Confusas, así estaban las cosas para Blanca, Balto se comportaba de manera extraña, tan pronto era dulce como tan pronto se volvía una bestia que no entraba en razonamiento al menos de que ella lo besara y lo contuviera para que no hiciera las cosas crueles con las que amenazaba siempre que se volvía loco.Para ella estaba claro, ya se le hacía normal su comportamiento déspota y sabía que ya tanto ella como su loba le pertenecían a ese rey de temperamento difícil. La amistad entre ella y Lucius se ha vuelto algo peligrosa y de alto riesgo, por lo que siempre se ven en su lugar secreto.―Aaarrrggg. —Balto empujó con más fuerza, la excitación está extendida por todo su cuerpo, pero no era igual que son su mujer. —mierd4. ―Gruñó cerrando los ojos, tratando de visualizarla y recordar su olor, pero eso lo único que hizo fue desconcentrarlo, no es ella. ―¡Caraj0s! ―Dejó de masturbarse bastante furioso.Había pasado exactamente tres meses desde que sus celos fueron inevitables, él ya no podí
―¿Por qué estás tan molesta? ―Lucius la obligó a mirarlo, él le habló fuerte, pero aun así ella se estaba negando a mirarlo. ―“Cuéntame, ¿Qué sucede?” ―Le habló con señas esta vez. ―“¿Acaso pasó algo mientras no estaba?” ―Blanca negó, ella no quería hablar al respecto, pero Lucius la miró con seriedad, dejándole en claro que no se quedará con la duda. ―“Creo que soy una malagradecida” ―Lucius frunció el ceño más confundido, pero el sentir que lo estaban vigilando lo hizo girar de golpe, él buscó algún indicio de que alguien estuviera cerca, pero con las flores era imposible percibir cualquier olor. ―“¿Qué pasa?” ―Quiso saber Blanca. ―Nada, creí haber escuchado algo, es todo. ―Blanca miró más allá después de leer sus labios y ella lo vio todo normal. Firel corrió lejos de ahí, el guardián al contrario de la luna es más agresivo y bastante temperamental, él es de armas tomar y no quiere quedar en el fuego cruzado, así que decidió volver al castillo para que no la pillaran y supiera
Las heridas de Balto eran bastante considerables, Blanca le exigió una explicación a Gideon y él no tuvo más opción que contarle la verdad a su reina. El rey alfa se negó a cualquier atención en el campamento tras ganar la guerra, él ordenó volver a la manada para verla y ser cuidado exclusivamente por su mujer.Ella, al saber la verdad tras la tontería de su alfa, no pudo con los sentimientos y lloró noches enteras a su lado, él no había despertado aun cuando sus heridas estaban sanando exitosamente, el terror y la culpa la estaban consumiendo. Quizás si ella no hubiera huido, él no hubiera empeorado al estarla buscando.La sanadora estaba haciendo lo posible por ayudar al rey, pero aquel veneno era de lo más mortíferos, él sobrevivió por lo fuerte que es, ser un guerrero de clase alta lo ha ayudado a soportar el veneno y de alguna manera a no dejarlo avanzar en la sangre.―Majestad. ―Gideon la miró. ―Por favor, permanezca al lado del rey, con eso usted ayuda más de lo que cree. ―Bla
―Mi rey... —¡Habla! —Gruñó cortándola. El guardián sabe del lugar secreto de la reina. ―Balto sintió su pecho pesado. ―Ambos se van todos los días y vuelven horas después, cuando usted no está, vuelven hasta altas horas de la noche. ―Bajó la mirada. ―Todos en el pueblo lo hablan, mi rey… No, no puede ponerse en pie. ―Intensó contenerlo, pero Balto con una sola mirada le advirtió. ―Una sola cosa tenías que hacer. ―El grito de Balto los sobresaltó, pero Blanca no sintió más que felicidad por verlo despierto. ―“¡Has despertado!” ―Ella intentó acercarse a él, pero el empujón que Balto le dio la dejó caer con fuerza al piso, Lucius miró con horror la escena y se apresuró a ayudarla. ―¡No la toques! ―Gritó paralizándolo. ―Lo sabía, sabía que estabas enamorado de ella y aun así yo fui tan estúpid0. ―Escupió dejándolos en blanco a los dos. ―Pero tal vez solo necesitaba experimentar en carne propia como pueden ser de malagradecidos algunas personas. ―Los miró desde su altura, furioso y do
“Blanca miró a su alrededor, los hombres no la dejaron ni en el mundo humano ni en el sobrenatural, ella estaba en una zona neutral, quizás era el dolor de su pecho y la desesperación de su loba, pero ella no sentía más que deseo por la muerte, esa misma que sin duda la liberaría de todo el sufrimiento. Los gruñidos, bufidos y cada ruido aterrador parecían perseguirla, ella corría con todo lo que podía, con la poca energía que le quedaba, ya que llevaba días a la deriva sin saber exactamente dónde estaba. Su sordera parecía estar curada completamente por lo claro que podía escuchar aquellos ruidos tan perfectamente. Su dolorido corazón no dejaba de acelerar su ritmo, la sangre parecía fluir en sus venas de manera furiosa provocándole una sensación de ardor en todo su cuerpo, ¿Cómo es posible que ella pueda escuchar su propio corazón latiendo en su cabeza? ¿Cómo es que su respiración se podía volver tan errática hasta el punto de quemar su pecho? No lo sabía, pero lo cierto es que su
―¿Jefa? ―Micky entró al baño. ―Aquí está. ―Se colocó a su lado sin ser consciente por lo que estaba pasando su jefa. ―Ya he llamado a la floristería y me lo han cambiado, por supuesto me vi en la obligación de acariciarlos con mis delicadas palabras. ―Blanca trató de sonreír. ―Así que eso está listo, todo lo demás queda a su supervisión, ¿Iniciamos? ―“Sí, solo déjame echarme agua en la cara” ―Le pidió transpirando. ―“El cliente aún insiste con invitarme a cenar, creo que aceptaré aunque será un desastre la comunicación” ―Micky carcajeó. ―“Si lo desea, puedo ir de traductora y de paso protegerla de ese viejo” ―Blanca, rio divertida, esa chica realmente está bastante loca. Un infierno, eso estaba siendo el día para Blanca, ¿Cómo se olvidó de tomarse ese brebaje? ¿Por qué ni siquiera lo recordó antes de salir? Ella pudo sentir la diferencia en su cuerpo, esa sensación que la inundó cuando pasó la mano por su cuerpo, pero estaba demasiado preocupada por el trabajo que simplemente lo
La cordura ya no formaba parte del rey, Balto estaba literalmente enloqueciendo por no poder encontrar a su luna, él simplemente no comprende como es que desapareció, la verdad es que lo sabe, las maldit4s flores que tanto le gustan a ella.Gideon era quien soportaba todos los estados de ánimo de su alfa, había estado trabajando para conseguir cualquier información de la reina, pero nadie sabía decirle nada, lo poco que sabía es porque era público y ya se estaba cansando de todos, los humanos suelen ser irritantes.―Solo necesito la dicción de la señorita. ―Miró a la recepcionista de piso. ―Solo eso, prometo no ser un loco. ―La chica sonrió, el hombre castaño frente a ella de ojos dorados es muy atractivo y la pone nerviosa, es como si su mirada la dominara por completo.―Lo siento. ―Se disculpó nuevamente. ―No puedo darle esa información, perdería mi trabajo si la jefa se entera. ―Gideon arrugó el entrecejo.―¿Jefa? ―La chica asintió. ―Es la heredera de este lugar. ―Se encogió de ho
Blanca apretó los labios al escuchar la voz dulce, pero firme de la mujer, ella había callado todo ese tiempo, solo les hizo saber a los que considera sus padres que necesitaba quedarse con ellos algunos días, más no les contó el motivo y ellos no la cuestionaron.―“No debes preocuparte” ―Le hizo saber. ―“Déjame amamantarlo e iré con ustedes” ―La mujer se acercó y besándola en la frente la miró a los ojos.―No quiero que nos ocultes nada, ¿De acuerdo? ―Le sonrió. ―De esa manera no podríamos defenderte. ―Blanca le correspondió la sonrisa y asintió antes de que la mujer besara al bebé y saliera. ―Tres meses y está enorme, ese bebé. ―Río feliz, ese niño ha traído mucha más alegría a su vida y a la de su esposo.Blanca alimentó, aseó y puso a su hermoso rubito precioso, por supuesto lo bañó en el perfume que ella hace para que nadie lo sienta, la casa está rodeada de esas flores, pero no quiere arriesgarse y ahora menos que sabe que Balto la está buscando sin descanso.Al saber lo que las