Capítulo372
—¿Qué demonios quieres? Dímelo.

—Es solo que me encanta verte al borde de la locura. Cuando te vuelvas loca, estoy segura de que Leandro se divorciará de ti. Entonces me convertiré en la señora Cisneros.

Julieta rugió:

—¡Te lo advierto, no hagas nada que no debas!

Pero a Dalila no le importó en absoluto. Soltó una leve carcajada.

—Lo único que haces es gruñir impotente. ¿Qué más puedes hacer?

—¡Tú!

Julieta quiso regañarla, pero de pronto, escuchó el sonido del agua que venía del baño.

Preocupada por si Jasmine se suicidaba, soltó el teléfono y corrió directamente al cuarto de baño.

Se sintió aliviada cuando vio a Jasmine sentada en la bañera.

—Jasmine.

Julieta se acercó a ella y la abrazó.

—Yo fui la que te lastimó, lo siento.

Enterrando la cabeza en su hombro, Jasmine lloró a gritos.

—Julieta, no tiene nada que ver contigo. Mi destino es así. Ya es un regalo de Dios que me haya encontrado con una salvación como tú en mi vida. Quizás he pedido demasiado.

—¿Qué tonterías dices?

—No mer
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