Lucius la miró con gesto serio, si hace lo que ella le pide el rey seguramente lo matará por su negligencia, así que se negó con rotundidad, él por primera vez la ignoró, no podía arriesgarse de esa manera, no cuando se trata de ella.―Bien, que uno de los hombres se regrese a la manada, denle la ayuda a la mujer que merece.―“No la ayudarán si la envió yo” ―Se interpuso en el camino del hombre que estaba por cumplir órdenes. ―“Lucius, por favor… estamos cerca de la manada vecina, ella puede morir si van tan lejos” ―Lo miró con ojos suplicantes, Lucius solo imaginó el rostro detrás de esa máscara y su corazón palpitó con fuerza.―Bien. ―Dijo en contra de todo lo que estaba pensando y analizando. ―Súbanla al carruaje, hay que apresurarnos para llegar cuanto antes. ―Blanca sonrió agradecida, pero no subió hasta que la chica ensangrentada y desmayada estuviera ya acomodada en el carruaje.―Mmmm. ―La chica gimió débilmente, ella sufre y Blanca lo sabe por las vibraciones de su cuerpo.El
Balto admiró el cuerpo de su mujer, desde que le dijo lo que pensaba de él, no ha dejado de poseerla todo el tiempo, incluso más que antes, necesita hacerle entender que él no ha estado con otra mujer desde que la tomó como su luna y que no piensa hacerlo. Para Blanca es fascinante la manera en la que él la posee, ama que lo haga y no hay nada mejor para ella que satisfacerlo, pero está enojada, él desea asesinar a la jefa de cocina por lo que hizo y ella no quiere tener esa muerte en su conciencia. Lucius para ella no existe, le imploró que no se lo contara y él la traicionó.―No me gruñas. ―Gruñó él también. ―Quiero poseer a mi mujer, hoy volvemos a casa y quiero iniciar el día de buen humor. ―Blanca se giró boca arriba, ahora él le permite dormir sin máscara y soporta mirarla a la cara. ―Arrodíllate y hazme sexo oral. ―Blanca miró la grandeza de su rey y después miró sus ojos.Balto frunció el ceño al verla bajarse de la cama e ir directamente a la mesita de noche, al verla tomar
Blanca miró a quien es su guardián, ella no hizo gesto alguno y no se preocupó en comunicarse con él, está demasiado molesta y además no comprende cómo es que Balto le ha permitido acercarse a ella al punto de que él esté cómodo ahí parado en la puerta de su habitación.―“Por favor, debes perdonarme” ―Le pidió implorante. ―“Debía decirle al rey lo que estaba pasando, como su guardián es mi responsabilidad, encargarme de todo lo que le afecte a usted” ―Le habló esta vez con respeto. ―“No soy monedita de oro para el rey, por lo que debo demostrar que soy acto para este trabajo, ¿Qué más podía hacer? Él solo me permitió venir a buscarte porque los hombres están patrullando el área en su compañía y soy el único en quedar cerca” ―La miró a los ojos. ―“¿No te gustaría que pudiéramos hacer esto sin que el rey dudara de mí?” ―Blanca suspiró.―“Pero esa mujer morirá”. ―Se entristeció. ―“Y será mi culpa, ¿Por qué debe morir?” ―Lucius se encogió de hombros, el rey siempre ha sido radical, es muy
Confusas, así estaban las cosas para Blanca, Balto se comportaba de manera extraña, tan pronto era dulce como tan pronto se volvía una bestia que no entraba en razonamiento al menos de que ella lo besara y lo contuviera para que no hiciera las cosas crueles con las que amenazaba siempre que se volvía loco.Para ella estaba claro, ya se le hacía normal su comportamiento déspota y sabía que ya tanto ella como su loba le pertenecían a ese rey de temperamento difícil. La amistad entre ella y Lucius se ha vuelto algo peligrosa y de alto riesgo, por lo que siempre se ven en su lugar secreto.―Aaarrrggg. —Balto empujó con más fuerza, la excitación está extendida por todo su cuerpo, pero no era igual que son su mujer. —mierd4. ―Gruñó cerrando los ojos, tratando de visualizarla y recordar su olor, pero eso lo único que hizo fue desconcentrarlo, no es ella. ―¡Caraj0s! ―Dejó de masturbarse bastante furioso.Había pasado exactamente tres meses desde que sus celos fueron inevitables, él ya no podí
―¿Por qué estás tan molesta? ―Lucius la obligó a mirarlo, él le habló fuerte, pero aun así ella se estaba negando a mirarlo. ―“Cuéntame, ¿Qué sucede?” ―Le habló con señas esta vez. ―“¿Acaso pasó algo mientras no estaba?” ―Blanca negó, ella no quería hablar al respecto, pero Lucius la miró con seriedad, dejándole en claro que no se quedará con la duda. ―“Creo que soy una malagradecida” ―Lucius frunció el ceño más confundido, pero el sentir que lo estaban vigilando lo hizo girar de golpe, él buscó algún indicio de que alguien estuviera cerca, pero con las flores era imposible percibir cualquier olor. ―“¿Qué pasa?” ―Quiso saber Blanca. ―Nada, creí haber escuchado algo, es todo. ―Blanca miró más allá después de leer sus labios y ella lo vio todo normal. Firel corrió lejos de ahí, el guardián al contrario de la luna es más agresivo y bastante temperamental, él es de armas tomar y no quiere quedar en el fuego cruzado, así que decidió volver al castillo para que no la pillaran y supiera
Las heridas de Balto eran bastante considerables, Blanca le exigió una explicación a Gideon y él no tuvo más opción que contarle la verdad a su reina. El rey alfa se negó a cualquier atención en el campamento tras ganar la guerra, él ordenó volver a la manada para verla y ser cuidado exclusivamente por su mujer.Ella, al saber la verdad tras la tontería de su alfa, no pudo con los sentimientos y lloró noches enteras a su lado, él no había despertado aun cuando sus heridas estaban sanando exitosamente, el terror y la culpa la estaban consumiendo. Quizás si ella no hubiera huido, él no hubiera empeorado al estarla buscando.La sanadora estaba haciendo lo posible por ayudar al rey, pero aquel veneno era de lo más mortíferos, él sobrevivió por lo fuerte que es, ser un guerrero de clase alta lo ha ayudado a soportar el veneno y de alguna manera a no dejarlo avanzar en la sangre.―Majestad. ―Gideon la miró. ―Por favor, permanezca al lado del rey, con eso usted ayuda más de lo que cree. ―Bla
―Mi rey... —¡Habla! —Gruñó cortándola. El guardián sabe del lugar secreto de la reina. ―Balto sintió su pecho pesado. ―Ambos se van todos los días y vuelven horas después, cuando usted no está, vuelven hasta altas horas de la noche. ―Bajó la mirada. ―Todos en el pueblo lo hablan, mi rey… No, no puede ponerse en pie. ―Intensó contenerlo, pero Balto con una sola mirada le advirtió. ―Una sola cosa tenías que hacer. ―El grito de Balto los sobresaltó, pero Blanca no sintió más que felicidad por verlo despierto. ―“¡Has despertado!” ―Ella intentó acercarse a él, pero el empujón que Balto le dio la dejó caer con fuerza al piso, Lucius miró con horror la escena y se apresuró a ayudarla. ―¡No la toques! ―Gritó paralizándolo. ―Lo sabía, sabía que estabas enamorado de ella y aun así yo fui tan estúpid0. ―Escupió dejándolos en blanco a los dos. ―Pero tal vez solo necesitaba experimentar en carne propia como pueden ser de malagradecidos algunas personas. ―Los miró desde su altura, furioso y do
“Blanca miró a su alrededor, los hombres no la dejaron ni en el mundo humano ni en el sobrenatural, ella estaba en una zona neutral, quizás era el dolor de su pecho y la desesperación de su loba, pero ella no sentía más que deseo por la muerte, esa misma que sin duda la liberaría de todo el sufrimiento. Los gruñidos, bufidos y cada ruido aterrador parecían perseguirla, ella corría con todo lo que podía, con la poca energía que le quedaba, ya que llevaba días a la deriva sin saber exactamente dónde estaba. Su sordera parecía estar curada completamente por lo claro que podía escuchar aquellos ruidos tan perfectamente. Su dolorido corazón no dejaba de acelerar su ritmo, la sangre parecía fluir en sus venas de manera furiosa provocándole una sensación de ardor en todo su cuerpo, ¿Cómo es posible que ella pueda escuchar su propio corazón latiendo en su cabeza? ¿Cómo es que su respiración se podía volver tan errática hasta el punto de quemar su pecho? No lo sabía, pero lo cierto es que su