Aileana se encontraba recostada sobre el sofá su mirada estaba perdida, los últimos 7 días habían sido una pesadilla desde el sepelio de su padre sentía que no tenía ganas de hacer ni lo más básico que era alimentarse.
Esa tarde después de sepultar a lo que más amaba lo único que quería era recostarse y descansar estaba cansada de tanto llorar, pero sobre todo estaba cansada de los murmullos que habían comenzado a surgir de las personas, los rumores que comenzaron a creer por la forma en la que su padre había muerto" Quizás estaba metido en negocios fraudulentos"," Nadie muere de esa manera, a menos que este metido en cosas no tan legales" ," tan buena persona que se miraba y al final terminó así"
"Como se atrevían hablar mal de una persona que era lo más hermoso, una persona que a pesar de no tener nada siempre brindaba una
Aileana se levantó de la cama con mucho esfuerzo, ni su cuerpo, ni su voluntad se sentían con fuerzas para comenzar otro día más sin su padre, pero sabía muy bien que debía continuar por su abuela Alphina.Se acercó a su tocador solamente para percatarse de las grandes ojeras que habían aparecido en tan pocos días en sus ojos."Jamás me había visto tan miserable en la vida, era evidente que algo pasaba conmigo, en verdad no tenía ánimos de hacer absolutamente nada, pero mi abue necesitaba la ayuda, ahora era un la responsable de ella, así que decidí ese día buscar un empleo.Si debo molestarme de algo de mi papá creo que sería que siempre fue muy protector conmigo, quería darme lo mejor, muchas veces le plantee trabajar y ayudarle con los gastos, pero él quería que me concentrará en los estudios, pero deb&iacut
El sonido de la taza de café rompiéndose en el suelo hizo que Aileana escogiera sus hombros.—¡Otra vez! ya es la segunda vez que te sucede, a este paso nos dejaras sin tazas.Gritó el hombre mayor.—Lo siento, no volverá a suceder, lo que pasa es que se me dificulta equilibrar la charola, pero prometo no volverá a pasar.El hombre resopló tratando de calmar su enojo.—Está bien, recoge todo este desastre.—Si señor.Aileana se agachó para recoger los pequeños trozos que habían quedado de la taza de café, suspiró un poco porque se sentía impotente que a pesar de dar todo su esfuerzo se le estaba dificultando el empleo.Sintió como un dolor invadió su mano y vio como se había hecho una herida en uno de sus dedos con un trozo de la taza rota."Solo esto me faltaba"Pensó Aileana, ignoro la herida para terminar de levantar el desastre, limpio el liquido derramado.Se encontraba colocándose una ban
—Te ves muy agotada.Soltó Graham mientras abrazaba por la espalda a Aileana en aquel lugar que era suyo.—Lo estoy, en verdad se me está complicando aprender, tengo errores con los pedidos, he roto tazas.Ailena resoplo cansada y con el ánimo decaído.Graham besó la mejilla de Aileana y abrazó más fuerte dándole todo su calor en esa noche fría.—Te amo, en verdad lamento mucho que estés pasando por esto, quisiera hacer más por ti.Aileana sonrió.—El calor que me das es más que suficiente para no sentirme derrotada, los ánimos que me das cada mañana en el colegio me hace sentir motivada, eso es suficiente.– Para mí no.Ailena suspiró.–¿Sabes? Me ofrecieron un empleo mucho mejor que la cafetería y estoy segura de que podría ganar más de lo que actualmente gano.—¡Que bien! ¿Lo aceptaste?Ella bajó su mirada hacia la bandida que tenía aún sobre su dedo.—No, ni lo voy a hacer.—¿Por qué?Ailea
—¡Hija! ¡¿qué haces aquí?Aileana se acercó a la cama de hospital donde se encontraba su abuela.—Vine a verte, me informaron que te desmayaste.—Solo fue un ligero desmayo.—¡Abue! ¡ te lesionaste la muñeca, además de un golpe fuerte en la cabeza que requiere vigilancia.Aileana se acercó a su abuela para darle un beso en la frente, la mujer mayor tomó la mano de su amada nieta.—No me gusta causarte molestias... yo sé que lo de tu padre fue hace muy poco y lo que menos quiero es que tú estés pendiente de mí, yo...—Abue, yo lo hago con mucho gusto... sabes que te amo. Nada más quedamos tú y yo y no voy a permitir que te pase algo, voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que estemos bien, pero sobre todo que tú estés bien abue.—Hija...Las lágrimas de Alphina cayeron, agachó su cabeza hacia sus piernas envueltas en una sábana blanca.—Tú no mereces lo que esta pasándote.Aileana mordió su labio para no llorar
AIlana corría por toda la calle para llegar a tiempo a la cafetería, a pesar de que los últimos dos días habian sido una verdadero infierno debía continuar.Esa mañana se levantó con el deseo de seguir adelante , luchando, a pesar de lo doloroso que era entregar la casa donde vivió por muchos años con su padre.Durante toda la noche anterior trataba de aceptar la idea de que podía dar el pago que había acordado el dueño con su padre, aunque este se hubiera negado, pero después de muchas lágrimas, desistió de la idea y muy a su pesar acepto la triste realidad.Las personas que al igual que ella madrugaban para llegar a un empleo que probablemente era igual de desafortunado que el de ella, la miraban con curiosidad por la forma en la que corría.Al estar frente a la cafetería se detuvo exhausta. Trataba de recuperar el aliento.Al entrar al local saludo a algunos de sus compañeros, dejo sus cosas en un pequeño espacio, para comenzar su jornada de trabajo.
Graham vio dulcemente como Aileana dormía sobre su pupitre, se sentó justo a lado de ella admiradora , pero a la misma vez sintiéndose mal por verla tan exhausta, tan impotente de no poder hacer más por ella.Despues de algunos minutos tocó ligeramente el hombro de aquella pelirroja, haciendo que ella abriera esos ojos preciosos que el amaba mucho.—Aileana...El sobresalto de la chica soprendio a Graham.—¡Me quede dormida! ¡No puede ser! Llegare tarde al trabajoAileana sin soltar mas palabras , recogio su mochila poniendosela en el hombro y saliendo a toda prisa.Graham aun estaba sorprendido por la accion de Aileana, pero inmediatamente miró como ella regresaba ante el.—Casi lo olvido...Despues de comprobar que se encontraban solos en el aula, ella se acerco a él que aun permanecia sentado, para darle un tierno y delicado beso.—Te
Aileana se sentó en una banca, se encontraba frustrada, ya que apesar de haber buscado durante toda la mañana un nuevo empleo , no lograba conseguir nada . Ella suspiró, cerró sus ojos y dejó caer hacia atrás su cabeza. Sintió como alguien jugaba con su cabello , rápidamente abrió sus ojos viendo al que considera al amor de su vida. —¿Que haces aqui? ¿ No deberías estar en el trabajo? Ella sonrió. —¿ Cuál? ¿ El trabajo donde me despidieron, por unas estúpidas razones? —Aieleana, ¿ Te despidieron? ¿Cómo? ...Lo siento. —No te preocupes ya caerá algo, además no me pagaban tan bien ¿Dime que haces tu aqui? pensé que estarias en casa todo el dia cuidando a tus hermanos menores. —Tenía unos asuntos que hacer, pero ya termine ¿Quieres que vayamos a comer? —¡Claro! Ella se levantó de la banca con un semblante más animado para acercarse a Graham que permaneció en el mismo sitio... La obscuridad casi
" Frente a mi estaba la enorme reja que me separaba de aquella casa, de la cual huí una noche pensando que no regresaría, pero en ese momento en definitiva no tenía opción.Todos los caminos me llevaban a él, además estaba cansada de seguir buscando en lugares donde claramente nadie me aceptaría, donde esos rumores eran mi carga más pesada en aquellos días."—¿Cómo dijó que se llamaba?Preguntó el hombre e orme vestido de negro, que se encontraba detrás de aquella reja, miraba a Aileana con un poco de indiferencia.— Digale que soy la chica que nunca mira su camino.A Aileana le parecio algo curioso que el personal de vigilancia era muy diferente al que ella conoció, pero no le tomó mayor importancia sabiendo que Diago era hombre aparentemente con mucho dinero.Después de algunos minutos de espera