Capítulo 3

Capítulo 3

Erik Boyer

Me miro al espejo y ajusto bien el nudo de mi corbata para asegurarme de estar listo porque hoy me caso. Me caso con una mujer hermosa, increíble e inteligente, ella será la reina de la casa.

- En serio amigo; nunca creí que tú serías capaz de casarte. Siempre decías que esas cosas no eran para ti y que serías un eterno soltero ¿Qué pasó? - dijo uno de mis amigos y sé que lo hace para molestarme, aunque de verdad me desee lo mejor.

- Vamos Luis; sabes perfectamente que Violeta San Marino, es una mujer increíble y muy guapa. Ella es la clase de mujer que cualquier hombre desearía llevar al altar, yo sin duda alguna desearía haber sido el afortunado. Sin embargo, ese placer se lo llevó aquí nuestro Erik - habló Carlos, mi otro amigo.

- Violeta San Marino, además de ser hermosa y guapa como ustedes dicen. También es muy refinada, delicada, inteligente y sobre todo muy buena persona. Yo que estudie con ella la considero como una hermana, así que ojo con hacerle daño Erik porque ella tendrá quien la defienda ¿Entendido? - dijo Andrés levantando su copa.

- Ustedes tres tienen toda la razón y tranquilos, no la dañaré por nada de este mundo. Yo a esa mujer, la amo con mi vida y pronto será toda mía. Además, ustedes deben de suponer que algo bueno tuvo que haber visto en mí y por eso se va a casar conmigo. No veo la hora de hacerla mi esposa y mi mujer. Salud por mi felicidad.

- Pues salud y felicidades por eso, se lo merecen. Te ganaste a una mujer de oro; que digo de oro, si es la mejor del universo. Cuídala mucho Erik - me dijo Andrés.

Brindo con mis amigos porque me caso en pocos minutos y siento que ya todo en el cuerpo me molesta de lo nervioso que estoy. Solamente espero que Violeta no se arrepienta en último momento porque los nervios la traicionen. Yo sin esa mujer no sé que sería mi vida.

... 

Luego de la boda... 

(Fiesta de la boda)

Me encontraba saludando a los invitados junto a Violeta y recibiendo las felicitaciones de mis amigos, cuando la llamada de uno de nuestros clientes del banco entra y debo atenderlo. Ni siquiera respetan el día de mi boda con sus absurdas llamadas para saber sobre su dinero. 

- ¡Oh si! Míster Parker, deme un minuto. Enseguida le regreso la llamada, solo déjeme arreglar un problema - digo mientras cuelgo la llamada de ese viejo pedante.

- ¿Es que ni en tu boda te dejan de molestar? ¿Quién es el cretino que llama un día como hoy? - pregunta Luis con su rostro serio. 

- Es Parker, ya sabes como es ese viejo cretino. Solo será un momento Luis, contesto la llamada y regreso con ustedes. De lo contrario; ese viejo seguirá molestando hasta el cansancio. Si preguntan por mí díganles que ya regreso, sobre todo a Violeta para que no se preocupe.

- ¡Bien, ve! Atiende a esa momia viviente y regresa que esta fiesta es porque hoy te casaste - mencionó Andrés.

Salgo del jardín trasero de mi mansión y subo las escaleras hasta mi habitación para contestar la dichosa llamada y tener así un poco de privacidad. 

Una vez terminé la llamada con Parker, habían pasado ya como unos quince minutos más o menos y yo estaba más que listo para bajar. Necesitaba ir a la fiesta o iban a matarme.

- En ese traje te ves más sexy que de costumbre y haciendo negocios aún más - escucho detrás de mí esa voz que; para mi desgracia, ya me conozco de memoria.

- ¿Qué quieres Alexia? ¿Qué demonio haces aquí? - pregunto seriamente volteando a verla y sí, ella es la prima de mi esposa.

-¡Oh vamos Erik! No me trates así cariño, sabes perfectamente que quiero en este momento contigo querido mío. No deberías de hacerte tanto el de rogar cuando tú y yo sabemos que disfrutas estando entre mis piernas.

- Pues lamento decirte que eso no va a pasar Alexia. Lo que había entre tú y yo se acabó en cuanto me casé con tu prima Violeta. Respeta por lo menos que esta es mi boda y que tú prima está en esta casa junto con tu familia. Deberías respetar un poquito al menos que ya estoy casado.

-Ja, ja, ja - ríe como demente - Hay querido Erik, esas palabras no te las crees ni tú mismo. Aparte; yo estoy aquí para regalarte un momento rico, lleno de placer antes de que te enfrentes a la virgen de mi prima Violeta.

- No le digas así a tu prima y desde hoy; si quiero placer, pues lo voy a buscar en mi esposa. No caeré en tus enredos esta vez y mucho menos te vas a aprovechar de mi estado de abstinencia.

- Mmm... ¿Estás seguro de eso Erik? - pregunta ella acercándose a mí con una sonrisa coqueta en sus labios y moviendo sus caderas sensualmente - ¿Sabes algo Erik? Dudo mucho que mi primita inexperta, te sepa enloquecer como yo y te haga todo lo que te hago yo - me susurra en el oído y de paso sostiene la creciente erección que tengo.

- Te he dicho que no, Alexia. No sé como no tienes algo de vergüenza o un poco de amor propio por ti. Deberías buscarte a alguien con quien jugar.

- Sabes que ella va a querer que tú le hagas el amor como en esos cuentos de hadas, pero tú y yo sabemos que no eres hombre de eso. Lo tuyo es coger duro y sin límites como haces conmigo.

- No juegues conmigo Alexia - digo sujetando fuertemente su cabello porque despertó en mí mis instintos más bajos - Arrodíllate Alexia y ya sabes lo que tienes que hacer.

Sé perfectamente que ahora soy un hombre casado y que tal vez Violeta no se merece esto que estoy a punto de hacer ¿Pero como le digo que no a una buena cogida? Más aún cuando se trata de Alexia, quien es una experta en la materia. Es por eso que ahora la tengo a mis pies, haciéndome el mejor sexo oral de mi vida y debo decir que es el cielo. Agarro su pelo fuertemente entre mis manos y doy embestidas rudas en su boca, haciendo que me reciba por completo tal como me gusta.

- ¿Era esto lo que buscabas? ¿Esto era lo que querías perra? - pregunto haciendo que ella me mire a los ojos y saco mi masculinidad por completo de su boca.

- Justo esto quería Erik, ahora cógeme cariño - dice poniéndose de pie para quitar su vestido y quedar expuesta por completo ante mí – ¿Qué esperas? Ven aquí ahora.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo