— Por Dios Maya, ¿Cuándo pensabas decirme que tenías lupus? ¿Cómo puedes guardar este secreto y solo admitirlo después que yo mismo me enteré gracias al doctor? — Cuestionó Jacob molesto y preocupado, no pensó que ella tuviera que atravesar una enfermedad como está, con la que tendría que vivir toda su vida y ni siquiera lo había llamado para contarle y aunque sabía que era para no preocuparlo igual se sentía muy molesto, siempre que pudiera ayudarla quería hacerlo, no quería que ella sufriera ningún daño y esta enfermedad no era algo bueno, lo menos que podía hacer era cuidar de ella. — No quise que vinieras hasta aquí por eso, se que estás ocupado y bueno estoy bien, solo que tengo que soportar ciertos malestares a los cuales debo ir acostumbrándome, voy a estar bien, no te preocupes. — Respondió Maya sonriéndole para calmarlo, que él se preocupara tanto por ella hacía que su corazón se sintiera muy cálido, ya que sabía que él la amaba mucho, pero ella no quería que él dejara de ha
— Muñequita. — Susurró Victor, detallándola con la mirada, dándose cuenta que ella seguía igual de hermosa, pero parecía haber madurado, no tenía la misma mirada inocente y juguetona y sobretodo ya no lo miraba como antes, sus ojitos no brillaban de la misma manera, no había ese anhelo que antes siempre tenían. — No vuelvas a llamarme así y por favor vete de mi casa. — Exigió Maya tratando de mantener sus emociones bajo control, al ver a Víctor frente a ella nuevamente su corazón había dado un vuelco y comenzaba a latir desesperado, porque nunca lo había podido sacar de su mente ni de su corazón, pero también tenía mucho resentimiento hacía él, por todo lo que había tenido que sufrir después de su traición, lo odiaba con todo su corazón y al mismo tiempo lo amaba de igual manera. — Siento mucho lo que pasó, solo quería verte y asegurarme de que estuvieras bien, me gustaría que pudiéramos hablar a solas. — Dijo Victor sin quitarle la mirada de encima, se daba cuenta que ella no parec
Jacob al verla así, la abrazó, sintiéndose furioso porque una vez más su hermana sufría por culpa de Victor, no consideraba nada justo que él tuviera el descaro de volver a aparecer frente a ella y lastimarla una vez más. — Lo siento, fui descuidado está vez y seguramente por eso te encontró. — Se disculpó Jacob sin dejar de abrazarla, cuando se enteró que ella estaba mal no le había prestado atención a otra cosa y solo se había apresurado, ahora lamentaba mucho esto. — No te tienes que disculpar. — Sollozó Maya, ella no podía culpar a su hermano cuando él era quien siempre estaba ahí para ella y para sus hijos. Fue la única persona que no la abandonó cuando más necesitaba de alguien. Jacob solo siguió abrazándola hasta que consiguió que ella se calmara y cuando finalmente lo hizo, se secó las lágrimas para mirarlo con seriedad. — Me preocupan los niños, él ahora sabe que estoy aquí, puede enterarse de ellos y quizás descubra que son sus hijos, no se si quiera quitármelos después
— Jake, ¿Tú en serio no quieres conocer a papá? — Preguntó Marcus mirando a su hermano. — Si quiero, pero no quiero que mamá vuelva a llorar. — Respondió Jake un poco triste, ellos nunca le preguntaban a Maya por su papá, pero si hablaban entre ellos de cómo sería tener uno y que porque su padre nunca venía a buscarlos, ahora sabían que era porque él no estaba enterado de que tenía hijos y que quizás nunca lo sabría. — Yo tampoco quiero que mamá esté triste. — Murmuró el otro niño, él también quería conocer a su papá, solo había dicho que no quería tener nada que ver con este por su mamá. Pensaba que si ella estaba llorando era porque su padre había hecho algo que la había puesto muy triste, así que era mejor no obligar a su madre a estar cerca de él, después de todo, ella era quien siempre había estado con ellos, no conocían lo que era tener un padre, así que podían seguir adelante sin él. — Esta bien, entonces no podemos decirle nada a mamá, lo mejor es seguir como si no supiéram
Maya lo miró sin saber que decir, con su cuerpo temblando y con su corazón demasiado agitado, él aroma del cuerpo de Victor la tenia completamente envuelta y al sentir su cuerpo contra el suyo, como tanto anhelo, la estaba volviendo loca, evocaba demasiadas sensaciones, haciéndola sentir muy tentada por él y se sentía incapaz de alejarse, por eso cuando Victor acercó sus labios a los suyos, ella no hizo nada por alejarse, así que él comenzó a besarla con ternura, quería hacerla entender que su amor por ella era verdadero. Al sentir sus labios contra los suyos, Maya se dejó llevar por unos segundos, disfrutando la deliciosa sensación que él le provocaba, hasta que finalmente al recordar el dolor en su corazón, se separó de su beso empujándolo. — ¿Qué es lo que estás buscando? ¿Volver a romperme el corazón? ¿No te pareció suficiente todo el dolor que me causaste? — Interrogó Maya mientras sus ojos se cristalizaban, se sentía furiosa con Víctor y sobre todo con ella misma, por aún amar
La ambulancia rápidamente llegó y cuando los paramédicos estaban sacando a Maya de la casa, los niños se despertaron, ellos habían estado tomando una siesta con su niñera, pero el ruido de abajo y la ambulancia, lograron despertarlos, por lo que sigilosamente salieron de la habitación y tratando de no ser vistos, se asomaron para ver que estaba pasando abajo. Cuando hicieron esto ya los paramédicos habían sacado a Maya y Victor cerró la puerta luciendo preocupado para ir detrás de ellos sin darse cuenta de la presencia de sus hijos, los niños al ver esto, ansiosos se apresuraron rápidamente hasta la puerta para detener lo que estaba sucediendo, pero ya era demasiado tarde, cuando salieron la ambulancia ya estaba empezando a moverse. — ¿Mamá volvió a enfermar? ¿Por qué se la llevaron? — Preguntó Jake, lleno de preocupación, no entendía nada del porque su padre de nuevo había venido aquí ni porque se la llevaba de esa manera. — No sé, pero tenemos que hacer algo, él le pudo hacer alg
— ¿Sus nietos? — Cuestionó Victor frunciendo el ceño, volviendo a enfocar su mirada en Maya, por alguna razón está respuesta no parecía tener sentido para él y ver que la mujer parecía nerviosa no ayudaba y tampoco que Maya estuviese aturdida. — Si señor. — Respondió Lorena. — Maya, ¿Por qué no me dices nada? — Interrogó Victor tensándose, una posibilidad empezaba a pasar por su cabeza y está lo asustaba demasiado, porque si era verdad todo estaría perdido para él, porque significaría que ese día no había alejado solo a Maya de su vida. Ya estaba demasiado arrepentido, está posibilidad lo destrozaría. Los ojos de Maya se cristalizaron, era evidente que Victor estaba sospechando, si no, no sería tan insistente con el tema y aunque le mintiera en este momento, él descubriría la verdad, porque ya la sospecha estaba en su cabeza gracias a los nervios de Lorena y a los de ella, la duda estaba en su cabeza y solo la podría disipar encontrar la verdad. Ella dirigió su vista a sus pequeñ
— Hoy estarán abajo con su papá, él quiere pasar tiempo con ustedes, Lorena también los va a acompañar, yo me quedaré en mi habitación, pero si necesitan algo se lo dicen a Lorena. — Dijo Maya mirando a sus dos pequeños. Ayer ellos habían hablado con Víctor por un rato, pasaron un tiempo juntos, conociéndose y luego él le había dicho a ella que quería pasar el mayor tiempo posible con ellos, poder hacerse un lugar en la vida de los niños, por lo que ella aceptó, estaba de acuerdo con esto, porque pensaba que los gemelos necesitaban a su padre y podía darse cuenta que para Victor ya eran importantes, así que no se iba a oponer a qué se relacionaran, solo que ella prefería no estar demasiado cerca en estos momentos, estar cerca de Victor la afectaba, no podia controlar todo lo que sentía por él. Después de todo no siguieron discutiendo lo de ayer y ella no quería retomar ese tema, prefería intentar olvidarse de sus palabras, aunque esto se sentía realmente complicado, porque esas pala