Nada más decirlo, Ismael se arrepintió. Había sido demasiado impulsivo. ¡Cómo iba a decir algo así! Si…—De acuerdo.Ismael creyó haber oído mal. Entonces se percató de que Julieta lo miraba de nuevo y sonreía.—Está bien, mientras al señor Soto no le importe que sea débil y me enferme a menudo.Julieta vio que Ismael se paralizaba y se acercó a él.—No te estarás arrepintiendo, ¿o sí?—No, no…—Ismael, no sé cuánto tiempo viviré. Si fallezco quiero que mi hermano viva contigo. Estaría más tranquila que si viviera con Leandro. —Julieta frunció los labios. Después de tomar un sorbo de su vino volvió a reír—. Además, cuando Samuel crezca, lo dejarás ganar dinero para mantenerte, no estarás en desventaja.Ismael escuchó estas últimas palabras. Por fin se sintió aliviado, aunque su corazón estaba un poco decepcionado.—No hay problema, lo explotaré con dureza.Los dos se sonrieron y brindaron.Después de tomar tres latas, Julieta se mareó y se desplomó sobre la mesa.Por el contrario, Isma
¿Ismael? ¡Lo llamaba cariñosamente!Aturdida y confundida, Julieta se dirigió a los brazos de Leandro. Incluso tomó su mano. Apretó sus labios y sonrió.—Estar contigo me hace sentir segura, gracias.Leandro estaba completamente enojado, pero la otra persona estaba borracha. Ni siquiera podía intentar gritarle para despertarla, así que de nada le servía enfurecerse.Al final llamó a su guardaespaldas:— ¡Pégale, pégale fuerte!… Al día siguiente.Julieta estaba aturdida. Sentía que su garganta estaba muy seca, así que se dio la vuelta en la cama y murmuró:—Ismael, ¿hay agua?Al rato, alguien la ayudó a levantarse y le entregó un vaso de agua tibia.Ella dio las gracias y se bebió toda el agua de un trago.Ahora ya no tenía la garganta seca, pero sintió que se le hinchaba el estómago. Frunció el ceño.—¿Dónde está el baño? —dijo mientras abría los ojos y se levantaba de la cama.—A tu izquierda.—Oh, gracias.Se iba a dirigir allí cuando se percató de que el tono de voz no era el corr
Julieta se quedó inmóvil mientras miraba a Jasmine con cierta confusión. —Jasmine, ¿qué te pasa? —dijo mientras daba unos pasos más hacia adelante.—¡Julieta, no te acerques! —Jasmine se encogió mientras lloraba y suplicaba—: ¡Te lo ruego, no te acerques!Julieta vio que Jasmine estaba muy exaltada y no se atrevió a acercarse más a ella. Retrocedió dos pasos. —Está bien, no me acercaré. Estaré aquí mismo, ¿está bien? —dijo suavemente.Jasmine asintió.Julieta casi nunca había visto llorar a Jasmine. Ahora, al verla incapaz de dejar de llorar, se sintió triste y preocupada.—Jasmine, cuéntame qué te pasó, ¿sí?Jasmine se mordió el labio y contuvo sus sollozos mientras negaba con la cabeza.¿Qué demonios había pasado? Julieta quería presionarla, pero temía que las emociones de Jasmine se derrumbaran si continuaba haciéndolo, así que se sentó donde estaba.—¿Tienes hambre?Jasmine negó con la cabeza.—¿Tienes sed?Jasmine volvió a negar con la cabeza.—La escuela de Samuel organizó exám
—¿Qué demonios quieres? Dímelo.—Es solo que me encanta verte al borde de la locura. Cuando te vuelvas loca, estoy segura de que Leandro se divorciará de ti. Entonces me convertiré en la señora Cisneros.Julieta rugió: —¡Te lo advierto, no hagas nada que no debas!Pero a Dalila no le importó en absoluto. Soltó una leve carcajada.—Lo único que haces es gruñir impotente. ¿Qué más puedes hacer?—¡Tú!Julieta quiso regañarla, pero de pronto, escuchó el sonido del agua que venía del baño.Preocupada por si Jasmine se suicidaba, soltó el teléfono y corrió directamente al cuarto de baño.Se sintió aliviada cuando vio a Jasmine sentada en la bañera.—Jasmine.Julieta se acercó a ella y la abrazó.—Yo fui la que te lastimó, lo siento.Enterrando la cabeza en su hombro, Jasmine lloró a gritos.—Julieta, no tiene nada que ver contigo. Mi destino es así. Ya es un regalo de Dios que me haya encontrado con una salvación como tú en mi vida. Quizás he pedido demasiado.—¿Qué tonterías dices?—No mer
En la cocina.Julieta estaba cocinando, pero su mente estaba muy inquieta. Por un lado, estaba preocupada por el estado de Jasmine y por otro estaba preocupada por lo que iba a hacer Dalila a continuación.Estaba pensando en ello cuando sonó el timbre.Julieta bajó el fuego y miró por la mirilla. Luego abrió la puerta.—Omar, ¿dónde has estado? No he podido contactarte en toda la mañana.Omar llevaba el mismo traje de ayer. No se veía muy bien y su voz era ronca.—Yo… Surgió algo anoche. ¿Está Jasmine?—Sí.Omar estaba a punto de entrar cuando Julieta lo detuvo.—Jasmine no está disponible para ver a nadie en este momento, así que dime lo que le quieres decir.—Yo… — Omar bajó la cabeza—. Vine a disculparme por lo de anoche…—Lo que pasó anoche fue cosa de Dalila, no es asunto tuyo.Al escuchar sus palabras, Omar se quedó paralizado. Luego sus ojos se volvieron fríos.—¿Qué dijiste? ¿Dalila?Julieta le hizo señas para que bajara la voz mientras fruncía el ceño.—Jasmine se encuentra ma
Después de que los medios añadieran detalles que no existían, todo se convirtió en cómo Jasmine no sabía respetarse a sí misma y lo puta que era… Debido a su enfado, Julieta tenía la cara roja y muchas ganas de matar a Dalila.Pero… Se pellizcó los muslos mientras intentaba calmarse.Este asunto había herido mucho a Jasmine. No debía ser impulsiva, tenía que encontrar la solución más adecuada.Especialmente tenía que evitar que Jasmine viera esto. De lo contrario no se atrevía a imaginar las consecuencias.De repente, recordó lo que dijo Omar: “Las fotos son falsas”.¿Falsas?Julieta miró detenidamente la foto. Era obvio que la cara era de Jasmine, pero el cuerpo…De repente, sus ojos se abrieron de par en par. La foto estaba alterada.Habían hecho esta supuesta foto desnuda combinando la cara de Jasmine con el cuerpo de otra mujer.Entonces el vídeo…Julieta no pudo evitar ver el vídeo detenidamente varias veces más y, por fin, encontró el fallo.La mujer del vídeo llevaba esmalte d
Tocó la puerta durante largo rato, pero nadie le respondió.Julieta se puso nerviosa y volvió corriendo al salón. Rebuscó en la caja en busca de la llave de la puerta.Pero cuanto más ansiosa estaba más pánico sentía. Como le temblaban las manos, no podía meter la llave en el ojo de la cerradura.—Jasmine, Jasmine, aguanta, no…Sus lágrimas seguían corriendo por su cara, pero la puerta no se abría.Así que empezó a golpear la puerta con el hombro y, tras unos cuantos golpes, por fin se abrió.Pero cuando miró dentro, Julieta se quedó inmóvil.Jasmine estaba tumbada en la bañera, su cara estaba pálida mientras que la bañera estaba toda roja.Se había cortado las venas, intentó suicidarse…Julieta no podía pensar. No sabía de dónde le venían las fuerzas, corrió hacia ella y levantó a Jasmine del agua.En el momento en que Jasmine fue levantada, se movió. Sus ojos estaban caídos. Miró a Julieta y dijo débilmente:—Julieta… Lo… siento…El cuerpo de Julieta temblaba y salió corriendo del ed
La puerta de la sala de emergencias se abrió antes de que Omar pudiera terminar de hablar. Un médico se acercó hacia ellos y les informó:—Por suerte, la paciente fue ingresada a tiempo. No está en peligro, pero ha perdido una cantidad significativa de sangre y necesita reposar por un tiempo.Julieta se levantó rápidamente y preguntó con urgencia:—Doctor, ¿y las abrasiones en su cuerpo?Aunque solo vio una pierna, supuso que todo su cuerpo debía de estar cubierto de abrasiones.El doctor suspiró:—Ya le hemos aplicado medicamentos, pero es necesario seguir aplicándoselo de forma continua.—Entonces... —Julieta frunció el ceño. Se mordió el labio y preguntó—: ¿Le quedarán cicatrices?—Depende de la recuperación —respondió el doctor.—Gracias, doctor.Ambos entraron a la habitación de Jasmine. Julieta miró a Jasmine, quien yacía en la cama con el rostro pálido, sintiendo una mezcla de culpabilidad y angustia.La vida de Jasmine había sido muy dura y Julieta no podía creer que esto le hu