Agustin dejo sin efecto sus amenazas anteriores y se prestaba a retirarse de la habitación de Mónica sin antes dar un comunicado. — Mas tarde encargaré que se restablezca los muebles de esta habitación. Al decir ello, siguió su camino, y antes que saliera una pregunta cayó a sus oídos—Ahora que me has liberado ¿No tienes miedo que huya de verdad?. — Sé que no lo harás, no tiene sentido seguir con estos enfrentamientos que solo nos hacen daño ¿No crees que es mejor vivir así? — ¿Estás bien con esto?, Y su llego a escapar¿Qué harás entonces?— No supongamos sobre algo que aún no sucede, respondió rápidamente Agustin a Mónica al ver su desconfianza.— ¿Crees que viviré mejor si estoy sin las esposas?, es una ilusión que quieres creer. — Entonces dime, ¿qué debo hacer según tú para redimirme? — Sabes muy bien la respuesta. Agustin aunque sea difícil decidir algún día tendrás que hacerlo sea por voluntad propia o sea que alguien te arrastre a ello y para cuando llegue ese día te ase
—¿Por qué? Por qué tenía que pasar esto, odio sentirme de esta manera, quiero odiar, pero este maldito sentimiento vivo que aún vive en mí no me deja y me arrastra con él a un ciclo vicioso de dolor y tristeza. Agustín ¿Por qué tuviste que amar a alguien más? ¿Acaso mi amor nunca fue suficiente para ti? ¿En qué fallé? Para que solo me tires como si ya no tuviera valor ¿Por qué tuve que amarte de esta forma?, Ahora no tengo armas con qué defenderme, sino que me encadenaste a tu amor tan cruel que mi corazón solo llora, pero no puede dejarte. Mónica lloraba desconsolada mientras trataba de buscar respuestas a su infinidad de preguntas que rondaban por su cabeza pidiendo por aquel desamor que la destruía aún más de lo que una vez estuvo en el pasado, al borde del precipicio. Al pasar los días Mónica no se recuperó de su estado, por el contrario, empeoró y su tristeza alcanzó niveles que pronto Amelia empezaba a preocuparse, pues dejó de hablar, sonreír y cada vez comía menos dejando ca
—"Atención, un comunicado oficial ha llegado"— Disculpe, pero mi señora se encuentra indispuesta si desea le puedo avisar luego de que se trata el comunicado oficial.— ¿En qué habitación se encuentra?, preguntó el líder de los guardias a lo que Amelia indico sin prisa. Los guardias se dirigieron a la habitación y al ver que estaba cerrada con seguro ejercieron un poco de fuerza para derribarla e ingresar, Amelia al presenciar esta situación reclamó a más no poder, pero aun así no la escucharon. Cuando estuvieron dentro Mónica estaba efectivamente dormida, pero con el ruido que se escuchó se despertó alarmada observando como invadían su habitación y su tranquilidad. — Señora Cleiya III, por orden oficial usted permanecerá por los próximos dos meses recluida en el Palacio Frío dónde acatará el castigo que fue aprobado y debe ser acatado en su totalidad desde el día de hoy. Por lo expuesto mi señora le pido nos acompañe sin poner resistencia, es lo mejor o me temo que nos veremos en
El viaje al Palacio Frío demoró alrededor de un par de horas, aquel Palacio no se encontraba en las locaciones principales del Palacio Principal de la Familia D’Ariza ni los reconocidos Palacios cercanos, por el contrario, se encontraba muy lejos de allí, pues era uno de los Palacios abandonados de los que casi nadie los visitaba, pues para ellos era un desperdicio además que el Palacio Frío no era otra cosa que un lugar utilizado solo para reuniones secretas o encarcelamientos mas crudos por esa razón muchos años estuvo en completo abandono, ya que esas prácticas no se aplicaban actualmente por lo que ahora era utilizado mas que un depósito de cosas viejas y destartaladas. Al llegar, la abuela Raina dirigió el camino a un salón que a diferencia de los alrededores estaba muy bien amoblado, el piso era de madera con paredes rojas con una decoración decente que no tenía nada que envidiar a los demás Palacios. Raina se dirigió a la gran mesa de roble que se encontraba en el salón era u
Mónica, pensó que todas las palabras mencionadas anteriormente eran totalmente falsas y con cierta mal intención, pero aquellas pruebas eran irrefutables. Había muchas fotos tomadas desde la fecha mas antigua hasta la mas próxima. La mas antigua databa desde que llegaron a la Ciudad de Beirgen entre tantas fotos había una en particular en la que August y Libya se encontraban en un viejo árbol mas allá que ambos estuvieran juntos, esa fotografía indicaba algo mas, ellos estaban besándose… ello era una prueba innegable e imposible de refutar, las otras fotografías mostraban que eran lo suficientemente íntimos como el de estar abrazándose o tomarse de la mano, etc., mientras pasaba entre la infinidad de pruebas el corazón de Mónica por fin hizo “Crack”, aquel sonido de que algo por fin se había roto dentro de ella, las lágrimas no tardaron en aparecer y mientras seguía observando fotografía tras fotografía entre ellas surgió un video que había sido grabado no hace mucho tiempo; en él qu
La primera noche había transcurrido, Mónica aún se hallaba en cama tiritando de frío nunca llego a pensar como aquel frío eran como brazas de fuego que quemaban todo el cuerpo sin lugar donde esconderse o encontrar un mínimo de calor que le ayudara. Muy temprano, alguien vino a verla y entrego comida por aquella abertura inferior de la puerta de metal, pensó vagamente que aquella sopa estaba caliente, pero cuando probó el primer bocado vomito todo de una vez, aquella comida no tenía buen sabor, por el contrario, tenía un sabor desabrido y con signos que hace mucho tiempo que estaba guardada. Nadie se acercó las próximas horas hasta llegada la tarde cuando un hombre mayor de mal aspecto se acercó y abrió la puerta e ingresó. Era un médico quien venía a revisar el estado de las heridas de Mónica quien al verificarlas aplicó medicamento y se marchó sin decir una palabra. Mónica por su parte cuando vio que partía suplicó a aquel hombre que la ayudara a salir de allí, pero al no obtener
Después de lo sucedido, Crisst intento con todo tipo de herramienta forzar la puerta y los barrotes de las ventas para sacar a Mónica, pero todo fue imposible a lo que este se sintió impotente al no poder hacer algo por ella así que sin verla trato de animarla y estar el mayor tiempo posible a su lado además que le llevaba comida caliente, abrigos y colchas que pudieran servir a su estancia difícil en un lugar así. ***Paso aproximadamente un mes desde que Mónica fue llevada a aquel Palacio Frío el mismo tiempo en que Agustín no regreso al Palacio Oeste por la infinidad de carga que tenía a su cargo más aún con la boda que se aproximaba. En esa ocasión volvió por algunos papeles importantes que tenía en su oficina por lo que regresó consecuentemente. —Señor regreso—, mencionó Amelia con un tono de tristeza y temor. — ¿Sucedió algo en mi ausencia? ¿La señora se encuentra bien?, preguntó Agustín sin apuro. —¿Eh? ¿Mi señor, acaso usted no está enterado? Mi señora no se encuentra en
Los próximos días Agustin no mermo su rabia porque se sentía atado de manos y pies sin poder hacer nada, aún peor no tenía el tiempo suficiente de ir a visitarla con toda la carga que tenía en el Palacio fue así que transcurrieron los días lentamente. — ¡Que sucedió!, preguntó August alterado al ver a Lybia en un estado de conmoción. — August, ella… me odia. ¡No puedo casarme contigo!— ¡Qué locura estás diciendo!, ¿Nana? ¿Alguien me puede explicar que fue lo que pasó? Todos se hallaban en silencio hasta que la voz grave del Bisabuelo Bertram pronuncio unas palabras. — Cálmate August, la situación es que Lybia recibió una llamada nada agradable es por eso que se encuentra en ese estado. —¿Cómo? Pero quien se atrevería hacer algo así, por lo que sé Nana jamás tuvo un problema con alguien. — Justamente por eso, August esa llamada debe tratarse de ella. — Imposible, ¿acaso no se encuentra en el Palacio Frío? ¡Quien cree que es para amenazar a mi futura esposa!Agustin al escuchar