— Por tu ineptitud él nos esta atacando, si hubieses hecho las cosas bien nada de esto estaría pasando. — Gritó Elijah al mismo tiempo que golpeaba a Mia. — Fue tu culpa, fuiste tú quien quiso hacerle daño. — Replicó ella luego de alejarse un poco, adolorida por el golpe, pero como sabía ella nunca podría salir de aquí, no le importaba si él terminaba por matarla, después de que ayer se enteró de un secreto del pasado, ya no le importaba nada. — Cállate y pide perdón de inmediato o pagarás las consecuencias. — Exigió Elijah respirando rápidamente mientras la veía con sus manos cerradas en puños y la mandíbula tensa. — ¿Qué harás? ¿Me vas a matar como a mamá? Entonces hazlo de una vez. — Gritó Mia con su corazón desgarrándose, siempre supo que había algo mal alrededor de la muerte de su madre, de como sucedieron las cosas y había sospechado de su madrastra y su padre, pero nunca había podido tener la oportunidad de investigar nada, porque siempre la mantuvieron cautiva, solo que Bro
— Ella va a estar bien. — Fue lo único que pudo decir Dean dándole una palmada en el hombro y aunque no sabía si esto sería así, esperaba que si, porque podía ver que Jacob sufriría demasiado si ella moría, además no creía que Mia mereciera lo que le estaba pasando. Jacob no dijo nada y solo siguió con su vista fija en las puertas de la sala de emergencias, hasta que vio al doctor salir y se acercó de prisa a él, con su cuerpo tenso y su corazón lleno de temor, tenía demasiado miedo de escuchar que ella no había podido sobrevivir, no creía poder soportarlo. — Por favor dígame qué ella está bien. — Pidió desesperado, la único que quería escuchar era eso, no se sentía preparado para nada más, pero podía darse cuenta que la cara del doctor no era buena. — La señorita tenía una hemorragia interna debido a los golpes, incluso su corazón se detuvo y tuvimos que reanimarla, estuvo realmente cerca de la muerte y en cuanto al golpe en su cabeza tenemos que evaluar un poco más, ya que este f
Jacob golpeó rápido y con fuerza, en medio de las súplicas para que se detenga y los sollozos de Brooke, Olivia y Elijah, que no dejaba de quejarse adolorido y desesperado por escapar de los despiadados golpes de Jacob y de la nada este se detuvo, abruptamente, usando todo su autocontrol para hacerlo, porque lo único que deseaba era poder acabar con Elijah, matarlo de una vez. —Mereces que te mate, pero no lo haré, porque una vez que Mia se recuperé voy a preguntarle que tanto le hiciste, cuántas veces la golpeaste y te haré vivir todo eso una y otra vez, pero mucho peor. — Masculló Jacob y Elijah se estremeció, temblando de miedo, ya su cuerpo dolía demasiado, no sería capaz de enfrentar esto todas las veces que se lo había hecho a Mia. — No puedes hacerme eso, después de todo yo soy el padre de Mia, ella me guarda respeto y no estará de acuerdo con esto, es mejor si nos dejas ir. — Murmuró Elijah con voz ronca y sus ojos cristalizados por el dolor en su cuerpo. — Eres realme
— Necesito que me digas todo lo que sabes y espero que no mientas en nada, porque lo descubriré si lo haces. — Exigió Jacob, ayer le habían entregado los resultados de la prueba de ADN que le había mandado a realizar a Elijah y a Mia y efectivamente no había coincidencia, él no era su padre. Por eso le había pedido a Dean que le trajera a Rosa al hospital, para que ella le explicará que era lo que estaba pasando, no entendía nada, aunque si lo pensaba tenía sentido y se sentía un poco aliviado de al que menos él no fuese su padre, porque Mia no merecía tener un padre tan cruel. — Cómo le dije, él no es el padre de la señorita, su madre en un momento de locura, luego de enterarse de una infidelidad de Elijah, decidió vengarse y se acostó con alguien más, quedando embarazada e iba a separarse, le pidió el divorcio, solo que él la convenció de que dejaría a su amante y que no tenía ningún problema en aceptar a ese bebé en camino como suyo, lamentablemente la señora le creyó y cayó en s
— No vayas a llorar mi hermosa guerrera, no quiero verte sufrir más, todo eso es parte del pasado. — Pidió Jacob antes de darle un beso en cada una de sus mejillas. — Me asustaste mucho, quiero que el doctor te revise mi amor y luego continuaremos hablando. — Espetó, quería asegurarse de que ella estuviera bien antes de cualquier otra cosa, porque para él lo más importante era el bienestar de Mia. — Está bien. — Accedió Mía sintiéndose un poco aturdida por lo cariñoso que estaba siendo Jacob con ella, él nunca se había comportado de esa manera. Jacob asintió y rápidamente llamó al doctor, esté vino de inmediato y después de revisarla y hacerle algunas preguntas miró a Jacob. — Su esposa está bien, tiene que quedarse al menos dos días más para seguirla monitoreando, pero su mejoría ha sido muy buena. — Informó el doctor y Jacob sonrió al escucharlo. Por el contrario, Mía frunció el ceño confundida, ella había firmado los papeles del divorcio, no entendía porque él doctor se refería
— Bienvenida de nuevo a casa mi amor. — Espetó Jacob mirándola sin dejar de sonreír y tomándola de la mano, mientras caminaban a la puerta de la casa, estaba muy feliz porque ella por fin estaba recuperada y hoy volvía a casa, como él había estado anhelando. — Gracias. — Susurró Mia, mientras sus mejillas se ruborizaban, aún no se acostumbraba a lo cariñoso que él era y la forma en que la llamaba, pero le encantaba y su corazón no dejaba de latir emocionado cada vez que él le decía así. Jacob la atrajo hacia su cuerpo y le dio un beso en la frente antes de abrir la puerta para dirigirse al interior y al entrar los ojos de Mia se abrieron de par en par, dándose cuenta de que había un cartel de bienvenida y muchos girasoles adornando el lugar, pero lo más importante era el peluche en el medio, este era exactamente igual al que tenía cuando era una niña, solo que estaba nuevo, impecable, sin haber sido tocado por las malvadas manos de Brooke. — ¿Tú… como lo hiciste? ¿Cómo supiste cuál
— Es un placer volver a verlos, ¿Qué tal la han estado pasando? — Preguntó Jacob con una sonrisa cruel apenas entró al sótano y dándose cuenta de lo mal que se veían Elijah, Brooke y Olivia. Tenían grandes ojeras, estaban muy demacrados y parecían que habían perdido unos cuantos kilos, esto no le sorprendió para nada, porque les había dado órdenes a los guardaespaldas de darles comida solo a veces y que está fuera solo algo de mal sabor y poco nutritivo. Además habían estado todo el tiempo en sótano, amarrados en posiciones incomodas, debería ser realmente difícil conseguir dormir un poco. — Señor Davis, no se han estado portando muy bien, ayer cuando les quitamos las mordazas para darles un poco de comida, nos ofrecieron dinero a cambio de dejarlos ir e incluso favores sexuales. — Informó uno de los guardaespaldas, habían decidido ponerles mordazas a todos porque no soportaban escucharlos quejarse, llorar o suplicar todo el tiempo y ayer ellos estaban más desesperados y habían empe
Elijah se quedó helado simplemente sudando frío por todo el dolor que estaba sintiendo, mientras Brooke y Olivia se veían cada vez más desesperadas, más sabiendo que no podían hacer nada y Brooke ya estaba siendo llevada arriba a la fuerza. — Por favor no nos hagas esto, no les hagas esto a ellas, son mujeres, Brooke es muy joven y Olivia ya es alguien mayor, no destruyas su vida así. — Suplicó Elijah con voz temblorosa, en este instante ya ni siquiera le importaba humillarse a cambio de salvar a su hija y esposa de un horrible destino. — No te importo destruir la vida de Ambar ni la de Mia, así que no pretendas suplicar ahora, solo te informó que hoy te haré sufrir mucho, pero tranquilo que podrás seguir viviendo, aún tienes que ver un vídeo de tu esposa e hija con sus primeros clientes. — Espetó Jacob con una sonrisa y los ojos de Elijah se llenaron de horror y empezó a sollozar mientras negaba con la cabeza y suplicaba que no le hiciera esto, pero Jacob ni siquiera le prestó dema