Aileana se sentó en una banca, se encontraba frustrada, ya que apesar de haber buscado durante toda la mañana un nuevo empleo , no lograba conseguir nada .
Ella suspiró, cerró sus ojos y dejó caer hacia atrás su cabeza.
Sintió como alguien jugaba con su cabello , rápidamente abrió sus ojos viendo al que considera al amor de su vida.
—¿Que haces aqui? ¿ No deberías estar en el trabajo?
Ella sonrió.
—¿ Cuál? ¿ El trabajo donde me despidieron, por unas estúpidas razones?
—Aieleana, ¿ Te despidieron? ¿Cómo? ...Lo siento.
—No te preocupes ya caerá algo, además no me pagaban tan bien ¿Dime que haces tu aqui? pensé que estarias en casa todo el dia cuidando a tus hermanos menores.
—Tenía unos asuntos que hacer, pero ya termine ¿Quieres que vayamos a comer?
—¡Claro!
Ella se levantó de la banca con un semblante más animado para acercarse a Graham que permaneció en el mismo sitio...
La obscuridad casi
" Frente a mi estaba la enorme reja que me separaba de aquella casa, de la cual huí una noche pensando que no regresaría, pero en ese momento en definitiva no tenía opción.Todos los caminos me llevaban a él, además estaba cansada de seguir buscando en lugares donde claramente nadie me aceptaría, donde esos rumores eran mi carga más pesada en aquellos días."—¿Cómo dijó que se llamaba?Preguntó el hombre e orme vestido de negro, que se encontraba detrás de aquella reja, miraba a Aileana con un poco de indiferencia.— Digale que soy la chica que nunca mira su camino.A Aileana le parecio algo curioso que el personal de vigilancia era muy diferente al que ella conoció, pero no le tomó mayor importancia sabiendo que Diago era hombre aparentemente con mucho dinero.Después de algunos minutos de espera
" Trabajar con él, resultó ser más fácil de lo que creía, bueno en realidad él era un jefe demasiado exigente, apesar de que mi trabajo consistía en solo organizar algunos documentos, pero principalmente su agenda.Un mes había transcurrido , un mes de lo que en verdad agradecí la paz que me trajo, la estabilidad en la que me encontraba, después de varias semanas de desequilibrio era realmente agradable, sentía que mi vida iba tomando nuevamente sentido aunque debo admitir que aún no olvidaba el hecho de recuperar mi inocencia, pero sobre todo el de mi padre... Yo no olvidaba ese grandisimo detalle, ¿como olvidarlo ? si era de las cosas que más lastimaba mi corazón. Llegué a la conclusión que para limpiar el nombre de mi padre debía estar bien primero y eso era teniendo un poco de tranquilidad emocional para así poder pensar con más calma
El suave roce de la mano de Diago sobre su hombro hizo que su piel se erizada. Aileana disimuló, pero rápidamente un sentimiento de culpa se hizo presente en ellaFinalmente Diago terminó de retirar de su cuerpo el abrigo afelpado de color café oscuro que llevaba esa noche Aileana.—Gracias.—Es un placer.Aileana recorrió con sus ojos aquel salón que su característica especial era la elegancia de los candelabros y los ventanales.—Vámos.Diago ofreció su antebrazo a Aileana que solo sonrió aceptandolo." Ya había asistido a fiestas de personas con dinero, pero en especial esta era demasiado extravagante.Las mujeres lucían hermosas con todas aquellas joyas sobre ellas, quizás ese era el.motivo del costoso obsequio que él me había dado esa noche. Al día de hoy desconozco muchas de las cosas que hizo."
Aileana habia estado en la misma posición por casi 20 minutos observaba a las personas a su alrededor y no encontraba rastro de Diago. Pudo observar a las anteriores mujeres que conoció al llegar, murmurar mientras la miraban.Aileana con fastidio se levantó de la silla, estaba decidida en buscar el tocador más que nada para alejarse de los murmullos dirigidos hacia ella.Al salir de aquel salón que se encontraba en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, caminó admirando las pinturas antiguas que estaban sobre las paredes,—Señorita ¿puedo ayudarle?Uno de los meseros se dirigió a Aileana.—Busco el tocador.Él hombre se mostró un poco extrañado.–Dentro del salón hay un tocador.Ella comenzó a reír un poco incómoda, se acercó al hombre , él pudo notar las pecas que r
Diago salió del salón encontrándose con Aileana quien se acomodaba el abrigo, él sonrió al ver la cara de furia que mantenía Aileana.–¿No crees que eso fue descortés?Preguntó Diago mientras ayudaba a terminar de colocarse el abrigo a Aileana.—¿En serio preguntas eso?—Bueno generalmente no sé le grita a las personas y menos en un lugar publico, rodeado de personas digamos... Especiales.Aileana se retiró de Diago y lo vio fijamente a los ojos azules con más furia que segundos antes.–Si, fui mal educada, al final ellas tenían razón. No soy nadie, caresco de buenas costumbres, pero dime quien tiene menos educación ¿yo? o ¿Ellas? Que apesar de presumir su nombre y su basura de sociedad tratan de humillar a una persona que no les ha hecho nada ¿Dónde queda su buenas costumbr
" Finalmente llegó ese día. El día en donde la vida me mostró que no siempre las personas son lo que aparentan y que son capaces de hacer cosas tan despreciables y horribles solo por la egoísta razón de obtener lo que quieren.Sentirse ridícula era parte del paquete, siempre he pensado que todas las personas tenemos algo de egoístas, pero hay quienes sobrepasan este egoísmo."Aileana observaba aburrida las flores que un día antes Diago había mandado, mientras su cabeza estaba recargada sobre su mano con la otra tomó la tarjeta de las flores que estaba a la vista." Buen día, espero te gusten las flores... Necesito que para mañana me dejes dos horas libres después de mi regreso, ya que quiero descansar... es una orden."Aileana solo sonrió al pensar en lo extraño que era su jefe y la manera tan peculiar de ordenarle una tarea. Apesar
Noah sintió como Hayami lo sacudía para despertarlo.—¡¿Qué sucede?!Preguntó tallandose los ojos y un poco sobresaltado por la forma en la que ella lo había despertado.—¡Se me rompió la fuente!Noah se levantó instantáneamente de la cama y rápidamente se dirigió a encender la luz de la habitación para luego acercarse a Hayami que estaba aún en la cama.—¡¿Cómo que se te rompió la fuente?!—¡ Pues como se rompe una fuente Noah! hoy tuve algunas contracciones algo dolorosas, pero no creí que serían ya las contracciones reales.—¡¿Qué hago?!–Debemos ir al hospital.—¡ Ok, ok, ok,!Hayami solo miraba la desesperación de Noah haciendo que comenzará a reírse.&mda
Hayami pujó una vez más, pero ya casi no tenía fuerzas ya había estado pujando por un tiempo y sentía que con cada pujon su energía se iba.–Mami, si en este pujon no sale la bebe tendríamos que hacer una cesárea.Explicó la ginecóloga.—!Ah no, no! no pase todó este dolor. Yo puedo.Hayami soltó la mano de Noah y frotó su vientre.—!Bueno niñas, ¡ya fue suficiente de hacerse las difíciles! ¡ van a salir ahora! porque mami esta muy cansada.A Noah le pareció algo muy tierno y a la vez cómico que siempre la personalidad dominante de Hayami saliera a relucir.—Cuando sienta la siguiente contracción puje lo más fuerte que pueda.Hayani asintió aunque después de esto la contracción esperada llegaba invadir su cuerpo. Mientras esto sucedía