Blanca abrió los ojos y sonrió al ver a su alfa ahí abrazándola como si se fuera a ir a algún lado, ese rubio desde que ella despertó, se ha encargado de hacerle saber lo aterrado que estaba y lo temeroso que está de perderla.

Logró salvar a todos menos a Micky, ella se deprimió por dos días después de recibir la noticia y fue en su búsqueda, ella no descansó por una semana, pero Gideon, Balto y Susan la detuvieron, ellos le hicieron comprender que Micky ya no estaba entre ellos y que no había cuerpo que enterrar.

Ese fue un golpe doloroso para Blanca, pues Vicky hizo de carnada para que los guardias pusieran a salvo a su hijo y ella no pudo salvar a su amiga, ¿Por qué no hizo más? Esa pregunta siempre la martirizaba.

―Estás muy pensativa. ―La voz gruesa de Balto fue fácil de escucharla, Blanca sonrió. ―¿Cómo amaneciste, pequeña loba? ―Ella quiso hablarle, decirle que amaneció bien y más enamorada de él, pero no pudo.

Desde que Balto le dijo que ella pudo comunicarse sin abrir la boca