Capítulo181
Después de subir al coche, Jasmine le entregó un sándwich a Julieta.

—Come algo. ¿Ya te tomaste las pastillas?

—Sí, y ya había comido, gracias.

La expresión de Jasmine era seria.

—Julieta, te lo he dicho muchas veces, no tienes que darme las gracias.

Julieta se quedó helada mientras asentía.

—Entiendo. ¿Qué más dijo el señor Soto?

—No dijo nada más, solo que no tienes que preocuparte por las cosas de Camilo, que con su ayuda no irás a la cárcel.

—Le creo.

Ismael era el abogado más famoso de Marina. Por supuesto que con su ayuda no habría ningún problema. Pero también sabía que Dalila no la dejaría marchar tan fácilmente.

Obviamente era ella la que se estaba vengando, pero se sentía muy desdichada ya que Dalila la seguía presionando.

Después de llegar a la comisaría, Julieta reconoció a Jorge sin ningún problema. Aunque Jorge se veía muy demacrado después de una sola noche, le había crecido el bigote y tenía los ojos inyectados en sangre. Era evidente que no había dormido nada.

Al ver a
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