Capítulo386
Tan pronto como Dalila entró al apartamento, escuchó un golpeteo en la puerta.

Se sentía complacida y tarareaba una melodía mientras iba a abrir la puerta.

Sin embargo, cuando vio a la persona en el umbral, su rostro se puso rígido y preguntó:

—Leandro, ¿por qué estás aquí?

—¿No puedo venir a mi casa?

Dalila se rio con vergüenza y respondió:

—No quise decir eso, solo pensé que estabas en…

Sin esperar a que terminara sus palabras, Leandro la miró con frialdad y preguntó con un tono severo:

—¿Tuviste algo que ver con el incidente de Jasmine?

—¿El incidente de Jasmine?

Dalila agarró rápidamente su brazo, y dijo con coqueteo:

—Leandro, ¿también sospechas de mí? Prometiste confiar en mí.

Leandro calmadamente se zafó de su mano y dijo con un tono gélido:

—No pongas a prueba mi paciencia. La confianza que te he dado ya es más que suficiente.

Viendo su firme actitud, Dalila se sentó en el sofá y comenzó a llorar:

—Leandro, siempre haces esto conmigo. Siempre me cuestionas por Julieta. Si n
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