Los próximos días Agustin no mermo su rabia porque se sentía atado de manos y pies sin poder hacer nada, aún peor no tenía el tiempo suficiente de ir a visitarla con toda la carga que tenía en el Palacio fue así que transcurrieron los días lentamente. — ¡Que sucedió!, preguntó August alterado al ver a Lybia en un estado de conmoción. — August, ella… me odia. ¡No puedo casarme contigo!— ¡Qué locura estás diciendo!, ¿Nana? ¿Alguien me puede explicar que fue lo que pasó? Todos se hallaban en silencio hasta que la voz grave del Bisabuelo Bertram pronuncio unas palabras. — Cálmate August, la situación es que Lybia recibió una llamada nada agradable es por eso que se encuentra en ese estado. —¿Cómo? Pero quien se atrevería hacer algo así, por lo que sé Nana jamás tuvo un problema con alguien. — Justamente por eso, August esa llamada debe tratarse de ella. — Imposible, ¿acaso no se encuentra en el Palacio Frío? ¡Quien cree que es para amenazar a mi futura esposa!Agustin al escuchar
En el Palacio Frío nadie adivinaba lo que ocurría en el Palacio Principal de la familia, por el contrario, todo iba según la rutina que habían adoptado. La soledad y la desolación del lugar había influido en gran medida en las personas que vivían allí incluyendo de algún modo a Mónica quien el mes que estuvo allí no fue mas que torturas y agravios que sufría constantemente. Fueron muy duros con ella, la mayor parte del tiempo los castigos eran tan sobrehumanos hasta el punto que la hicieron desmayar en muchas ocasiones agregado a eso la falta de comida y la deshidratación que sufría constantemente, el cuerpo debilitado no soportaba y a nadie le importaba lo que le sucedía solo mantenerla con vida era su obligación mas no el modo de como era tratada. Los ojos hundidos, la tez pálida, los labios partidos además de las múltiples heridas y moretones del cuerpo resaltaban el sufrimiento. El dolor del día a día era agonía pura, el cual con solo respirar era ya una carga muy pesada como el
— Eres mi esposa y mi deber es ciudad de ti. — Já, ¿tu esposa?, no hagas bromas tontas yo jamás fui tu esposa de verdad con la que te casaras ahora es quien tiene ese nombre no yo, hasta ahora lo entendí y no te preocupes dile a tu familia que esta despreciable intrusa al fin entendió que lo nuestro no fue mas que un fraude y solo fue un maldito contrato desde el comienzo, al final fui yo la culpable de enredar los sentimientos con la verdad, pero que ahora soy consciente de mi equivocación. — ¿De qué estás hablando?— No lo repetiré, es algo muy obvio y si te preocupas por tu futura esposa solo déjame en paz y puedes quedarte tranquilo no volverá a ocurrir un hecho parecido así que si no hay nada mas que decir puedes irte.— Entonces si fuiste tú la que dijo todas esas palabras, pero como se te ocurrió decirle cosas como esas ¿en qué cabeza cabe?, ¿aún eres humana?, si como dices toda esta historia es un maldito contrato, cumple con lo estipulado y no vuelvas hacer locuras de las q
— ¡No!, no llores. — Lo siento Cleiya, es mi culpa … Si tan solo hubiese actuado con más rapidez tú… Jamás hubieras pasado por este infortunio…. Yo realmente soy un inútil. — No, no. Crisst no te culpes, está bien aún sigo viva eres de las pocas personas que se han preocupado por mí realmente no tengo más que palabras de agradecimiento para ti. — No he hecho lo suficiente, pero prometo que te sacaré de este lugar no me importa las consecuencias, pero te sacaré de aquí, ¡te lo juro!. Crisst besó la frente y el dorso de las mano de Mónica ante la declaración de su promesa, entendió que ella era una mujer especial para él y debía salvarla aunque eso signifique perder todo lo conseguido hasta ahora. A diferencia de aquellos oscuros momentos, el Palacio Principal estaba llena de alegría y felicidad, faltaba poco para el gran día y todo el mundo ultimaba detalles para asistir a la fiesta mas importante. Fue así que los últimos días del mes se acercaban faltando mas que quince días pa
Mónica al saber Agustin había venido de visita en un principio pensó que sería para llevarla de vuelta al Palacio Oeste, puesto que se había cumplido el tiempo estipulado, pero al verlo entrar con un rostro serio no pudo evitar sentir que sus esperanzas se desvanecían así que solo espero que llegara cerca mientras ella miraba fijamente aquellos barrotes de la ventana desde el filo de la cama. No había dormido suficiente las noches anteriores porque Crisst no volvió como lo prometió y temía que algo le haya sucedido por lo que todos los días se quedó sentada al filo de la cama esperando por él, milagrosamente esos días los castigos bárbaros habían cesado, en un principio pensó que era porque pronto se iría, pero ahora no estaba del todo convencida que esa era la razón. No le daba buena espina y estaba preocupada por lo que pueda ocurrir, sabía que aquel lugar cada quien actuaba como le convenía y ante las acciones y su mala fortuna decidió callarse y no decir nada por qué temía si reb
Mónica despertó al día siguiente con pocas fuerzas, entendía que su estancia en aquel Palacio se extendería por más tiempo y no sabía cuándo volverían a tratar con ella, el miedo era una constante a la que no se había terminado de acostumbrar y al pasar el tiempo se dio cuenta de que estaba más delgada de lo que regularmente es, esa mañana empezó a pensar seriamente en como viviría a partir de ahora los hechos estaban dados su corazón estaba cansado y destrozado después de todo nadie podría aguantar tanto y fácilmente acepto su final aunque nunca pensó terminar de esa forma, solo sucedió, ahora de lo que pueda pasar más adelante era realmente aterrador, pues sabía que las palabras de los poderosos de la familia D'Ariza no eran un juego y aunque la hayan juzgado mal, en sus corazones ella debía tener una lección por sus malos actos en especial Agustín que ahora se encuentra en sus peores momentos y podría tomar acciones que sabía que no eran simples. Lo importante era saber qué tipo d
Cuando se escuchó los pasos muy lejos, Mónica lloró en silencio porque sabía lo que quería decir aquel hombre aunque sus acciones eran repudiables no era mas que un sirviente mas que cumplía lo que se le ordenaba y no tenía decisiones propias por lo que no lo culpó, solo que la persona detrás de él era alguien poderoso y muy bien conocido por ella y entendió que en esa situación no tenía salida mas que la muerte. Con este pensamiento sus fuerzas se desplomaron y se desmayó quedando su mente en blanco, lo que sucedió después nadie lo sabe todo fue muy confuso. Mónica al despertar se sintió mareada con la vista borrosa sintiendo que el lugar donde se hallaba no era el mismo, algo se sentía diferente, mientras trataba de comprender que es lo que sucedía alguien aprecio frente a ella fuera de su visibilidad. —¿Quién está ahí?, pregunto con temor. Aquella persona no respondió inmediatamente solo se limitó a observarla detenidamente como calculando algo de ella. — Estás en graves probl
Los siguientes días, Mónica intentaba recordar ¿quién era?, ¿dónde estaba su familia?, o ¿cómo había llegado allí?, pero no lo consiguió así que al no saber y viendo que nadie tomaría responsabilidad de ella solo tenía que hacerse cargo de ella misma y de su estado por lo que decidió preguntar al médico sobre su condición en una de sus visitas matutinas. — Doctor, dígame sinceramente ¿cuál es mi condición?El médico guardó silencio por un momento antes de revelar su verdadero estado.— Debo decir que usted ha mejorado bastante después de como llegó. Mónica al escuchar ello interrumpió las siguientes palabras del médico y preguntó abruptamente —¿En que condición llegue aquí?— Los ojos del médico se sorprendió al recibir esa pregunta, pero luego tomo con calma y respondió, — Usted llegó en un mal estado, fue recogida no muy lejos de aquí por el personal luego de una llamada de un ciudadano que paso por el lugar, usted estaba desangrándose en un pasaje bastante desolado con una herida