Es como si huyera. Le sigo el paso atravesando el jardín. El camino empedrado me hace difícil mi propósito. Con esfuerzo, lo sigo. Avanzo tratando de alcanzarle. Sus manos ensangrentadas y su camisa hecha girones no le importan.No puedo evitar que mi corazón se rompa un poco más al verle.¿Acaso es cierto?Cabe la posibilidad de que Nancy haya orquestado todo un plan para que Tristán creyera que había muerto y yo, que él me abandono.No.No, es posible.Oh, ¿sí?— ¡Ay! — grito cuando tropiezo y caigo de rodillas en medio de los árboles.Intento ponerme en pie, pero mi tobillo protesta.— ¡Estás bien! — escucho. Levanto la vista para ver a Tristán correr hasta mí de regreso. Su mirada es oscura, pero veo la palidez de sus facciones.Intento ponerme en pie. Sin embargo, mi pierna está resentida.— Estoy bien— murmuro— Solo fue un golpe.Resopla acercándose y ayudando a incorporarme.— No debiste seguirme— reprocha en tono glacial.— Entonces, no corras como un demente en medio del bosq
TRISTÁN POV.Sentado sobre el sofá, junto a la ventana de la habitación de mi hermana, que da al jardín trasero, espero a que deje a los niños en el cuarto de juegos al cuidado de Dolores, una de las señoras que ayudan en la casa.La puerta se abre despacio y veo, entrará a Sofía. Cierra sin hacer ruido y se queda en la puerta viéndome.—Sé que no escaparé de esto, ¿Verdad? —Susurra.Sus ojos se ven abiertos y puedo ver qué siente vergüenza.—Ven acá—planeo el espacio al lado.Con cautela, se acerca y toma siento junto a mí. Sin embargo, sus manos están unidas sobre su regazo y no me mira.—Sofía—susurro sintiéndome el peor hermano del mundo, al no ver lo que estaba sucediendo bajo mis narices.—No quería que lo supieras.—¿Por qué?—Tú, tienes tus propios demonios con los que luchar—dice con voz queda.—Tú. Eres importante para mí—pongo mi mano sobre las de ella—No voy a dejar que Greg se vuelva a acercar a ti o los niños.Sofía mira mi mano roja.Levanta la vista sorprendida.—¿Qué
GALA POV.Estoy trabajando con mi portátil sobre mis piernas y no puedo evitar mirar a cada rato la puerta.¡Por Dios Gala! ¿Qué esperas?¿Qué Tristán venga a verte?Resoplo.Estoy por enviar un correo a Kamal, cuando mi móvil suena. Miro a un lado y el número tiene el código de Nueva York.Lo tomo y respondo.—¿Hola?—¿La señora Gala Spinster?—Sí. ¿Quién habla? —frunzo el ceño.—Soy, Alan Thompson.¿Qué hace un miembro de la junta del edificio llamando?—¿Ocurrido algo?—Sí. Lo que sucede es que, anoche, se registró un robo en su domicilio.Me enderezo en la cama.—¿Disculpe?—Hemos intentado localizarla, pero se nos ha hecho imposible.—¿De verdad? —Necesitamos llenar algunos informes.—Mi abogado se encargará de todo personalmente—lo corto—No estoy en la ciudad y aún no pienso volver.—Está bien—dice aclarándose la garganta.No espero y cuelgo antes de llamar a mi abogado y ponerlo al tanto de la situación.—Enseguida me pongo en marcha—anuncia de manera profesional Alonso.—Env
Sorbo de mi café mientras escucho el parloteo de Nicole que, está sentada con su mamá y el pequeño Benjamín. El niño es una réplica de su madre. Dice palabras, pero que solo Sofía entiende.Nada más estamos los cuatro. Al parecer, Nancy no quiere compartir la mesa conmigo.Como si me importara.¿Tristán?A él, no lo he visto desde ayer.—Sé que, lo ocurrido ayer con mi padre son las consecuencias de sus malos manejos —dice Sofía sacándome de mis pensamientos.—¿No crees que tengo la culpa? —inquiero dejando la taza a un lado.Niega.—Me duele porque es mi papá. Pero no estoy ciega—su tono es sereno mientras habla —Hace un tiempo que sospecho de los malos manejos de mi padre.—Es algo tan obvio que, no pude hacer nada para ocultarlo—Buenos días—levanto la cabeza para ver a Tristán entrar. No me mira y solamente se concentra en sus sobrinos.—¡Tío! ¿Hoy me llevarás al colegio?Sofía y él intercambian una mirada.—Si—dice este—Tu madre me pidió que te dejara en la puerta del colegio.Sé
Entro al hotel y observo que hay un pequeño revuelo. Sin prestar mucha a atención en el asunto, camino en dirección a mi oficina. Cuando llego al piso directivo me encuentro con la secretaria. La señora Lucia no es mi fan. Ella es fiel a Roger Harrison y me ve como una trepadora.Solo conserva su puesto porque es buena.—Puedes decirme, ¿por qué hay tanto revuelo en el vestíbulo? —inquiero entrando en mi oficina. Dejo el bolso aun lado y me siento.La mujer ataviada con un recto y sencillo vestido negro, me mira a través de sus oscuros ojos y veo las finas líneas en la esquina de sus ojos.—Están llegando los asistentes al torneo de póker.Cruzo mis piernas y muevo la silla hasta ponerme de lado.—¿Por qué no lo sabía? —preguntó en voz baja y fría.Ella abre los ojos como platos y palidece.—Pensé que el señor Roger o Tristán le habrían informado.—No lo uno, ni lo otro—la corto—Por cierto, ya deberías dejar a un lado la pleitesía que le rindes al patriarca Harrison—murmuro. La mujer
Me miro frente al espejo y me doy un último repaso.Para esta noche había optado por un vestido corte griego rojo, de escote en V profundo y, ajusta mi cintura para seguir con una la falda vaporosa pero ligera. Lo completan mis sandalias del mismo color y algunos accesorios.El maquillaje dramático era la guinda del pastel.Debía verme impecable. El torneo que se llevara a cabo en el casino es importante. Las sumas a disputar son ridículas. Se manejan seis cifras.Hoy fue un día algo agitado. Kamal me había llamado hace un par de horas, y me informo que, le encontraron una ubicación segura al imbécil de Greg y se quitaron de encima al hombre que lo vigilaba.Greg no puso mucha resistencia después de que Kamal le diera su dosis de realidad al pobre diablo.Satisfecha con mi apariencia, tomo el bolso estilo sobre donde tengo algo de maquillaje y mi móvil.Salgo de la habitación. Cierro con llave la misma, agradecí mucho a Peter cuando me encontró la llave para la habitación. No confió e
Tristán se aleja de mí y me recompongo. Volteo para verle en silencio.De su traje saca un pañuelo, me lo tiende y, es cuando caigo en cuenta de que, en ninguno de los dos encuentros, hemos usado protección. Tengo un implante, pero eso no me protege de otros problemas.—Dime que estás sano—murmuro con voz gutural.Por un momento me mira sorprendido y al siguiente, su rostro de contraer.—A diferencia de lo que puedas pensar, no me meto con todo lo que se me atraviesa.Bufo.—Preocupado debería estar yo—me barre—Digo, tienes una reputación que te precede.Lo fulmino con la mirada. Arrojo el pañuelo a un lado y me enderezo.—Vete. A. la. Mierda —siseo antes de dar media vuelta.Le escucho resoplar.—¿A dónde vas? —inquiere.—Lejos de ti, imbécil.—No hay nadie aquí, Gala— le escucho decir.Miro alrededor y, maldigo entre diente cuando me doy cuenta, de que tiene razón. Estamos en medio de la nada. No hay nadie en kilómetros. Mi bolso lo dejé en el coche del idiota de Tristán.No será ta
La bebida fluye y el juego está en su cúspide. Emir y, un hombre mayor llamado Alejandro tienen la mayor parte del botín. La verdad me ha sorprendido.Las apuestan se han doblado y la tensión cada vez es más palpable. Hay mucho dinero sobre la mesa. Un par de hombres se han retirado y la batalla continua.Pero. En realidad, la situación me está aburriendo. Así que, me pongo de pie y con una copa en la mano paseo por la sala.Mi mirada se va hasta Tristán que está mirando la pantalla de su móvil con el ceño fruncido. De repente se pone de pie y sale de la habitación sin siquiera mirar atrás. Le hago una seña a Kamal de que vigile.Cuando asiente. Sigo a Tristán.Lo alcanzó cuando baja las escaleras y se dirige al vestíbulo. Cuando llega allí. Mira alrededor y pasa su mirada por las personas que entran y salen del hotel. Hasta que la posa en una mujer ataviada en un elegante vestido blanco, corte griego. Su rubio cabello está en una trenza dándole un aire etéreo.Veo como Tristán avanza