Jasmine se puso rápidamente delante de Julieta.—¿Con qué derecho la detiene?—En base a pruebas por supuesto. ¿Ha visto la orden de arresto? Señorita, por favor, hágase a un lado, de lo contrario, la demandaré por obstrucción a la justicia.Jasmine seguía tratando de hablar, pero Julieta, con dificultad, se incorporó y se sentó.—Iré con ustedes.—¡Julieta! ¿Cómo puedes aguantar con el cuerpo en ese estado?—Comunícate con el señor Soto.Julieta estaba pálida y sin rastro de sangre. Cuando se levantó su cuerpo se balanceó como si se fuera a caer al momento siguiente. El policía se compadeció de ella.—Haremos una excepción y le permitiremos acompañar a la señorita Rosales a la comisaría.—Gracias. —Jasmine se apresura a ayudar a Julieta—. Ten cuidado.Tras llegar a la comisaría, Julieta fue llevada a la sala de interrogatorios mientras Jasmine iba a ponerse en contacto con Ismael.Fuera de la sala de interrogatorios, en la sala de comandos, la policía llevó a un hombre con heridas en
A continuación, le entregó una foto.—Esta es la prueba de que Camilo y tú se encontraron ese día.Al escuchar sus palabras, Julieta bajó la cabeza sorprendida y miró la foto. Al instante aspiró una bocanada de aire frío. La foto era falsa y el supuesto testigo debía haber sido comprado. Pero la trampa era tan sofisticada que casi la atrapó.Dalila había preparado todo tipo de testigos e incluso un motivo para su asesinato.Julieta esbozó una sonrisa desesperada.—Señor policía, alguien me ha tendido una trampa, parece que no puedo explicarlo por mucho que lo intente.Sobre todo, al pensar que en ese preciso momento Dalila quizás siguiera intimando con Leandro, sintió que le cortaban el corazón con un cuchillo. De repente, jadeó violentamente y tosió como si fuera a expulsar un pulmón.Frunció el ceño, se tapó la boca y tragó dolorosamente la sangre mientras preguntaba:—¿Hay un cubo de basura?El policía pensó que estaba intentando vomitar, así que empujó la papelera que tenía a sus
Julieta entró en pánico y miró en dirección al ruido. Vio una figura familiar tendida en el suelo no muy lejos. Empujó la mano de Ismael y corrió hacia la multitud. No había corrido más que unos pasos cuando sus piernas le fallaron. Tropezó y cayó al suelo. Se levantó rápidamente y siguió corriendo en esa dirección a pesar del dolor que sentía en el cuerpo.De repente, alguien tiró de su brazo.—Julieta, cálmate.Julieta forcejeó desesperadamente.—¡Suéltame, es Jasmine, algo le debe haber pasado a Jasmine, voy a verla!A continuación, soltó la mano de Ismael y corrió hacia el lugar donde se había producido el accidente.—¡Quítense de en medio! ¡Quítense de en medio!Separó a la multitud con la mano y vio a Jasmine que se levantaba del suelo y miraba con pena al pescado en el suelo.Tras esto, Jasmine giró la cabeza y reprendió en voz alta:—Eh, ¿conduces con las patas? El semáforo aún está en verde y hay niños en el paso de cebra, ¿tienes prisa por matarte?El conductor fue regañado
—¿Qué?Julieta se despertó al oír eso y se sentó en la cama.—¿Qué ha dicho el señor policía? ¿El cuerpo de Camilo ha desaparecido?—Sí, ayer por la tarde el señor Soto entregó el cuerpo, el forense salió de su trabajo después de hacer su examen y luego el cuerpo fue robado en medio de la noche.No era necesario decirle todo esto a Julieta. Pero la policía sabía que el cadáver había sido encontrado y guardado por Julieta, era justo que se lo dijeran.Todo lo que Julieta podía sentir era su mente rugiendo mientras se quedaba quieta en su lugar. Al final, ni siquiera pudo quedarse con el cuerpo de Camilo. ¡Era una inútil!El llanto de Julieta despertó a Jasmine, se frotó el cabello desordenado y preguntó.—Julieta, ¿por qué lloras? ¿Ha habido algún otro problema con el caso?—Jasmine, el cuerpo de Camilo ha desaparecido otra vez.La mirada en sus ojos cuando dijo "otra vez" estaba tan llena de impotencia y autodesprecio que hacía que sintiera pena por ella...Jasmine frunció el ceño.—Ju
Todos a su alrededor se sintieron atraídos por la voz de Santiago y miraron a Julieta, haciéndola sentir incómoda.—¡Santiago, estás mintiendo!Ella no pudo contenerse más, dio un paso al frente y le dio una cachetada en la cara a Santiago. Estaba tan sorprendido que no reaccionó por un momento. Luego se tapó la cara y gruñó:—¿Qué pasa, señorita Rosales? ¿Va a atacar a un testigo? La policía está esperando afuera, ¿necesita que los llame?Después de esa bofetada, Julieta se debilitó de repente y dio un paso atrás.Santiago se rio con desprecio al ver que estaba asustada y dio un paso más hacia ella.—Julieta, ahora soy testigo del asesinato que tú cometiste. Si algo me pasa, ¡eres la mayor sospechosa!—¡Fui acusada injustamente!—¿Quién te va a creer? No sé nada más, lo único que sé es que me diste una bofetada y te la voy a devolver.Después de decir eso, Santiago levantó la mano para golpear.Julieta retrocedió, trató de esquivarlo, pero después de dar dos pasos atrás, chocó con un
—Jasmine, detente.Julieta no quería que pasara lo mismo que antes, así que optó por detenerla. Leandro no le creyó, ¿verdad?Entonces, Leandro la miró al segundo siguiente con una sonrisa indescriptible en los labios.—Es cáncer de pulmón, ¿no?Julieta se quedó paralizada. Estaba un poco confundida. ¿Lo sabía? ¿O se estaba burlando de ella?—Leandro…—¿No se han cansado de actuar? ¿Creen que podrán engañarme?—Señor Cisneros, lo que digo es la verdad. Julieta tiene cáncer de pulmón en etapa avanzada, ¡no le queda mucho tiempo de vida! Si no me cree, ¡puede ir al hospital y comprobarlo! —Jasmine no pudo soportarlo y le regañó en voz alta—. El estado físico de Julieta ha ido empeorando. ¿Sabe que necesita tomar medicación todos los días para poder llevar una vida normal?Leandro las miraba fríamente mientras su sonrisa se volvía cada vez más irónica. Con eso, sacó un papel de su bolsillo, lo abrió y se lo acercó a las dos. Sonrió fríamente:—¿Por medicina te refieres a vitaminas?Juliet
—¡Basura! No tienes el derecho de maldecir a Julieta.Cuando Jasmine terminó de hablar, aprovechó que Leandro aún no había reaccionado y jalo rápidamente a Julieta para que corrieran.Julieta seguía un poco fuera de sí hasta que llegó al auto. Jasmine acababa de abofetear a Leandro delante de mucha gente. Ella sabía que el carácter de Jasmine era franco y audaz, pero no esperaba que lo fuera tanto. A Leandro le importaba mucho la dignidad y esto sin duda tocaba directamente su punto más sensible.Julieta, preocupada, tomó de la mano a Jasmine de inmediato. —¡Márchate de Marina ahora mismo! ¡Lo más lejos que puedas!—¿Eh? ¿Por qué?Al ver la mirada indiferente de Jasmine, Julieta se puso aún más ansiosa. ¿Por qué esta chica no tenía ningún sentido del peligro?—Acabas de abofetear a Leandro delante de mucha gente, no te dejará ir. Te pagaré todo para que te vayas.—Julieta, no tienes que preocuparte, estaré bien.—¡No, no puedo dejar que te pase nada!Tras escuchar sus palabras, Jasmi
Julieta volvió al coche. Jasmine vio su rostro sombrío y se apresuró a preguntar: —¿Era Dalila?Ella negó con la cabeza:—No, solo una llamada de spam.Jasmine no le creyó e insistió: —Tienes muy mala cara, debe ser…Los ojos de Julieta eran fríos mientras miraba al frente. Arrancó el coche mientras la interrumpía:—Jasmine, estás herida, así que primero voy a llevarte de vuelta a los apartamentos Cima Dorada y luego me ayudas con la sopa de costilla de la nevera. Yo tengo algunos asuntos que resolver. Volveré para cenar cuando haya terminado.—Julieta, ¿quieres dejarme sola otra vez?Julieta recordó las palabras de Dalila hace un momento. Sus ojos estaban escarlatas mientras se mordía el labio.—Pórtate bien, solo voy a buscar a Ismael.Solo aceptó después de escuchar que iba a buscar a Ismael.—Vale, entonces vuelve pronto.—Hmm.Después de llevar a Jasmine al apartamento Cima Dorada, Julieta se dirigió inmediatamente al bufete de Ismael.Cuando esto terminara, tenía que encontrar