Lana se quedó atónita y miró con perplejidad los fríos ojos de Jeremy. Giró bruscamente la cabeza para mirar hacia la puerta y lo mismo hizo el gordo.

Unos hombres altos con traje, zapatos de cuero e insignias azules colgando del cuello se dirigieron hacia ellos de forma impresionante.

"¿Quiénes son ustedes? ¿Quién los ha dejado entrar? ¿No ven que esta sala está reservada? ¡Salgan de inmediato!”, los echó Lana con disgusto, ya que, obviamente, no se había dado cuenta de la gravedad de la situación.

Por supuesto, los hombres no se fueron, sino que miraron a Lana con expresión seria. El líder del traje negro mostró a Lana su placa. "Somos de la Interpol. Hay pruebas para que consideremos que estás haciendo transacciones ilegales. Tienes derecho a guardar silencio, pero todo lo que digas puede ser usado en tu contra en los tribunales".

"...".

'¡¿Interpol?!'.

'¡¿La Organización Internacional de Policía Criminal?!'.

Lana miró con incredulidad a las personas que habían aparecido fr