo, se dio cuenta de que era el teléfono de Jeremy.

Jeremy reprimió lo que sentía antes y sacó su teléfono.

Cuando vio el identificador de llamadas, levantó la cabeza para mirar a Madeline, que estaba sentada en la última fila.

"Jeremy, me duele el estómago de repente. No sé si le pasa algo a nuestro bebé. No creo que pueda seguir viendo esto. Tengo que ir al hospital".

La voz de Madeline sonaba muy abatida