Punto de vista de Dylan

Todo el viaje en coche fue muy silencioso, excepto por la fuerte lluvia que ahora golpeaba la limusina mientras conducía por las carreteras. La anticipación que me invadía al ver a todos los de mi distrito consumía todos mis nervios y me dejaba sin palabras; cuanto más nos acercábamos, más miedo sentía. Estaba regresando a una versión de mí mismo completamente agrietada y dañada que ni siquiera yo reconocía.

El rey una vez más tenía un ceño fruncido permanente en su rostro mientras miraba por la ventana el paisaje que pasábamos, mientras el recién nombrado beta real Oliver leía un pequeño libro encuadernado en cuero, y Warren, ahora el gamma estaba leyendo lo que supongo era el arte de Ito para la llegada. Yo simplemente estaba sentada en el suelo de la limusina, con las muñecas y los tobillos todavía atados con cadenas, lo que me impedía moverme demasiado. Era patética y realmente no quería que me vieran así.

Mi uniforme de prisionera colgaba de mi figura es