Erin se miró al espejo y no pudo evitar echarse a llorar, no solo había perdido una cantidad considerable de peso sino que también había caído tan bajo como podía, extrañaba a sus hijos tanto que ni siquiera podría soportar la idea de llamarlos y escuchar su tristes voces, Caleb le preguntaría cuando volvería, y ella no tenía voz para responder, ni siquiera sabía si sería capaz de regresar.

Ethan no la había golpeado al principio , pero la estaba volviendo loca con sus juegos mentales, durante la primera semana ella se había sentido a salvo, tanto como le era posible en la situación, había sentido que tenía el control, pero Ethan sabía perfectamente como meterse debajo de su piel, primero actuó dulce y comprensivo, recalcandole que él la necesitaba más que ella a él y que estaba segura siempre que siguieran el acuerdo, sus miradas habían Sido dulces y Erin se había entregado a él durante nos noches seguidas, fingir placer en la cama no era demasiado complicado una vez que sabías que l