Capítulo 45

Violeta San Marino

Siento el calor del cuerpo de Ades pegado al mío y aunque estoy despierta, me niego a moverme porque no quiero dejar de sentirlo. Sin embargo, un fuerte dolor en el estómago acompañado de unas ganas inmensas de vomitar. Me hacen salir de sus brazos de manera brusca para correr hacia el baño y devolver todo mi estómago.

Siento como la vida se me está yendo por la boca y las manos de Ades me sostienen el cabello. Al parecer lo desperté después de salir de la cama de ese modo y no es para menos.

– ¿Estás bien? – me pregunta una vez salimos del baño.

– Si, ya estoy bien. Al parecer me cayó mal las bebidas de anoche y como bailamos tanto, al parecer esta mañana me cobraron factura.

– ¿Estás segura? ¿No quieres que te lleve con un médico para que te revise?

– Ades, tranquilo. Nunca en mi vida había tomado tanto alcohol a no ser la noche que te conocí y me acosté contigo. Siempre fui la chica perfecta y apenas me estoy acostumbrando a ser diferente.

– Bueno,