Punto de Vista de Dylan

Mi cuchilla cortó sin esfuerzo la pata del licántropo que estaba a punto de causarme un daño grave en el cuerpo, y un aullido de dolor salió de sus labios.

Al instante, la sangre empezó a gotear sobre mí por la herida que le había creado al lobo, e hice todo para salir de debajo de él. Necesitaba encontrar otra pistola.

Mi mirada se movió rápidamente por el campo de batalla en un intento de encontrar una pistola abandonada en el suelo, pero el lobo al que había herido anteriormente pareció saltar sin esfuerzo sobre mi cuerpo y aterrizar directamente frente a mí con un gruñido. La baba cayó de su boca y se me puso la piel de gallina en los brazos.

Estaba aterrorizada.

Me quedé congelada en el lugar, mirando al licántropo que obviamente me estaba apuntando solo a mí. Mis ojos se abrieron y un fuerte jadeo salió de mis labios cuando él una vez más cargó contra mí.

Siempre pensé que sería el rey el que acabaría conmigo, pero cuando el lobo se acercó a mi cuerp