“Quiero decir, ya has plantado la semilla del cambio y la revolución, ahora sólo tienes que dejarla crecer y hacer lo que puedas”. No entendía cómo me veía así. Cómo había comenzado algo era totalmente mi responsabilidad.

Tenía muchas más preguntas que hacerle a Clarke, pero notaba su urgencia por marcharse rápidamente, y no es que lo culpara, corríamos el riesgo de que nos descubrieran cuanto más tiempo estuviéramos a la intemperie, así que me guardé mis pensamientos y comencé a regresar a la furgoneta.

“Deberíamos irnos. No podemos quedarnos así mucho tiempo”. Me apresuré a acomodarme de nuevo en la camioneta, realmente sentía como si hubiera estado entrando y saliendo del vehículo como cien veces, un suspiro salió de mis labios cuando la puerta se cerró y me quedé sola y en la oscuridad una vez más. Ryan tenía razón cuando dijo que no sería lo más cómodo, pero aun así me las arreglé para poner mi cabeza abajo e intentar dormir.

Otro día más y el tiempo se estaba convirtiendo en