Él susurró el nombre de Madeline, acarició la cara de ella en la foto y tosió con fuerza.

Se tomó rápidamente un analgésico, pero aún así no pudo evitar el sabor a sangre que le llegaba desde lo más profundo de la garganta.

Jeremy se limpió la sangre de los labios con un pañuelo y miró la mancha de sangre. Era de color marrón intenso y no parecía sangre fresca normal.

Además, sentía un dolor punzante en el corazón y los dedos le temblaban involuntariamente.

Una vez que el veneno desarrollado por Adam entrara en la fase final, no solo torturaría el cuerpo de la persona, sino que también pondría a prueba su psicología cruelmente.

Jeremy pasó la noche en el dormitorio de la oficina.

En cuanto se levantó al día siguiente, recibió una llamada de Lana.

Después de que la mujer fuera dada de alta del hospital, se apresuró en decirle a Jeremy que quería acompañarlo para cerrar el trato.

La verdad era que Jeremy quería pensar en un motivo para que Lana también asistiera. El espectáculo n