―¿Y cómo piensas hacerlo? ―El joven sonrió. ―A los prisioneros los ponen a hacer trabajo pesado en la manada. ―Todos lo miraron sin comprender, ¿Quién quiere trabajar para esas bestias? ―Hay servidumbre, chicas hermosas e ingenuas que a pesar de no tener un lobo y ser humanas, sienten fascinación por los del mundo humano. ―Alzó el mentón. ―Solo es cuestión de seducir a una y el resto será muy fácil. ―Víctor sonrió. ―Me agrada tu pensar. ―Lo señaló. ―¿Qué piensas hacer para que te tomen como prisionero? ―Sintió curiosidad. ―Desde la guerra fallida, a cualquiera que se le vea en la frontera y no sea del mundo sobrenatural, se es presentado ante el rey, eso dicen los rumores. ―Víctor sintió un rayo de esperanzas deslumbrante. ―Tú y yo tendremos una conversación, los demás salgan de mi vista. ―Gruñó echándolos a todos. Víctor escuchó atentamente al chico y se sintió orgulloso de tenerlo en sus filas, la posibilidad de recuperar a su mejor guerrero estaba por ser un hecho y n
Blanca no apartó la mirada de Balto, ella estaba totalmente paralizada, él había acabado con cinco salvajes enloquecidos con su olor a pesar de él mismo verse perjudicado por lo mismo y la protegió sin dudarlo por un segundo. ¿Acaso debería marcharse? Ella miró a sus espaldas, está cerca, ella podría correr un poco más y llegaría al mundo humano y con ello a Víctor, pero su corazón no se siente tranquilo al pensar eso. Ella volvió a mirar el cuerpo malherido del hombre y sin saber el motivo, se arrodilló y lo volteó para que descansara la cabeza en su regazo, ella acarició su barba y como nunca deseó poder gritar tan alto como pudiera, pero fue incapaz, de su boca no salía más que gemidos.Gideon que había seguido a su alfa después de asegurarse que la manada estuviera segura, llegó solo para ver la escena. Él de inmediato se montó a su alfa al lomo y mirando a su luna, la invitó a subir sobre el lomo del guerrero que lo acompaña. Ella un poco tímida por la desnudez, se cubrió, pero
―Papá. ―El pequeño Lucius trató de montar a la cama. ―Papá. ―Se agarró fuerte de las sabanas y logró escalar, él sonrió al ver a su padre dormido, intentó gatear, pero las sábanas se enredaron en sus piecitos y se tambaleó. ―Pa…―¡Hijo! ―Balto logró sostenerlo por el pie antes de que azotara contra el piso. ―No debes subir sin supervisión. ―Lo abrazó y se acostó con su hijo sobre él. ―¿Por qué te dejan vagar por el castillo sin supervisión?―Majestad. ―Mónica quien estaba en la puerta, se hizo notar. ―¿Puedo retirarme con el niño o desea que le deje al joven príncipe? ―Balto miró la sonrisa de su hijo y suspiró.―Puedes retirarte sin mi hijo, no hay problema. ―Balto estaba agotado, la guardia que montaron duró toda la noche y la debilidad de su lobo no ayuda, por lo que las ojeras son evidentes, parece un lobo enfermo. ―¿Y bien? ―Preguntó sin apartar la mirada de su cachorro. ―Ya tienes a papá despierto, ¿Qué deseas?―Ammmm, papá, ammmm. ―Balto soltó la carcajada, su cachorro es un im
Blanca miró a su alrededor al percibir algo de ruido, por un instante creyó que era su cabeza, pero ella aún así recorrió la habitación con la mirada y no vio nada, tampoco podía percibir ningún olor, pero la energía proveniente de debajo de la cama, la alertó, ella corrió y arrollándose se asomó solo para encontrarse a un bebé enredado con las sábanas.―“¿Qué haces ahí, bebé?”―Mamá… ―Lucius hizo un puchero listo para llorar, pero Blanca tiró de él y lo liberó de las sábanas, ella miró al niño impresionada, es la viva copia del rey, ¿Realmente es él su hijo? El abrazo de Lucius removió todo en ella.A Blanca se le saltaron las lágrimas, el niño ha iniciado a llorar de la nada y eso le partió el corazón, ¿Por qué llora? Se preguntó ignorando que solo expresa sus sentimientos con llanto. Ella lo arrulló y lo tranquilizó hasta que le pidió comida.Blanca sonrió al verlo comer con tanto gusto. Si ese es su hijo, ¿Por qué ella lo olvidó? ¿Por qué no preguntó por él una vez Mónica le dijo
Las cosas entre Blanca y Balto habían mejorado muchísimo, ella todavía estaba algo escéptica, pues no puede olvidar fácilmente a Víctor y por alguna razón siente que lo está traicionando al convivir con el enemigo, pero es el padre de su hijo y por lo que todos le cuentan, estaban locamente enamorados antes de que se separan. Todavía no le habían contado la historia, pues ella se negaba porque consideraba que la podían engañar y no quería odiar a Víctor por mentiras. Balto, por su parte se sentía inmensamente feliz, si bien su pequeña loba no deja que la toque, puede pasar tiempo con ella y su hijo se ve más feliz que nunca. Lucius sigue dándole problemas a todas sus cuidadoras, el niño parece una travesura andante, todo lo que hace es travieso y no deja de comer, es la única manera que se le puede ver quieto sin ganas de tirarse por las escaleras o esconderse entre los muebles. Susan decidió retirarse, extrañaba a su esposo y además ella se encargará de rastrear al dichoso Víctor
Balto gruñó por ese repentino beso, él tomó las nalgas de su mujer y la apretó con fuerza a su cuerpo, a ninguno le interesó que estuvieran al descubierto, ellos se dijeron tanto con ese beso que las cosas quedaron claras. Blanca miró los hermosos ojos de su alfa y sonrió agitada, él realmente le ha quitado el aliento con ese intenso beso, incluso sus bragas han quedado empapadas.―“Tienes la mirada de: Cógeme” ―Le hizo saber. ―“¿Quieres coger?” ―Blanca muerta de la risa por como lo ha dicho, lo tomó de la mano y ante la atenta mirada de un hombre en específico se marcharon prácticamente corriendo. Balto no pudo evitar detenerla en ocasiones para probar sus tentadores labios, Blanca por supuesto no era menos, ella ya lo quería desnudar de una buena vez y probar si tomándolo como suyo ella finalmente recuerde algo que pueda desencadenar todos los recuerdos sin dejar ninguno por fuera. ―Mi rey. ―Gideon frenó, esos dos han pasado corriendo, él los miró asombrado, parecen dos adolescent
Blanca respiró profundamente al sentir ese poderoso agarré, ella abrió los ojos y giró la cabeza solo para encontrarse a su esposo ahí dormido. Ella sonrió, él tenía guardia en la noche y pensó que para cuando despertara él todavía no habría llegado, pero ella estaba tan profundamente dormida que ni siquiera lo sintió. Acariciando el enorme brazo que la rodea, ella cerró los ojos. Ha tenido días duros, no deja de cuestionarse algunas cosas y le busca explicación para lo que Víctor hizo, él jamás fue malo con ella y por eso no puede digerir lo que Balto y Mónica le dijeron. Ella por supuesto sabe que debe creerles, pues son dos los que le cuentan las cosas y es evidente que era su vida antes de perder la memoria, pero hay algo en ella que simplemente desea entender lo que Víctor hizo e intentar compadecerse de él, aunque el que la alejara de su hijo lo ha hecho ganarse todo su desprecio. Su vida es muy feliz y ya no siente ese vacío que sentía antes y sin duda la hace sumamente priv
Blanca quedó en shock, ella no supo ni como reaccionar y no por la presencia del hombre, sino por lo que había dicho. Eso pareció ser gritado con tanta fuerza que ella sintió como sus oídos dolieron por tan crudas palabras. ―“¿Víctor?” ―Él salió de las sombras y asintió mirándola con decepción, ella realmente se ve preocupada por ese imbécil, ¿Por qué se preocupa genuinamente por él? Decidió poner en duda la carta de su informante y pensar en la posibilidad de que ella se le había acercado para matarlo más fácilmente, ahora sabe lo estúpid0 que fue. ―“Ese hombre te compró cómo esclava por un par de euros” ―Fue fríamente cruel. ―“Para que lo satisficieras en la cama, para que fueras su put4 y por ese hecho todo el reino te odió, humilló y discriminó” ―Blanca miró a su esposo, Balto todavía no había desmayado, así que es consiente de todo lo que está pasando. Él deseó ponerse en pie y matarlo, pero le inyectaron demasiado sedante y aunque su cuerpo los quema rápido, no es como él dese